El rencor y la amargura por su postergación en una prevista entrega de medallas al mérito determinaron a un sargento mayor de la Guardia Suiza del Vaticano a asesinar a su jefe y a la esposa de éste y a suicidarse luego, aseguró hoy el portavoz del Papa, Joaquín Navarro Valls.
El sargento mayor Cedric Tornay, 23 años, mató el lunes a balazos al comandante Alois Estermann, 44 años, que el mismo día había sido designado jefe de la Guardia Suiza del papa Juan Pablo II.
Tornay también asesinó a la esposa de Estermann, la médica venezolana Gladys Meza, de 43 años, con su pistola semiautomática de servicio. A continuación volvió al arma contra sí mismo, para suicidarse, de acuerdo con la versión divulgada por Navarro Valls en conferencia de prensa.
Los tres cadáveres fueron hallados sobre las 21 hora local (19:00 GMT) en el apartamento del matrimonio Estermann, en el Vaticano, aunque la información se entregó pasada la medianoche. El arma fue encontrada bajo el cadáver de Tornay, que disparó cuatro balas contra Estermann y Meza.
Navarro Valls fundamentó su versión de la tragedia en las investigaciones preliminares y en la autopsia de los tres cuerpos, aunque puntualizó que esta última aún no había concluido.
"Estermann amonestó severamente a Tornay el 12 de febrero por infracción repetidas de ciertas normas de la Guardia Suiza, concretamente por no haber regresado una noche al cuartel", señaló el portavoz.
Así mismo, el sargento mayor entregó a un compañero, una hora y media antes del hecho, una carta dirigida a sus familiares, pidiéndole que la enviara en el caso de que le sucediera algo.
Tornay había dicho el mismo lunes que se sentía amargado por su exlusión de la lista de los guardias suizos que este miércoles, en la fiesta anual del cuerpo, debían recibir una medalla al mérito.
La ceremonia, prevista también para el juramento de 49 nuevos soldados del Papa, fue suspendida a causa del asesinato del jefe de la Guardia Suiza, quien se destacó el 13 de mayo de 1981, el día en que el turco Alí Agca intentó matar a Juan Pablo II.
Estermann, entonces capitán, cubrió con su cuerpo al Papa después de los dos primeros disparos de Agca.
Navarro Valls descartó la posibilidad de que Tornay hubiera sido inducido por móviles de tipo sentimental, sugerida por un periodista pero excluída "por elementos objetivos", según dijo el portavoz.
También "bastaba conocer al comandante Estermann y a su mujer Gladys e incluso al joven sargento mayor para darse cuenta que no existía ningún elemento de ese tipo", agregó.
El Papa, que recibió la noticia del asesinato con mucha tristeza, dada su relación personal con el jefe de su guardia, envió un telegrama de condolencias a los parientes de Estermann en Suiza, informó el portavoz.
La Guardia Suiza, creada oficialmente el 26 de enero de 1506 por el Papa Julio II, está formada por cien voluntarios procedentes de todos los cantones de Suiza. La componen cuatro oficiales, un capellán, 25 suboficiales y 70 soldados.
Julio II pidió a los cantones suizos que le proporcionaran alabarderos para su protección personal. Los voluntarios deben ser católicos, de al menos 1,74 de estatura y haber realizado el servicio mlitar en Suiza.
Los guardias del Papa perciben una paga mensual de 770 dólares y su uniforme multicolor fue diseñado por Miguel Angel.
En su primera y también última entrevista, Estermann había expresado el lunes su agradecimiento a Juan Pablo II por la confianza depositada en él. También dijo que rezaba por estar siempre cercano al pontífice.
Integrar la guardia que protege al Papa "significa tener sobre las espaldas una enorme responsabilidad y al mismo tiempo un gran honor", agregó al diario italiano La Repubblica.
Así mismo, restó importancia a su decisión de cubrir al Papa con su cuerpo en ocasión del atentado de 1981.
"Forma parte de nuestras tareas y cuando es necesario, no vacilamos en hacer de escudo con nuestra persona para salvar" al pontífice. Pero Agca "fue más rápido" y la guardia no pudo evitar que Juan Pablo II resultara herido, declaró Estermann.
También dijo que su esposa había recibido con alegría su promoción al mando de la Guardia Suiza. El diario Osservatore Romano, del Vaticano, señaló que Estermann era "muy estimado, serio, simple, atento, culto y ligado al deber".
Los funerales de los Estermann, que estaban casados desde hacía 12 años y no tenían hijos, se efectuarán este miércoles en el Vaticano. El oficio religioso será presidido por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano. (FIN/IPS/jp/ff/ip/98