El peligro de nuevos choques armados en el estado de Chiapas está cercano tras la renuncia del obispo Samuel Ruiz a su papel de mediador debido a diferencias con el gobierno de México, según grupos humanitarios.
Al mismo tiempo, y luego de varios meses sin enfrentamientos entre el guerrillero Ejército Popular Revolucionario (EPR) y militares, volvieron a presentarse combates entre esas fuerzas dejando 11 muertos y 21 detenidos en el estado de Guerrero.
El gobierno de Ernesto Zedillo parece preferir el conflicto, pues golpea a quienes median entre él y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), mientras con el EPR no intenta ningún diálogo, alertó el grupo Todos los Derechos para Todos, que reune a varias organizaciones humanitarias.
Con la dimisión de Ruiz, quedó disuelta la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI), integrada por intelectuales, académicos y religiosos.
Los miembros de la CONAI advirtieron en un comunicado que el gobierno "desmantela las condiciones necesarias para el diálogo", al tiempo que le exigieron "renunciar a su estrategia de guerra".
La comisión exhortó al EZLN a que, "continúe buscando una salida pacífica" a pesar de "las provocaciones gubernamentales (militarización, multiplicación de grupos armados irregulares, incumplimiento de acuerdos y campañas de despretigio)".
Aunque la guerrilla sostuvo desde 1994 que Ruiz y la CONAI eran los únicos mediadores calificados, el gobierno aseguró que la dimisión del sacerdote, a quien había acusado de obstáculo para la paz, no afectará el proceso de negociación, paralizado desde 1996.
Se procurará el diálogo directo para negociar con la guerrilla, prometieron portavoces oficiales.
Políticos de oposición y grupos humanitarios, opinan que sucederá todo lo contrario a lo previsto por el gobierno y advirtieron que la amenaza de choques armados entre el EZLN y los militares está hoy más presente que nunca.
Las dos fuerzas no se enfrentan desde enero de 1994, mes en el que el grupo insurgente tomó varios poblados y caminos y luego aceptó iniciar un proceso de pacificación con el aliento de la CONAI.
Ruiz, quien es acusado por algunos grupos de favorecer a la guerrilla y otros promueven como candidato al premio Nobel de la Paz, lamentó que el gobierno persiga a la Iglesia Católica del estado de Chiapas y del país y afirmó que las autoridades "desisitieron del camino del diálogo".
La secretaría de Gobernación (Interior) calificó las palabras de Ruiz de declaraciones tendenciosas y dolosas, y acusó al sacerdote, que trabaja en Chiapas hace tres décadas, de mentir y promover la participación de extranjeros "en asuntos que competen exclusivamente a los mexicanos".
El gobierno expulsó desde enero a más de 20 extranjeros que viajaron a Chiapas para realizar tareas de observación, derivadas de una matanza de 45 indígenas en diciembre, e impuso normas para reglamentar ese tipo de visitas, que el grupo humanitario Aministía Internacional consideró inaceptables.
La andanada de críticas que en los últimos meses recibió Ruiz por mantener posturas contrarias a la estrategia del gobierno en Chiapas llegó a su punto máximo cuando hace 10 días el presidente Zedillo demandó a los "teólogos de la violencia" rectificar actitudes.
La desaparición de la CONAI fue considerada por miembros de la Comisión de Concordia y Pacificación del Congreso como hecho muy grave, por lo que convocaron a una reunión urgente que permita definir una estrategia de acercamiento con la guerrilla.
La comandancia del EZLN no sale de sus reductos y se mantiene en silencio desde inicios de año.
Mientras el diálogo en Chiapas parece complicarse aun más, en el estado de Guerrero se registró el fin de semana un enfrentamiento entre militares y el guerrillero EPR, grupo que desde su irrupción en 1996 advirtió que cualquier agresión contra el EZLN sería respondida por sus fuerzas.
Según las versiones, fueron los guerrilleros del EPR, a quienes el gobierno considera simples delincuentes y les niega cualquier posibilidad de diálogo, los que atacaron a militares cuando fueron sorprendidos en el edificio de una escuela rural.
En el enfrentamineto, que duró alrededor de seis horas, murieron al parecer 11 guerrilleros y se detuvo a 21 sospechosos. El EPR, grupo al que el EZLN dice respetar, pero no compartir su proyecto, no realizaba ataques militares desde el año pasado. (FIN/IPS/dc/mj/ip hd/98