Los viceministros responsables de comercio exterior de 34 países fijaron hoy las instrucciones para la negociación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), con un día de demora debido a desacuerdo acerca del modo de participación de la sociedad civil en el proceso.
La presidenta del Comité de Negociaciones Comerciales, la canadiense Katryn McCaullin, consideró que la reunión de tres días realizada en Buenos Aires alcanzó sus objetivos, pese a la prolongada discusión sobre la participación ciudadana.
Los delegados alcanzaron finalmente una solución de consenso, aunque transitoria, pues será revisada en septiembre. Consiste en aceptar que las organizaciones no gubernamentales presenten sus propuestas y recomendaciones por escrito, en lugar de hacerlo en audiencias, seminarios o talleres.
El debate dividó la reunión entre los países que proponían la intervención activa de la sociedad civil en el proceso del ALCA, a través de sus organizaciones representativas, y los que se resistían a esa participación, por temor a demoras en una negociación comercial que debe finalizar en el 2005.
El representante argentino Jorge Campbell señaló que la negociación del ALCA debe ser transparente, según dispusieron los jefes de Estado y de gobierno en la II Cumbre de las Américas, realizada hace dos meses en Santiago de Chile. Y eso se logra con la participación de la sociedad civil, agregó.
También se prolongó la discusión de medidas contra el comercio desleal. El bloque del Mercosur (Mercado Común del Sur) sostuvo que las reglas deben ser adoptadas por todos los países que aspiran a formar parte del ALCA y, por lo tanto, Estados Unidos tiene que dar mayor transparencia a sus medidas contra ese tipo de comercio.
El criterio expuesto por el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) generó resistencias en la delegación de Estados Unidos.
Campbell negó afirmaciones que atribuyen al Mercosur la intención de restar velocidad al ALCA. Al respecto, aseguró que se trata de "un prejuicio" sin fundamento, pues los países del Mercosur fueron los que más iniciativas presentaron en la reunión de Buenos Aires para avanzar en las negociaciones.
En materia de rebaja de aranceles, los viceministros convinieron en que debe realizarse de manera progresiva y lineal, pero no se fijaron plazos. La agenda de la reunión sólo contemplaba decisiones en cuanto al modo de negociar, pero no la definición de programas de desarme arancelario.
También determinaron mandatos de negociación para los nueve grupos que se formaron para discutir sobre agricultura, subsidios, políticas de competencia, acceso a mercados, inversiones, servicios, compras del sector público, propiedad intelectual, solución de controversias y pequeñas economías.
Esos mandatos son generales y podrían ir incoprorando pautas más específicas a medida que la maquinaria comience a trabajar, explicitó Alfredo Morelli, quien también participó en nombre de Argentina en las deliberaciones.
Así mismo, se dispuso la creación de dos comités, uno de representantes gubernamentales ante la sociedad civil y otro sobre comercio electrónico, en cuya definición fue controvertido el peso que deberán tener el sector privado.
Al final se aceptó, como propuso el Mercosur, que la última palabra en materia de comercio electrónico corresponda a los gobiernos y no a los empresarios, informó Campbell.
Luego, se concluyó que las miles de medidas de facilitación de negocios deben ser compiladas por un organismo que podría ser el Banco Interamericano de Desarrollo, y que más adelante se analizará cuáles de ellas se incorporan al proceso de negociación comercial.
Los viceministros no pudieron avanzar en las discusiones acerca de la propiedad intelectual, lo que se refleja en el documento final, que dedica apenas dos renglones vagos a instrucciones para los negociadores de este grupo.
La reunión fue presidida por al viceministra McCaullin, quien insistió en que toda la negociación está supeditada a que el Congreso de Estados Unidos apruebe la "vía rápida", potestad concedida al Poder Ejecutivo para negociar acuerdos internacionales sin posibilidad de enmiendas posteriores.
McCaullin aseguró que en los próximos días comenzarán a implementarse las decisiones adoptadas en la reunión de Buenos Aires.
Canadá y Estados Unidos no pudieron lograr que se aprobaran medidas en el corto plazo, pues primó la posición del Mercosur y otros bloques de la región de reiterar el principio acordado en reuniones anteriores de que ninguna negociación estará cerrada hasta que todo esté cerrado. (FIN/IPS/mv/ff-mj/if/98