La temporada de huracanes llegó una vez más hasta el pueblo de Douglas, en este país del Caribe, pero esta vez sus habitantes esperan enfrentar con éxito los avatares del clima, que solía arrasar con sus cultivos y hogares.
"Hubo un tiempo en que este pueblo estaba amenazado por la destrucción total", recordó Micala Baraono, habitante de esta localidad de Belice cercana a la frontera de México, que en el pasado ya perdió todas sus pertenencias a causa de las lluvias.
En 1998, los 5.000 residentes de Douglas se enfrentarán a las lluvias con las herramientas proporcionadas por un proyecto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para enfrentar desastres naturales.
El Proyecto de Mitigación de Desastres Río Hondo asiste a los habitantes del pueblo en la identificación de terrenos más adecuados para plantar sus cultivos y levantar sus viviendas, que en otros tiempos eran asediadas por las inundaciones.
El PNUD destinó 160.000 dólares para iniciar el proyecto, que pretende evitar la repetición del gran desastre de 1995, cuando el huracán Roxanne provocó fuertes lluvias que causaron el desbordamiento del río Hondo.
El río arrasó con el ganado y los cultivos. El agua permaneció varios días sobre el terreno, con lo cual se arruinaron todas las cosechas de los habitantes de Douglas, que basan su economía en la agricultura.
Los principales cultivos de Douglas son la caña de azúcar, el maíz, las frutas y las verduras.
"El pueblo de Douglas es como una isla, así que en este proyecto nos enseñan qué debemos hacer cuando hay inundaciones, dónde colocar nuestras cosas, cómo salvaguardar nuestra agricultura y preservar nuestras cosechas", dijo Megdiel Teyul.
El representante del PNUD en Belice, Moises Cal, destacó que una vez completado el proceso de entrenamiento se espera que "los líderes de la comunidad puedan transmitir estos conocimientos a las futuras generaciones".
Junto con la preparación para la prevención de desastres, los habitantes de Douglas reciben capacitación para mejorar y diversificar sus cultivos, incluidas técnicas de procesamiento de productos que les permitan añadir valor agregado, explicó Harold Parham, director del proyecto.
También se incluyó un programa de reforestación destinado a recuperar las áreas verdes que han sido arrasadas por huracanes como el Hattie, que pasó por este país en 1961 y destruyó su capital, Belice.
Otro de los aspectos que se está abordando, pues también resulta afectado por los desastres naturales, es el del aprovisionamiento de agua potable.
"Pretendemos garantizar el abastecimiento para evitar las enfermedades que suelen acompañar a los desastres", explicó Parham. (FIN/IPS/tra-en/rc/cb/lc-ml/en/98