BOLIVIA: Aún arden las hogueras de San Juan

La arraigada tradición boliviana de quemar leña y objetos viejos del hogar en la noche de San Juan se resiste a morir, aunque la campaña para eliminar esa práctica en nombre de la defensa del ambiente comienza a tener efecto.

Considerada en Bolivia "la noche más fría del año", el paso del 23 (día de San Juan) al 24 de junio presentó este año un enemigo para los amantes de la fiesta alrededor de las hogueras y un aliado para los partidarios del ambiente: la lluvia.

En efecto, una suave pero persistente lluvia mojó los materiales que los habitantes de ciudades y campo habían preparado para quemar la noche de San Juan en fogatas alrededor de las cuales – según la tradición- se baila y bebe hasta el amanecer.

El gobierno municipal de La Paz tuvo que apagar sólo 140 hogueras en la noche del 23, lo que fue considerado un gran avance por las autoriades locales y nacionales.

En los años anteriores, sólo en La Paz se habían encendido 80.000 hogueras, y al día siguiente de la fiesta, la ciudad amanecía completamente nublada por el humo, que cubría el cielo durante una o dos semanas.

El ministro de Desarrollo Sostenible, Erick Reyes Villa, dijo el jueves que los bolivianos demostraron "madurez" al reducir la cantidad de fuegos de San Juan y preservar así el ambiente.

La contaminación ambiental disminuyó notablemente en comparación con años previos, cuando los habitantes de La Paz encendían hogueras sin tomar en cuenta ni las recomendaciones de los expertos ni las campañas para conservar limpio el tradicionalmente cielo azul cielo de esta ciudad del Altiplano.

Pero otros informes señalan que la contaminación por las escasa fogatas detectadas y otras que se encendieron en ambientes privados fue alta.

La Unidad de Ambiente del municipio de La Paz informó que las mediciones efectuadas entre el 22 y el 24 en La Paz señalaron un nivel variable entre 252 y 596 microgramos de partículas contaminantes por metro cúbico.

Los expertos de esa oficina municipal explicaron que una concentración de 260 gramos de partículas es considerada "moderada", 375 es "insalubre" y 625 "muy insalubre".

Esto significa que el aumento de la contaminación en La Paz, con respecto a las condiciones normales, fue en la noche de San Juan entre 19 y 400 por ciento, dependiendo de las zonas.

Por lo general, los barrios más pobres son los que más conservan la tradición de encender hogueras en la fiesta de San Juan, una práctica masiva en el pasado.

Pero hay otros fuegos que determinan la contaminación del aire en ciudades y áreas rurales y depredan el ambiente natural: la quema de áreas boscosas para habilitar campos de cultivo.

Y en las ciudades, el esfuerzo publicitario para celebrar de la noche de San Juan sin hogueras ha terminado por imponer nuevas formas de contaminación, en algunos casos más peligrosas aún que la leña: los juegos pirotécnicos y los petardos.

Así, de una tradición milenaria que llevaba a la tala de árboles para alimentar las hogueras, Bolivia ha pasado a otra, impuesta por la publicidad, que alienta el consumo de alcohol y el uso de juegos pirotécnicos. (FIN/IPS/jcr/ff/en cr/98

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