La extensa cobertura de la prensa nacional e internacional sobre la nueva píldora contra la impotencia masculina, Viagra, despertó amplio interés en los hombres de Trinidad y Tobago.
La población de estas islas del Caribe es conocida por el empleo de brebajes tradicionales que ofrecen la esperanza de ardientes y prolongados encuentros sexuales o bien de una larga y prolífica vida sexual.
Las autoridades de salud tienen dificultades para controlar el frenesí provocado por el ingreso ilegal del fármaco, y el propio ministro de Salud, Hamza Rafeeq, debió advertir personalmente que el abuso de la droga ya habría costado algunas vidas en Estados Unidos.
Aunque Viagra, elaborada por el laboratorio Pfizer, fue aprobada por la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos, el departamento de Alimentos y Drogas del Ministerio de Salud trinitario todavía no aprobó su uso en el país.
Funcionarios de aduana realizaron una redada la semana pasada por varias farmacias y confiscaron píldoras Viagra vendidas "por debajo del mostrador" por hasta 20 dólares cada una.
Pese a la amenaza de una multa de 4.000 dólares, las ventas del fármaco se convirtieron en todo un éxito en el país.
La presidenta de la Junta de Farmacias, Norma Innis, no negó que algunos de los miembros están vendiendo la droga, pero advirtió que "cualquier medicamento recién lanzado debe ser controlado adecuadamente".
"No debería ser empleado libremente, y la gente que lo compra y lo toma lo hace a su propio riesgo", agregó.
El ministro Rafeeq está igualmente preocupado y señaló que Viagra deberá pasar por los controles que habitualmente se practican sobre todos los fármacos que ingresan al país.
La Junta de Farmacias también emitió una advertencia sobre el uso de la droga junto con otros medicamentos y previno que los usuarios ilegales "no tendrán muchos recursos, porque adquirieron la píldora en el mercado negro".
El frenesí desatado también sirvió para sacar a luz otros temas, por ejemplo por qué los hombres de Trinidad y Tobago hallan necesario el uso de la droga.
Everold Hosein, médico especialista en salud reproductiva, supone que la diabetes, el tabaquismo y el alcoholismo son las principales causas del creciente problema de la impotencia masculina en este país.
"El enorme entusiasmo público con que fue recibida Viagra refleja la gran importancia de una erección firme para la autoestima de un hombre, pero también revela que la impotencia masculina es un problema bien escondido", destacó el médico en una columna de periódico.
Hosein estimó que uno de cada dos hombres mayores de 40 años sufre de una "disfunción eréctil" en algún momento.
"En cerca de 80 por ciento de los casos, los motivos son físicos y se relacionan con alguna enfermedad, generalmente de naturaleza cardiovascular", explicó.
Al igual que otros médicos, Hosein advirtió que, aunque la nueva píldora da resultado, tiene algunos efectos colaterales preocupantes, entre ellos visión borrosa temporal, desmayos debido a una caída de la presión sanguínea y severos dolores de cabeza. (FIN/IPS/tra-en/pr/wg/cb/ml/he/98
