Compañías de seguros del mundo golpeadas por las consecuencias del cambio climático buscan un papel activo en una conferencia de la ONU a celebrarse en noviembre en Argentina, con la meta de fijar objetivos para enfrentar la crisis.
Ejecutivos de empresas de seguros de más de 15 países se comprometieron esta semana en la ciudad de Colonia, Alemania, durante una conferencia industrial realizada en asociación con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Los ejecutivos revisaron el tratado producido el año pasado en Kyoto, Japón, en la tercer conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Las conversaciones en curso hasta el 12 de este mes revisan las medidas para implementar el protocolo de Kyoto y preparan la cuarta conferencia de las partes de noviembre en Buenos Aires, Argentina.
Organizaciones no gubernamentales ambientalistas alertaron el martes que grandes industrias en Estados Unidos utilizan su influencia sobre políticos, periodistas y el público para "ahogar el tratado sobre recalentamiento" de Kyoto.
La advertencia fue hecha en conferencia de prensa por el Fondo Nacional del Ambiente, Acción Ozono y la Red de Acción por el Clima de Estados Unidos.
El protocolo de Kyoto es un acuerdo de cumplimiento obligatorio bajo el cual los países industrializados reducirán 5,2 por ciento en relación a 1990 sus emisiones colectivas de gases con efecto invernadero.
La meta es reducir las emisiones de seis gases invernadero sobre un cálculo promedio durante el período de cinco años entre el 2008 y el 2012.
Muchas creen que el mundo empresarial sigue siendo un obstáculo al progreso para implementar el tratado de Kyoto, pero el hecho es que la industria de los seguros se convirtió en una presión creíble que impulsa hacia adelante la agenda ambiental, dijo el martes Klaus Toepfer, en la conferencia en Colonia.
"Los gobiernos necesitan reconocer que las compañías de seguros tienen mucho que ofrecer cuando se trata de conocimiento técnico y recursos financieros en respaldo a sus políticas de desarrollo sustentable", agregó Topfer.
Walter Jacobi, director ejecutivo de Gerling Global Re, una de las primeras compañías de seguros del mundo, estuvo de acuerdo en que "un mejor entendimiento de los riesgos ambientales es de importancia clave para las empresas de seguros".
Gerling is una de las 74 compañías que integran la "Iniciativa Industria de Seguros para el Ambiente, en Asociación con el PNUMA".
Las 74 provienen de Alemania, Argentina, Australia, Austria, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Hong Kong, Indonesia, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Portugal, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Tanzania y Tailandia.
La iniciativa de seguros del PNUMA fue lanzada en 1995 para involucrar a aseguradores y administradores de activos "en un diálogo constructivo sobre el nexo entre el desarrollo económico, la protección ambiental y el desarrollo sustantable".
Una parte central de la iniciativa consiste en impulsar a las empresas aseguradores a adherir a la Declaración de Compromiso Ambiental del PNUMA, la cual establece que los signatarios incorporen prácticas ambientales sólidas a sus operaciones.
Es de interés de la industria aseguradora participar en los temas ambientales, dijo Bernd Schanzenbaecher, del PNUMA.
El riesgo ambiental es un riesgo empresarial para la industria de seguros. Un gran aumento en los reclamos por daños causados por desastres ambientales y fenómenos climáticos extremos ha revelado la necesidad de que la industria de los seguros encare temas como la contaminación local y el cambio climático mundial.
Además, hay oportunidades empresariales. Un nuevo público está intersado en fondos de pensión "verdes" o "éticos", administrados por gerentes que sólo invierten sus fondos en compañías respetuosas del ambiente, agregó Schanzenbaecher. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/lp/en if/98