Un creciente número de países respaldan la propuesta de un fiscal de oficio con potestad de abrir procedimientos por iniciativa propia en el Tribunal Penal Internacional (TPI) que negocian 159 países en esta capital.
En la primera parte de las conversaciones, que comenzaron el día 15, Estados Unidos lideró la oposición a acciones independientes de un fiscal del TPI.
Kenia, que se retractó de su anterior respaldo a las potestades de oficio, se sumó el lunes pasado a las filas de los que pretenden limitar la independencia del fiscal del TPI.
No obstante, la mayoría de las delegaciones participantes en las negociaciones, de cinco semanas de duración, respaldaron los esfuerzos por una fiscalía independiente.
Durante los debates del lunes, por ejemplo, 15 en 28 naciones se inclinaron por garantizar al fiscal la capacidad de llevar adelante investigaciones, normalmente después de su aprobación por parte de una cámara especial antes del jucio.
México, que hasta el momento había hablado contra los poderes de oficio, declaró su respaldo a una cámara previa al juicio como garantía contra procesos parciales.
Los países que querían potestades de oficio equilibradas por una cámara previa ahora tienen la ventaja numérica, dijo Jelena Pejic, del Comité de Abogados por los Derechos Humanos. Esto sería crucial, ya que el tema es uno en varios puntos polémicos que podrían solucionarse sólo por votación.
El número de países que pasó a respaldar la independencia del puesto es significativo, según fuentes de la conferencia. En los últimos días, Brasil, México, Venezuela, Francia y Siria cambiaron de posición.
El canciller francés Hubert Vedrine dijo que respalda "una decisión conjunta del fiscal y la cámara previa para iniciar los procedimientos.
El creciente apoyo a los poderes de oficio del fiscal dejó a Estados Unidos y otros países como China y Cuba en una posición aislada, dijo Pejic.
El cambio de actitud de la mayoría de los países no agradó a Estados Unidos, cuyo embajador ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Bill Richardson, calificó la propuesta de las potestades de oficio "nada realista y nada sabia".
Estados Unidos alega que el TPI podría quedar inundado de quejas que retrasarían su investigación sobre los crímenes más serios.
"La única forma en que la oficina del fiscal podría hacer frente a esa avalancha sería tomar decisiones que inevitablemente se considerarían políticas", dijo Richardson, qiuen la semana pasada fue nombrado para dirigir la secretaría de Energía de Estados Unidos. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lp/hd ip/98