Hong Kong es aún lugar temporario de residencia de disidentes del resto de China, casi un año después del retorno de este territorio al control de Beijing.
Varios disidentes afrontan la próxima expiración de sus permisos de residencia, entre ellos el conocido Han Dong-Fang, quien huyó a Hong Kong hace cinco años y a quien se le prohibió regresar a Beijing, su lugar de origen.
"Si quieres libertad al estilo occidental, ve a Estados Unidos. Si quieres soñar, ve a Francia. Si quieres una revolución, quédate en Hong Kong o regresa a China", dijo uno de ellos.
Han eligió quedarse, pues no pudo retornar a Beijing. Su permanencia en Hong Kong pondrá a prueba la autonomía de la hoy región administrativa especial bajo el nuevo régimen, desde la devolución de la soberanía por parte de Gran Bretaña a China el 30 de junio de 1997.
"La decisión del gobierno de la región reflejará el clima político de Hong Kong y servirá de indicador de lo que sucederá en el futuro", dijo Han, líder del Sindicato Autónomo de Trabajadores de Beijing durante el movimiento prodemocrático abatido en junio de 1989 con la masacre de la plaza de Tiananmen.
El dirigente muestra optimismo. No es la primera vez que solicita la extensión de su permiso de residencia.
El gobierno autónomo de Hong Kong acaba de otorgar un año adicional de residencia a otro disidente, el sindicalista de la provincia de Guangzhou, Yang Huang, en este territorio desde 1995.
Al principio, su permiso era renovado cada tres meses, y luego cada año, pero las autoridades han rechazado cada solicitud de residencia permanente que plantea.
La única esperanza de los disidentes en que este hogar transitorio se convierta en permanente.
Al parecer, lo lograrán, así como los activistas de Hong Kong lograron que se celebrara otra vez, en esta ocasión bajo soberanía china, la ceremonia conmemorativa de la masacre de Tiananmen, como todos los 4 de junio hace nueve años.
Más de 40.000 personas se concentraron a pesar de la lluvia en el Parque Victoria el día 4 para conmemorar, nueve años después, la muerte a manos del ejército chino de cientos de manifestantes prodemocráticos en Tiananmen.
"En este rincón del territorio chino, continuaremos manteniendo vigilias y prendiendo velas para conmemorar Tiananmen todos los años", dijo el legislador electo Szeto Wah.
La lluvia se mezcló con las lágrimas de los manifestantes que intentaban mantener las velas prendidas debajo de los paraguas, en la primera conmemoración de la masacre de Tiananmen en Hong Kong desde que el territorio volvió a la soberanía china el 30 de junio de 1997.
Los activistas entonaban cánticos contra "la dictadura del partido único" y por el establecimiento del "poder del pueblo".
"He venido todos los años, pero esta vigilia es especial. Es la primera vez que la realizamos bajo soberanía de Beijing, lo que demuestra que la democracia en China es posible. Por cierto, vendré el año próximo", dijo Lai Kwai Yi.
Muchos pensaban que la ceremonia de 1997, 26 noches antes de la devolución de Hong Kong de Gran Bretaña a China, sería la última, y que la organización que la convoca, la Alianza de Apoyo a los Movimientos Patrióticos Democráticos Chinos, sería obligada a disolverse con el cambio de soberanía.
De todos modos, la vigilia volvió a realizarse, lo que indica que para Beijing ha sido hasta ahora imposible negar la libertad de expresión de los residentes de Hong Kong, si esa fuera su intención.
Martin Lee, presidente del Partido Democrático de Hong Kong, sostuvo que el principio de "un país, dos sistemas", acuñado por el fallecido patriarca comunista chino Deng Xiaoping y que permitió la devolución de la región administrativa especial, está fncionando.
Beijing ha aclarado que el gobierno central permitirá todo lo que no viole la ley de la región administrativa especial.
Algunos analistas llegan a afirmar que la ceremonia del 4 de junio deja en evidencia que el gobierno central chino deberá alentar las libertades políticas en las regiones del país para acompañar el crecimiento económico y la apertura al mundo.
Otros creen que la alta concurrencia a la vigilia demuestra que Hong Kong siente su destino ligado al de China, pues ambos lugares son ahora un solo país.
Los demócratas de Hong Kong no afrontarán grandes enfrentamientos con Beijing. Al menos por ahora, al parecer, la región no estará integrada a pleno en China. (FIN/IPS/tra- en/ccy/ral/mj/ip hd/98
