(Arte y Cultura) SIERRA LEONA: Cantante comprometida muere pero su voz sobrevive

Onike MaCauley murió, pero los habitantes de Sierra Leona no están dispuestos a olvidarla y su voz sigue fluyendo desde los locales nocturnos, los parlantes de las radios y los televisores.

Onike mezcló el Rythm and Blues con los ritmos tradicionales de Sierra Leona y aportó su voz para generar una fusión que la convirtió en favorita de este país africano, donde fue pionera entre las mujeres cantantes, símbolo de la lucha feminista y defensora de la democracia.

"La voy a extrañar tanto… ella era talentosa, enérgica y muy original", manifestó el músico Mustapha Attilla.

Attilla solía acompañar a la cantante, que falleció el día 19 a los 51 años como consecuencia de un cáncer cuya evolución había mantenido en reserva.

La artista ya había publicado cinco discos en Sierra Leona y al momento de su muerte estaba avanzada en la producción del sexto, que ahora será lanzado como obra póstuma en julio. Para muchos de sus admiradores fue una sorpresa enterarse de su edad cuando murió, pues ella la ocultaba como "secreto de estado".

"Esta es una gran pérdida para la música de Sierra Leona y de toda esta subregión", afirmó el músico Ahmed Janka Nabay. De hecho, las canciones de Onike también habían llegado a Gambia, Nigeria, Guinea, Liberia y Ghana, países en los cuales realizó conciertos.

Más allá de su voz, la cantante también será recordada por su adhesión a causas humanitarias y sus esfuerzos por promover la paz.

Una de sus canciones más populares es "Leh we love weself" (Amémonos los unos a los otros), en la que hizo un llamado al gobierno y a los guerrilleros del Frente Unido Revolucionario para que dejaran de lado sus diferencias y trabajaran por el progreso de Sierra Leona.

Y una semana antes de su muerte, estaba embarcada en los preparativos para realizar un concierto sobre "El Retorno de la Democracia". Onike fue una de las personalidades que celebraron el regreso al poder del presidente Ahmed Tejan Kabbah.

Onike MaCauley fue subinspectora del Departamento de Policía de Sierra Leona y dio los primeros pasos en la música como cantante en el grupo musical de esta organización.

"He sido artista durante los últimos 20 años y pretendo morir siéndolo", dijo en una reciente entrevista. También era común que hiciera llamados a las mujeres para incorporarse a la interpretación musical, con el fin de irrumpir en un sector dominado por hombres.

Y es probable que Onike siga viviendo en las voces de otras artistas que imitan su estilo peculiar.

"Ella era mi modelo, mi mentora y mi amiga; trabajé con ella varias veces y me impulsó a grabar mi primer disco", expresó Fatmata Conteh, quien a los 16 años se prepara para debutar en el mercado musical de Sierra Leona.

Entretanto, la Asociación de Músicos y Actores de Sierra Leona ya anunció que le rendirá un homenaje a Onike: reconocerán su contribución al arte de este país mediante la construcción de un monumento en su honor. (FIN/IPS/tra-en/lf/pm/mk/lc-ml/cr/98

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