La operación Casablanca sobre el narcolavado y el acercamiento a Cuba en la OEA enfrentaron a las jefas de la diplomacia de Estados Unidos y México, dentro de la Asamblea General del organismo que se realizó en Venezuela.
La Organización de Estados Americanos (OEA) "se basa en estar compuesta por democracias y Cuba no cumple esa condición", dijo el martes pasado en rueda de prensa Madeleine Albright, secretaria de Estado de Estados Unidos.
Un día antes, la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Rosario Green, había propuesto que la reincorporación de Cuba al organismo del que fue expulsado en 1962 fuera tratada por un grupo especial de la OEA, a fin de promover un consenso continental, iniciativa que fue desechada posteriormente.
Albright y Green sostuvieron un encuentro bilateral en Caracas el martes durante la permanencia de un día de la secretaria estadounidense, quien asistió unas horas a la 28 asamblea de la OEA, que se realizó entre el lunes y el miércoles, para bloquear cualquier intento de formalizar el trato del caso cubano en el organismo.
El tema de Cuba no fue tocado en el encuentro bilateral en que las dos cancilleres estuvieron solas, según expresó Green. "Las posiciones mutuas son conocidas y están tomadas y no hubiera tenido objeto", afirmó.
Pero la secretaria mexicana reiteró a Albright que su país juzgará a los efectivos estadounidenses que participaron en la operación Casablanca dentro de su territorio, por haber violado una serie de normas legales internas.
"Nosotros tenemos nuestras leyes y México las suyas", afirmó Albright al comentar este anuncio durante su encuentro con la prensa.
La falta de información sobre la operación encubierta para detectar banqueros mexicanos dispuestos a legitimar capitales provenientes del tráfico de drogas y la actuación de efectivos estadounidenses dentro de su territorio, provocó una protesta formal ante Washington del gobierno de México.
Albright precisó que quedó claro que "hace falta coordinar mejor" y lograrlo es "una alta prioridad para los dos países". Pero también aseguró que "lo crucial en la relación bilateral es mirar al futuro".
Añadió que los dos gobiernos sostendrán la semana próxima una reunión especial en Washington para revisar las acciones de cooperación bilaterales en la lucha contra el tráfico de drogas ilícitas.
Albright insistió en que "la relación básica entre México y Estados Unidos es muy buena" y calificó su relación con Green como "de amigas intimas".
Green comentó antes a la prensa que ahora toca "reparar el daño que la operación Casablanca ha causado a la cooperación de los dos países en el campo de los narcóticos".
La canciller mexicana recordó que en materia de lucha contra el tráfico de drogas existen unos 200 proyectos de cooperación con Estados Unidos, los que se revisarán durante la cita en Washington. (FIN/IPS/eg/ag/ip/98