BRASIL: Enseñanza media se "infla" por aspiraciones juveniles

País de movimientos bruscos, en lo económico y social, Brasil duplicó en lo que va de esta década la cantidad de alumnos en la enseñanza secundaria, donde se cruzan los anhelos nacionales y de la juventud.

De 3,4 millones de alumnos en 1990, pasó a tener 6,4 millones el año pasado y las proyecciones indican 7,1 millones este año, dato que el Ministerio de Educación solo confirmará o rectificará con cifras exactas en el segundo semestre.

Ese crecimiento explosivo ocurrió cuando el gobierno definía total prioridad a la enseñanza básica de ocho años, imponiendo a los estados y municipios que destinen 60 por ciento del presupuesto educativo a las escuelas primarias.

Por otro lado, la enseñanza superior vive una grave crisis. Ya dura 80 días una huelga en 49 de las 52 universidades federales del país, con los profesores reclamando aumentos en salarios congelados hace tres años y 17 de ellos en huelga de hambre desde el lunes.

El aumento de estudiantes secundarios se intensificó en los tres últimos años, período en que se acumuló un incremento de 42 por ciento, lo que preocupa a las autoridades.

Esta "rápida y extraordinaria expansión" impone urgencia en la definición de cursos de capacitación profesional, según Maria Helena Guimaraes, presidenta del Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educacionales, que elaboró un informe sobre la cuestión.

Jóvenes y adultos buscan en la escuela media principalmente una mejor calificación para obtener o mantener sus empleos, argumentó.

Una investigación del Ministerio de Educación indica que la mayoría de esos alumnos son pobres, tienen más de 18 años de edad, ya trabajan, frecuentan escuelas públicas de noche y anhelan un empleo mejor. La mitad son hijos de padres que ni siquiera completaron la enseñanza básica de ocho años.

Ese aumento acelerado en la demanda de enseñanza secundaria, de 10 por ciento al año, tiene razones demográficas. Brasil registró una elevada natalidad en las últimas décadas, seguida de una fuerte caída desde los años 80.

Por eso crece ahora la participación de adolescentes y jóvenes en la población, mientras cae la de los niños. Además, con la relativa mejora de la enseñanza básica en los últimos años, se amplió la cantidad de alumnos listos para el nivel medio.

Los cambios en el mercado laboral contribuyen también en esa demanda. Cada día más empresas se niegan a contratar trabajadores que no cuentan con el grado secundario. Y los ya contratados son presionados para que mejoren su escolaridad.

Pero lo más importante es que se dificultó el ingreso de los jóvenes al mercado de trabajo.

La Secretaría Municipal de Trabajo de Rio de Janeiro cuantificó esa dificultad. Sus estadísticas apuntan un desempleo local de 5,4 por ciento entre los jefes de familia en marzo. Pero ese índice casi triplica, alcanzando 14,46 por ciento, entre los hijos de las familias del municipio.

En aquel mes, el desempleo oficial en todo el país era de 8,18 por ciento.

La enseñanza secundaria, orientada casi exclusivamente a la preparación para la universidad, poco contribuye a aliviar ese problema. Las escuelas de preparación laboral de nivel medio, creadas principalmente en los anos 60 y 70 para acompañar la industrialización del país, no cumplieron su objetivo.

La mayoría de los alumnos las frecuentaba también para tener acceso a la universidad, advirtió Claudio de Moura Castro, experto en educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Ante tantos desafíos, el gobierno promueve una amplia reforma de la enseñanza media, como en la primaria.

Además de poco adecuada al cambiante mercado de trabajo, la escuela media es "excesivamente enciclopédica", de mucho "memorismo" y poca reflexión, reconoció el ministro de Educación, Paulo Renato Souza.

Para modificar ese cuadro, el Ministerio decidió que cada escuela podrá destinar un cuarto de las 2.400 horas de clases anuales a disciplinas de su propia elección. Los tres cuartos restantes serán dedicados a un currículo común, nacional.

Esa flexibilización procura atender las demandas locales y hacer la enseñanza más cercana a la realidad y a las aspiraciones de la juventud.

Los cursos técnicos, para capacitar profesionales de nivel medio, se apartan de la escuela convencional y serán impartidos solo para los que ya completaron la enseñanza secundaria de tres años.

La necesidad de adecuar el nivel medio de enseñanza a las nuevas realidades del país y del mundo, y a la presión de la demanda juvenil, cuenta con el apoyo del BID, que aportará la mitad de los 5.000 millones de dólares que el gobierno brasileño aplicará en su expansión y reforma en los próximos cinco años. (FIN/IPS/mo/mj/ed/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe