La obra "Citizen Chi" tuvo un paso fulgurante por la cartelera de Zimbabwe, con un drama que retrata las desventuras de una joven africana violada, y en ese proceso expone algunas de las principales debilidades de la Constitución de este país.
La presentación de Citizen Chi (Ciudadana Chi), que se prepara para partir de gira hacia Escocia y Suecia cuando cierre su temporada en los Harare Gardens de esta capital, el domingo 14, coincidió con las deliberaciones de una Asamblea Nacional Constituyente sobre una reforma constitucional.
"Citizen Chi" (Ciudadana Chi) tiene mucho que ver con el cuerpo legal de este país. En el escenario, una mujer víctima de violación acude a denunciar el hecho, pero nuevamente está en peligro de ser violada, esta vez por el policía de turno.
El policía le advierte que ella pide ser violada por su forma de vestir, y amenaza con encerrarla acusada de prostitución, a menos que se acueste con él.
Chi, interpretada por la actriz Ellen Magoge, inicia de esta forma una travesía en busca de justicia, y la obra revela las dificultades que debe enfrentar para conseguir su objetivo. La pieza es valiente y logró aumentar la temperatura del debate político y social en este país del sur africano.
El autor de la obra, Andrew Whaley, quien codirigió el montaje con Daves Guzha, admitió que se propuso "cuestionar nuestra Constitución a través de los ojos de una mujer, en forma amena".
Whaley dijo que escogió a Chi porque las mujeres deben aguantar agresiones en forma constante. "Quise proclamar que ella tenía el derecho a escoger", aunque la Constitución permite que "vuelvan a ser víctimas si se atreven a hablar".
"No podemos continuar con esta situación permitida por una Constitución abusiva", añadió el dramaturgo, quien con sus críticas apunta a "la organización social" de Zimbabwe, que es permisiva con ciertas actitudes de los hombres.
El autor precisó que pretendió cuestionar la realidad del país y planteó algunas preguntas: ¿Cuán efectivas son nuestras instituciones cuando se trata de aplicar la ley? y ¿a quiénes benefician?
La protagonista Magoge comentó que "esta obra es sobre las mujeres, que siempre son consideradas como ciudadanos de segunda clase, pero también habla sobre los derechos de los campesinos, de los homosexuales y de otros grupos".
"Llegó la hora de que los habitantes de este país se detengan a mirar a su alrededor para ver lo que sucede, para tener conciencia sobre eso", dijo Magoge, quien consideró que muchas personas desconocen sus derechos. "Cuando conoces tus derechos, sabes cómo actuar".
"No estamos contra el gobierno ni contra el presidente, pero la gente quiere un cambio", agregó el actor Eyahra Mathazia, quien interpreta al policía.
La reforma constitucional es un tema de debate en este país africano. La Asamblea Nacional Constituyente fue creada en febrero por iniciativa de grupos religiosos, sindicales y de derechos humanos, y tiene la misión de entregar propuestas para mejorar la Constitución.
La Asamblea es la primera en su tipo desde 1980, cuando Zimbabwe obtuvo su independencia. En el proceso de debate constitucional, la obra "Citizen Chi" también desempeña un papel.
Por ejemplo, una espectadora, Catherine Mukinya, la fue a ver "para saber cuál es su aporte en el debate constitucional". Beryl Mutonono, quien ya la vio varias veces, opinó que "habla sobre lo que la mayor parte de la gente dice a puertas cerradas".
"La obra me dio la oportunidad de cuestionar la Constitución desde el punto de vista de los derechos de las mujeres, los homosexuales y los campesinos. Hasta ahora, el debate constitucional se limitaba a los intelectuales", agregó Mutonono.
Desde el punto de vista formal, "Citizen Chi" enfrenta algunos cuestionamientos. "Abarca demasiados temas, carece de un foco y termina siendo poco clara", comentó Susan Hains, de la Organización Nacional del Teatro.
Pero Hains admitió que este tipo de montajes teatrales "son necesarios, pues ayudan a despertar la conciencia de la gente". (FIN/IPS/tra-en/mn/pm/lc-ml/cr/98