Luis Riveros, un economista e historiador, es el nuevo rector de la Universidad de Chile, y su desafío es sacar adelante a la mayor institución estatal de educación superior del país, afectada por una crisis que algunos califican de terminal.
Riveros triunfó en la segunda vuelta de la elección de rector este miércoles, mientras estudiantes de la Universidad de Chile y de otros centros públicos mantenían movilizaciones de protesta que continuaron este jueves.
Las manifestaciones estudiantiles, en Santiago y Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de la capital, implican un rechazo a la tramitación de una ley marco de las universidades estatales, propuesta por el gobierno del presidente Eduardo Frei.
La educación superior chilena vive en una suerte de crisis permanente desde la dictadura del general Augusto Pinochet (1973- 90), que intervino los centros estatales, los fraccionó y luego les impuso una política de autofinanciamiento.
La dictadura, que también expidió leyes para facilitar la creación de universidades privadas, obligó a los establecimientos estatales a cobrar altos aranceles mensuales y de matrícula a los estudiantes para financiar sus actividades.
La demanda de mayores aportes presupuestarios para acoger a estudiantes de escasos recursos y sustituir los sistemas de créditos bancarios para financiamiento de los estudios por becas, es una de las mayores reivindicaciones del movimiento estudiantil.
Riveros, decano de la Facultad de Economía, obtuvo el apoyo de 65,96 por ciento de los 1.745 académicos que votaron en la segunda vuelta de la elección, en tanto su oponente, el ex decano de Medicina Alejandro Goic, logró sólo 34,04 por ciento.
El triunfador, de 50 años, es masón, considerado cercano al Partido Radical Socialdemócrata (PRSD), y recibió el apoyo de sectores denominados progresistas, incluyendo a socialistas y comunistas.
En cuanto a Goic, pertenece al Partido Demócrata Cristiano (PDC) del presidente Eduardo Frei, y aunque él lo negó, su candidatura fue catalogada como continuista de la política del rector saliente, el médico Jaime Lavados, también democristiano.
La comunista Marisol Prado, estudiante de Medicina y presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, dijo que el triunfo de Riveros fue consecuencia de un "voto de castigo" a la gestión de Lavados y al gobierno de Frei.
Tanto el PDC como el PRSD forman parte de la oficialista Concertación por la Democracia, integrada además por los partidos Socialista (PS) y Por la Democracia (PPD) que tienen como líder al ministro de Obras Públicas, Ricardo Lagos.
La pugna por la rectoría universitaria reprodujo en alguna medida la contienda interna de la alianza gobernante entre el PDC, por una parte, y el bloque PS-PPD, por la candidatura para las elecciones presidenciales de diciembre de 1999.
Goic sostuvo que actuaron "poderes fácticos" en contra de su candidatura, que habrían condicionado el apoyo del PRSD al precandidato presidencial del PDC, Andrés Zaldívar, a un triunfo de Riveros en la Universidad de Chile.
El ahora rector electo rechazó esos cargos, así como otras versiones del comando de Goic acerca de compromisos con dos de los seis candidatos derrotados en la primera vuelta para contar con sus votos.
La elección estuvo restringida sólo a los académicos, luego de que a fines de abril, en un referendum, se rechazara la instauración del cogobierno con voto ponderado de los estudiantes y funcionarios en la elección de autoridades .
Las universidades estatales chilenas aplicaron desde 1971 ese sistema, en que el voto estudiantil era ponderado en 25 por ciento, pero fue eliminado por Pinochet inmediatamente después del cruento golpe de estado del 11 de septiembre de 1973.
Este miércoles, los estudiantes realizaron en casi todas las facultades elecciones simbólicas en que participaron también los funcionarios, para pronunciarse por Riveros o por Goic o reclamar más participación y democracia como tercera opción.
El referéndum de abril fue culminación de intensas movilizaciones estudiantiles que tuvieron lugar hace un año, en demanda de mayores recursos financieros para las universidades públicas.
En esas mismas manifestaciones, los estudiantes, funcionarios y algunos académicos exigieron mayor grado de participación y democracia, para terminar con las estructuras autoritarias heredadas de la dictadura en las universidades.
Durante el régimen de Pinochet, las universidades del Estado fueron conducidas por rectores designados por el gobierno, a menudo militares, en lo que significó el término de la autonomía de que gozaban.
Con el restablecimiento de la democracia en 1990 se devolvió a los académicos el voto para elegir rectores y decanos de facultades, pero la derogación total de las normas impuestas por la dictadura exige la aprobación de una nueva ley marco.
La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y otras organizaciones estudiantiles se oponen al proyecto de ley marco presentado por el gobierno, por considerar que no recoge adecuadamente el compromiso del Estado con la democratización y el financiamiento de las universidades.
El propio Riveros es partidario de que se suspenda el debate del proyecto de la ley en el Senado, pero una propuesta para "congelar" su tramitación fue desechada este miércoles por la oposición derechista, mayoritaria en la cámara alta.
El nuevo rector señaló que entre sus tareas prioritarias está la de cambiar estructuras administrativas y de poder, en lo que se incluye la creación de un Senado universitario, y enfrentar los acuciantes problemas presupuestarios.
En una indirecta crítica a la gestión de Lavados, Riveros advirtió que deberá hacerse cargo de situaciones muy críticas, como la de la Facultad de Ciencias Sociales, cuyos recursos cubren su funcionamiento sólo hasta septiembre próximo. (FIN/IPS/ggr/ff/ed/98