AMERICA CENTRAL: Viagra, un peligroso camino a la felicidad

Dos millones de hombres afectados de impotencia sexual esperan la llegada a América Central de la píldora Viagra, a pesar de las peligrosas consecuencias que acarrea su uso en ciertos pacientes.

Seis estadounidenses y un brasileño que buscaban en Viagra una solución a su impotencia encontraron en las últimas semanas la muerte debido a los efectos secundarios del producto.

La transnacional estadounidense Pfizer, productora de Viagra, aparenta no estar dispuesta a detener sus planes de comercializar el revolucionario medicamento en América Latina, cuyo mercado potencial es de unos 40 millones de hombres.

La puerta de entrada a la región se abrió a finales de mayo por México y América Central con el suministro experimental de Viagra a 360 mexicanos, 20 costarricenses, 10 guatemaltecos y 10 panameños con el fin de detectar eventuales efectos secundarios del producto entre la población latinoamericana.

Pfizer estima que en América Central existen unos dos millones de hombres que padecen disfunciones sexuales, aproximadamente 7,5 por ciento de los varones de la región, que podrían comprar las pastillas cuyo costo en Estados Unidos es de entre 10 y 12 dólares cada una.

El médico Luis Moreno, representante de Pfizer en Panamá, indicó que hasta ahora las pruebas con humanos se realizaron en Estados Unidos y que "no es lo mismo un individuo sajón de un metro noventa de alto y 230 libras (unos 105 kilogramos) que un panameño con la mitad de esas medidas", subrayó.

"Es probable que se requieran dosis diferentes, o quizás no, pero eso hay que determinarlo", acotó Moreno al explicar el propósito de la investigación.

El médico minimizó los efectos secundarios de Viagra, a pesar de los fallecimientos de algunos pacientes con antecedentes de enfermedades cardíacas que usaron la píldora.

Moreno explicó que los efectos colaterales descubiertos en las investigaciones son dolores de cabeza, alteración en la percepción de los colores, visión borrosa y malestar estomacal, ninguno de los cuales representa peligro de muerte.

Pero Udo Jonas, profesor de urología de la Facultad de Medicina de Hannover, Alemania, advirtió en un congreso en su país que Viagra "produce más efectos secundarios de los anunciados hasta ahora".

Jonas señaló que desde que se realizaron las pruebas de Viagra con humanos Pfizer ha multiplicado la dosificación del medicamento unas 20 veces, lo cual, a su juicio, "supondría también una multiplicación de los efectos secundarios".

Tras denunciar que "la multiplicación de la dosis que a modo experimental se aplica actualmente en animales ha provocado ceguera", Jonas precisó que los efectos secundarios en humanos se manifiestan en al menos 14 por ciento de los casos y no en 2,7 por ciento que aduce Pfizer.

Sin embargo, la Iglesia Católica y las protestantes de América Central se han sumado a las voces que claman por el uso de Viagra como vía para alcanzar la felicidad sexual de millones de hombres que padecen impotencia.

El arzobispo de San José de Costa Rica, Román Arrieta, declaró la semana pasada que el uso de Viagra por parte de un esposo "puede resultar hasta beneficioso para superar su mal, por lo que los fieles pueden usarlo tranquilamente".

Pese a que no abrió juicio sobre los efectos secundarios que se le atribuyen a Viagra, Arrieta precisó que ese medicamente puede contribuir a que las parejas "puedan realizar normalmente el acto conyugal, algo a lo que tienen pleno derecho por ser esposos".

El pastor de la Iglesia Metodista de Costa Rica, Emilio González, y el de la Pentecostal, José Vargas, dijeron, por su parte, que Viagra puede ayudar a fortalecer el matrimonio.

Las opiniones de la población también se dividen entre quienes justifican el uso de la píldora para superar los padecimientos de tipo sexual y otros que claman que todo debe dejarse librado a los dictados de la naturaleza.

Así se manifestaron los entrevistados por la cámara del canal 13 de televisión de Panamá a mediados de mayo. "Si el hombre no puede, no puede… y de nada sirve estimular su cuerpo con pastillitas", declaró un hombre maduro durante una entrevista casual realizada en la avenida central de la capital panameña.

Los hombres y mujeres menores de 30 años se mostraron a favor de estimular artificialmente la sexualidad.

Las autoridades sanitarias de los países centroamericanaos y los expertos también han reclamado "cordura" frente a Viagra.

El viceminisitro de Salud Pública de Honduras, José Manuel Matheu, advirtió que el gobierno "aplicará graves sanciones" a quienes importen y comercialicen Viagra sin autorización gubernamental, porque de lo contrario "hay riesgos".

Jorge Arguedas, vocero de Pfizer en Honduras, dijo al respecto que se ha solicitado el permiso en ese país y los demás de América Central para introducir el producto.

La ministra de Salud de Panamá, Aída Moreno, también señaló que el producto no se podrá comercializar en su país mientras no haya autorización oficial.

El urólogo panameño Juan Monterrey advirtió, por su parte, que Viagra no es recomendable para todos los casos de difunción sexual, pues existen afecciones severas producto de la arteriosclerosis o situaciones neurológicas muy graves donde la pastilla no funciona.

Sin embargo, Viagra "es la pastilla que desde hace mucho tiempo hemos estado esperando los médicos y pacientes" que han perdido la capacidad de obtener una feliz relación sexual a causa de la impotencia, dijo. (FIN/IPS/sh/mj/he/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe