BIRMANIA: Gobierno utiliza violación como método de guerra

El mundo conoce la guerra civil desatada hace 40 años entre minorías étnicas de Birmania y el gobierno, pero poco sabe sobre la violencia sexual que sufren las mujeres a manos de los militares.

El informe titulado "Escuela para la Violación", de la organización de derechos humanos Earthrights International, arroja luz sobre las experiencias violentas y traumáticas que sufren las mujeres, sobre todo de minorías étnicas, en la guerra civil birmana.

Casi 1,3 millones de mujeres y niñas "que escaparon de campamentos o se encuentran huyendo dentro de las fronteras de Birmania" corren serios riesgos de sufrir violación a manos de los militares, estimó el informe.

Un millón de birmanos que huyeron de sus hogares, pero no pudieron cruzar la frontera se mantienen como desplazados internos.

Casi 80 por ciento de los refugiados son mujeres y niños que huyen de la amenaza que el ejército birmano representa para sus vidas y cuerpos.

La violación "es considerada inevitable y secundaria a la 'verdadera actividad de la guerra' y, por tanto, es ignorada en forma conveniente", señaló la redactora del informe, Betsy Apple.

La mayoría de las mujeres violadas pertenecen a las más de 20 minorías étnicas de Birmania. Aunque, desde 1995, muchos de estos grupos firmaron armisticios con el régimen militar, la guerra continúa contra facciones de los karen, shan, karenni y chin que no abandonan su lucha por la autonomía.

Son las mujeres y niñas de estas comunidades las que sufren la represión de la junta militar en su intento de consolidar su poder en el país.

Cuando el ejército ingresa en zonas de conflicto, las mujeres son violadas por los soldados del régimen en sus propios hogares o en bases militares, explicó el informe de Earthrights International.

Muchas mujeres también son obligadas a realizar trabajos forzados en la construcción, en proyectos de infraestructura o como porteras, donde se las puede aislar y violar con facilidad, añade el informe.

Las mujeres también son violadas si se sopecha de su asociación con la guerrilla, grupos políticos o estudiantiles opuestos al régimen. También existe evidencia de mujeres violadas en "matrimonios forzados" con soldados.

"Las Convenciones de Ginebra prohibieron la violación como método de guerra hace 50 años. Pero las mujeres birmanas son violadas por los soldados en sus casas, en ocasiones frente a sus esposos o familias", denunció el Frente Democrático de Estudiantes Birmanos, grupo de exiliados con sede en Tailandia.

"En cierto sentido, la generalización de las violaciones en la guerra las hicieron parecer naturales", dijo Apple.

Ideas tradicionales sobre el impulso sexual del varón y la necesidad de la actividad sexual para mantener el sentido de masculinidad, además de tratar a la violación como un acto sexual y no de violencia, condujeron a que el acto se considere un "aspecto inevitable y quizá necesario de la guerra", sostuvo.

La clave para comprender el fenómeno de la violación en la guerra radica en examinar sus causas, en este caso, al analizar las vidas y experiencias de los soldados del ejército birmano, asegura Apple.

El informe señala que, con frecuencia, los soldados son supervivientes de la violencia tanto como las mujeres a las que violan.

Se estima que de de los más de 300.000 soldados del ejército, la mayoría son menores de 18 años a quienes se niegan las comodidades básicas, el tratamiento médico y un salario mínimo.

Con frecuencia, los soldados fueron reclutados por la fuerza al ejército y en sus vidas cotidianas son sometidos a formas extremas de tortura y violencia, lo cual crea un ambiente que fomenta y perpetúa la violación.

El régimen, como parte de su esfuerzo para "lavar el cerebro" de los soldados, les prohíbe todo contacto con el mundo exterior, incluso con sus familias.

Además, a los combatientes se les dice que la sangre birmana es la mejor. La violación de las mujeres de las minorías se utiliza, entonces, como una herramienta de limpieza étnica para propagar la "raza" birmana.

De igual manera, la violación sirve como una forma de venganza de los soldados contra los hombres de las minorías insurgentes a quienes combaten.

Aunque no se sabe de casos de violación por parte de las guerrillas de las minorías étnicas mientras capturan territorio al ejército birmano, algunos activistas indican que estos grupos también están dominados por los hombres y tienden a ignorar el sufrimiento de las mujeres.

Hay pocas mujeres dirigentes en el movimiento insurgente y, en ocasiones, los líderes de la guerrilla minimizan las violaciones que sus mujeres sufren a manos del ejército birmano. (FIN/IPS/tra- en/tag/js/aq-mj/hd ip/98

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