URUGUAY: Cierre de banco sacude plaza financiera

El cierre hoy de Eurobanco, uno de los 23 bancos privados de Uruguay, generó preocupación en el gobierno y en el sindicato de trabajadores y aumentó las dudas sobre la plaza local como centro financiero del Cono Sur de América.

Los empleados de Eurobanco ocuparon la institución en la tarde del miércoles, una medida de fuerza que no se registraba en la banca desde antes del golpe militar de 1973.

La institución, uno de los 23 bancos privados que operan en este país, ingresó al mercado en 1997 con el respaldo de un consorcio que integran el banco O' Higgins, de Chile, y el Central Hispanoamericano de España.

Eurobanco cuenta con activos por 106,6 millones de dólares y pasivos por 97,6 millones y deja cesantes a 140 trabajadores, una plantilla cantidad considerada pequeña con relación al resto de la banca.

Al finalizar 1997, Eurobanco ocupaba el 20 lugar en cuanto a depósitos y el puesto 19 en volumen de patrimonio en el sistema financiero uruguayo.

En la plaza financiera local, además de los 23 bancos privados operan dos de propiedad estatal, 11 casas financieras no bancarias y seis cooperativas de ahorro y crédito.

Beningno Rodríguez, presidente de Eurobanco, justificó el cierre al decir que "hemos llegado tarde al país (en el negocio) de la banca de consumo".

El Banco Central aseguró en un comunicado que se devolverán los depósitos a los ahorristas de Eurobanco y que la situación "no tendrá repercusiones sobre al sistema financiero".

Pero Juan José Ramos, dirigiente de la poderosa Asociación de Empleados Bancarios de Uruguay (AEBU), afirmó a IPS que el cierre de Eurobanco no sólo genera problemas de desempleo, sino que también afecta al sistema.

Según Ramos, la mitad de los clientes del banco son depositantes y los demás operaban con créditos. La cancelación de esas líneas provocará problemas, "especialmente cuando la plaza se ha vuelvo restrictiva en el otorgamiento de créditos".

En los últimos meses se registró un sustancial aumento en el número de concordatos empresariales (acuerdos judiciales para el pago de deudas de una firma en crisis). El mayor de ellos fue iniciativa de la empresa avícola Granja Moro, en cuyo directorio estaban representados el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Las deudas de Granja Moro a los bancos determinaron una restricción general de créditos y de descuento de documentos de pagos.

Ramos advirtió que el cierre de Eurobanco afectará la imagen de la plaza financiera uruguaya, que goza de prestigio internacional por su seguridad.

Para respaldar a los trabajadores cesantes, AEBU tomará medidas que pueden llevar al bloqueo momentáneo del sistema operativo a través del cual se canalizan los negocios con el exterior y la transferencia de fondos.

La mitad de los depósitos del sistema financiero uruguayo son del exterior, en particupar de inversores argentinos.

Eurobanco anunció su clausura cuatro días antes de que el ministro de Economía, Luis Mosca, participe en Miami, Estados Unidos, de un seminario en el cual disertará sobre "Uruguay como centro financiero internacional".

El seminario, organizado por el Instituto de Promoción de Inversiones y Exportaciones "Uruguay 21", también tendrá paarticipación del presidente del Banco Central, Humberto Capote y será clausurado el día 13 por el presidente uruguayo Julio María Sanguinetti.

Desde la restaración democrática en marzo de 1985, Uruguay buscó ubicarse como centro financiero regional en el Mercosur (Mercado Común del Sur), integrado además por Argentina, Brasil y Paraguay.

A fines de abril, un seminario de expertos locales puso de manifiesto las dificultades de la banca instalada en Uruguay para competir en la región.

Un estudio comparativo de la banca del Mercosur, realizado por el economista Jorge Caumont a pedido del BID, estableció que el sector financiero, incluidos los círculos de ahorro, compañías de crédito y agentes de bolsa, genera ocho por ciento del producto interno bruto de Uruguay.

El presidente del BID, Enrique Ieglsias, advirtió en 1995 a los banqueros instalados en Uruguay que tendrían "dificultades" para competir en la región debido a "una estructura ineficiente de costos" y a la lenta incorporación de tecnología.

Según los especialistas asistentes al seminario de abril, el rezago de Uruguay respecto de los países del Cono Sur de América, incluido Chile, se debe a la lentitud operativa y la rigidez laboral.

Ricardo Pascale, que fue presidente del Banco Central durante laactual administración, señaló que la banca tradicional deja paso a los inversores institucionales, a los fondos de inversión y a otras modalidades.

Otro ex presidente del Banco Central, Ramón Díaz, destacó que la banca "ha sido blanda" ante las presiones de AEBU.

El sindicato bancario es el más poderoso del país y en general ha logrado que la mayoría de los empleados desafectados del sistema financiero fueran incorporados a otras entidades del sector. (FIN/IPS/rr/ff/if/98

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