/BOLETIN-DD HH/

Prisioneros políticos liberados en Nigeria exigieron el retorno a la democracia de este país africano, y algunos prometen continuar con la militancia que los llevó a la cárcel durante el régimen del fallecido dictador Sani Abacha.

Los grupos democráticos del país, reunidos en el Comité de Acción Conjunta de Nigeria (JACON), declararon el martes 23 "Día de la Libertad", para celebrar públicamente la liberación de los detenidos.

El nuevo presidente de facto, el general Abdulsalam Abubakar, anunció el lunes pasado la liberación de nueve prisioneros políticos: Frank Ovie Kokori, Milton Dabibi, el general retirado Olusegun Obasanjo, Beko Ransome-Kuti, Chris Anyanwu, Alhaji Ibrahim Dasuki, el jefe Olabiyi Durojaiye, Uwen Udo y el jefe Bola Ige.

Varios de los liberados esta semana pidieron al nuevo presidente que libere a otros detenidos y que los militares vuelvan a los cuarteles.

"No habrá libertad aún para el país sin la libertad de Moshood Abiola y el mandato del pueblo", sentenció Kokori, secretario general del Sindicato Nacional de Empleados del Petróleo de Nigeria.

Kokori encabezó la huelga por la democracia realizada por trabajadores del petróleo tras la anulación de las elecciones presidenciales del 12 de junio de 1993, supuestamente ganadas por Abiola.

"El resto de mi vida lo voy a dedicar a la lucha. No daremos a los dictadores o los represores ninguna oportunidad", dijo el dirigente sindical a la prensa el miércoles pasado.

Beko Ransome-Kuti, médico y presidente de la organización Campaña por la Democracia, se declaró "sorprendido" cuando recibió la noticia de su liberación por "razones de salud".

El activista cumplía una sentencia de 15 años en prisión por participar en un supuesto golpe de Estado para derrocar a Abacha, muerto el día 8.

"La noticia de la muerte de Abacha me hizo muy feliz. El ejército debe irse, no tiene nada que ofrecer al pueblo. ¿Qué es lo que quiere?", preguntó Ransome-Kuti.

El ex jefe de Estado Olusegun Obasanjo, cuya libertad se limitó a los límites de su hacienda en Otta, 40 kilómetros al noroeste de Lagos, fue más cauto en sus comentarios desde que salió de la cárcel.

General del ejército, Obasanjo gobernó el país entre febrero de 1976 y octubre de 1979. "Para que la comunidad de naciones respete a Nigeria, todos debemos estar a bordo para asegurar su bienestar socioeconómico y político", dijo.

JACON, integrado por 52 organizaciones de derechos humanos y por la democracia, pidió al gobierno que libere a todos los prisioneros políticos del país, que anule toda ley draconiana y levante la prohibición de los sindicatos.

Las organizaciones democráticas también exigen que se suspenda la transición política establecida por Abacha.

Pero cuatro de los cinco partidos políticos habilitados de Nigeria, que habían elegido a Abacha como su único candidato presidencial, pidieron a Abubakar que extienda el período de transición, cuyo fin estaba previsto para el 1 de octubre, de tres a 12 meses más.

Los cuatro son el Partido Democrático de Nigeria, el Congreso por el Consenso Nacional, el Movimiento Democrático Popular y el Partido Nacional de Centro de Nigeria (NCPN).

Representantes de los cuatro partidos se reunieron con Abubakar y le presentaron las medidas que consideran necesarias para "resolver las anomalías del país y asegurar una fecha de término del gobierno militar y el retorno a la democracia", informó el presidente del NCPN, Magaji Abdullahi.

Los dirigentes partidarios revelaron que Abacha los había presionado para que lo eligieran como candidato presidencial.

El diario Guardian entrevistó el jueves a Lai Ogunrinade, dirigente del Movimiento Democrático Popular, y este reconoció que su partido no tuvo otra opción que designar a Abacha.

"Todos saben que fuimos intimidados. Los presentes en la convención partidaria vieron lo que ocurrió, cómo nuestra gente, que gritaba 'no' a la candidatura de Abacha, fue corrida del lugar por policías antimotines", sostuvo.

La muerte de Abacha dejó libre el "camino para que podamos elegir nuestro candidato presidencial", añadió Ogunrinade.

Pero la repentina autocrítica de los partidos tras la muerte de Abacha es una razón más para que el pueblo no crea en su dirigencia política, aseguró el analista político Ola Ogunniyi.

"Nuestros políticos son cobardes y no tienen vergüenza. Rezo para que Abubakar tome sus propias decisiones sin tomar en cuenta a estos llamados dirigentes del pensamiento", manifestó Ogunniyi a IPS.

Es preocupante que los políticos hayan "esperado hasta la muerte de Abacha para informarle a la nación de las supuestas presiones del gobierno", comentó. (FIN/IPS/tra-en/ro/pm/aq-lp/ip hd/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe