México mantiene su tradicional posición política de prescindencia en asuntos internos de Cuba, pero pretende ampliar sus negocios en la isla y abrir sus puertas a una inmigración selectiva de cubanos.
Al menos, esa fue la conclusión de las conversaciones que mantuvo el martes y el miércoles en La Habana la canciller mexicana Rosario Green que, a diferencia de otros visitantes, no se reunió con líderes de la oposición ni con la jerarquía católica y no pidió cambios políticos.
En cambio, mantuvo unas diez horas de diálogo con el presidente Fidel Castro y ratificó la posición sostenida por su país durante casi 40 años de respeto a la soberanía de Cuba y de abstenerse de opinar sobre la política interna de este país.
México "tiene un valor especial" y una política "muy firme" hacia la isla, dijo Castro el martes pasado, y recordó que ese país fue el único de América Latina que mantuvo relaciones con La Habana en los años 60.
Por su parte, la canciller mexicana dijo que su país está dispuesto a apoyar a Cuba en el momento que el gobierno de Castro resuelva pedir el reingreso en la Organización de Estados Americanos (OEA), un foro del que la isla fue expulsada en 1962.
Pero, agregó, "no es un tema que preocupe, sin duda, al comandante (Castro). No sentí un interés particular" entre las autoridades cubanas por la reincorporación a la OEA, dijo Green en una rueda de prensa.
Green intervino en la octava reunión de la comisión mixta intergubernamental general Cuba-México que, con la participación de 11 organismos mexicanos y 18 cubanos, pasó revista a las relaciones políticas y económicas en los últimos dos años.
Entre las novedades se contó la decisión de iniciar en julio las negociaciones para la firma de un acuerdo de promoción y protección mutua de inversiones, un aspecto que había sido eludido por México, socio de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Unas 500 firmas mexicanas operan en Cuba. Pero la inversión mexicana, que hasta hace tres años era una de las más importantes en la isla, cayó drásticamente con la salida del grupo Domos, de Cementos Mexicanos y de Telecomunicaciones Internacionales.
El intercambio bilateral sumó 324 millones de dólares el pasado año, y 300 millones correspondieron a ventas mexicanas. México figura entre los primeros socios comerciales de Cuba, junto con Canadá, España, China, Francia y Rusia, según información oficial.
El capital mexicano en la isla está concentrado en hoteles para el turismo internacional, insumos industriales e industria alimentaria y podría calcularse en unos 80 millones de dólares, de acuerdo con sectores empresariales.
Al mismo tiempo, una tímida inversión cubana, calculada entre dos y tres millones de dólares, empezó a operar en los últimos dos años en México, en las áreas agrícola, industrial y de servicios.
Durante la visita de Green a La Habana se acordó proseguir en el análisis y diseño de mecanismos para lograr el equilibrio del comercio bilateral.
Se instaló también el grupo de trabajo sobre asuntos migratorios y consulares, que tendrá su primera sesión en julio en La Habana, para continuar el diálogo sobre esos mismos asuntos comenzado en noviembre.
México dará "claramente mayores facilidades" al ingreso de cubanos que vayan a realizar negocios, a científicos, deportistas y artistas, así como en los casos de reunificación familiar, aseguró el subsecretario mexicano de Población y Servicios Migratorios, Fernando Solís Cámara.
El anuncio representa un giro en la política de México que, que desde la "crisis de los balseros" del verano de 1994, cuando salieron de Cuba unas 30.000 personas, restringe las visas a cubanos.
Las reestricciones sucedieron a un período de apertura que llevó a un gran número de intelectuales cubanos a México en coincidencia con el inicio de la crisis económica, estallada en 1990.
Solís Cámara indicó que unos 5.500 cubanos residen de forma permanente en México y otros 6.000 visitan ese país por temporadas cortas. Los mexicanos residentes en Cuba suman 800, mientras que unos 50.000 turistas mexicanos viajaron a la isla el pasado año.
"Para México es de gran valor el recibir nacionales cubanos que puedan contribuir" al desarrollo del país, dijo el funcionario.
Ambos países analizarán también los viajes de turistas cubanos a México, algo hasta ahora descartado en Cuba, un país del que sólo se permite salir en funciones oficiales o de trabajo o con invitación personal o familiar procedente del extranjero. (FIN/IPS/da/dd/ip/98