Los consumidores de drogas sintéticas de Estados Unidos se quejarán en los próximos días de la escasez y los altos precios del ice, cristal o cri-cri, pues la policía de México desmembró la organización que los abastecía.
Pero la falta de oferta quizás no dure tanto. La experiencia muestra que cuando se destruye una banda aparece poco después otra alentada por la demanda, explicó a IPS José Crespo, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) de México.
En el caso de Estados Unidos, la demanda de drogas es la más fuerte del planeta
Para Crespo, como para numerosos expertos que sostienen que el consumo de drogas no terminará con acciones policíacas, la captura de mafiosos es importante, pero es difícil que anule el problema.
La Procuraduría General de México informó la noche del martes pasado que tras 16 meses de investigaciones detuvo a los hermanos Luis y Jesús Amezcua Contreras, que en los últimos ocho años crearon una de las redes de tráfico de drogas químicas más importantes del mundo.
Los tres hermanos, junto a Adán y Emma, detenidos en noviembre, figuran en la listas de narcotraficantes más buscados por el gobierno de Estados Unidos, país donde vendían, a través de una red de traficantes "hormiga", más de 95 por ciento de sus productos.
La familia importaba precursores como efedrina, seudoefedrina y fenilpropanolamina de Asia y fabricaban con ellas drogas en laboratorios instalados en México y el sur de Estados Unidos, según las investigaciones.
Mariano Herrán, fiscal especializado para Atención de Delitos contra la Salud, indicó que Estados Unidos tiene suficientes pruebas que demuestran que los Amezcua son narcotraficantes, mientras México sólo logró comprobar delitos de lavado de dinero y asociación para delinquir.
Durante la gestión del presidente Ernesto Zedillo, que comenzó en diciembre de 1994, se golpeó a las principales organizaciones de narcotraficantes nacionales, pero la cantidad de drogas que se envía de México a Estados Unidos, donde más de 10 millones de personas las demandan, al parecer no disminuyó.
La detención de los Amezcua está precedida por la captura y extradición a Estados Unidos del jefe del llamado cartel del Golfo, Juan Gacía Abrego, la detención de Héctor "el Guero" Palma, líder del cartel de Sinaloa, y la muerte de Amado Carrillo, conocido como "el Señor de los Cielos".
El consumo no sufrió mayores disminuciones, aunque los dos países se esfuerzan en conjunto para disminuir el tráfico.
A veces actúan solos por temor a filtraciones, como sucedió con con el operativo Casablanca, en el que Estados Unidos descubrió una red de lavadores de dinero que involucra a banqueros de México y Venezuela.
Los consumidores de ice, cristal o cri-cri, drogas que producen euforia y provocan fuerte dependencia, se desesperarán quizá unos días con la detención de los Amezcua, e incluso podrían tornarse violentos.
Pero algún traficante nuevo o los enviados del sucesor de los detenidos logrará luego llegar hasta ellos para abastecerlos.
"Cuanto más se ataca al narcotráfico hay más corrupción y violencia y el consumo no para", señaló Crespo.
El general Jesús Gutiérrez, ex jefe antidrogas detenido el año pasado bajo el cargo de proteger a narcotraficantes, sostuvo que el gobierno lo persigue pues descubrió que los hermanos Amezcua trabajan con el suegro de Zedillo.
"Ningún familiar del presidente está involucrado", afirmó tajante el fiscal Herrán.
Estados Unidos "nos debería indemnizar por tanta porquería que nos dejan", declaró Zedillo el año pasado al comentar los costos políticos, económicos y sociales que América Latina paga por el alto consumo de drogas en los países industrializados.
Por México pasa la mayoría de la droga que se inyectan, inhalan, fuman o toman los estadounidenses. Investigaciones oficiales reconocen que la policía y los militares apenas logran confiscar entre 10 y 20 por ciento de los estupefacientes que se dirigen hacia el vecino del norte. (FIN/IPS/dc/mj/ip/98