Un grupo radical islámico rechazó hoy el proyecto de constitución elaborado por el régimen fundamentalista de Sudán, que pone la ley civil en pie de igualdad con la religiosa y permite a los no musulmanes asumir cargos políticos.
"La constitución propuesta carece de principios concretos que sí se encuentran en la sharia (ley islámica)", reza la declaración firmada y distribuida este viernes por Sadig Abdallah Abdel Magid, líder del grupo Hermanos Musulmanes.
El borrador fue aprobado el mes pasado por el parlamento de Sudán, dócil a los designios del régimen militar islámico, pero aún debe ser sometido a referéndum antes de que el presidente, general Omar Hassan Al Bashir, lo promulgue con su firma.
La iniciativa parlamentaria contiene varias cláusulas consideradas inaceptables e incompatibles con las leyes islámicas.
Hermanos Musulmanes rechaza una que establece que cualquier ciudadano, musulmán o no, tiene derecho a ser candidato en elecciones presidenciales y que, en caso de que triunfe, el veredicto de la ciudadanía debe respetarse.
La organización de religiosos argumentó que el liderazgo político en manos de un "infiel" es inaceptable a los ojos del Islam.
"El jefe de estado debe ser musulmán, porque en el Islam no hay espacio para que los infieles gobiernen a los musulmanes", advirtió el grupo en su declaración.
Los musulmanes representan alrededor de 65 por ciento de los 30 millones de habitantes de Sudán. La mayoría del restante 35 por ciento viven en el sur del país y se constituye de cristianos y fieles de religiones tradicionales africanas.
Otro punto conflictivo es la cláusula que establece que la sharia y la ley civil son las principales fuentes de legislación de Sudán.
"¿Cómo podemos sentir temor a declarar abiertamente que el Islam es la religión oficial de Sudán?", se preguntó Hermanos Musulmanes.
El grupo también criticó la posibilidad de que se designe a jueces no musulmanes y la admisión de abogados no musulmanes para defender a sospechosos en las cortes religiosas.
"Es inaudito que un no musulmán inspire una sentencia en una corte de la sharia. Esto es una violación de las leyes de Alá", según la declaración.
El grupo cuestionó también la inclusión en la iniciativa constitucional de una cláusula en torno a la controvertida autodeterminación del sur.
Hermanos Musulmanes se manifestó en particular molesto por el acuerdo celebrado el jueves en Kenia entre rebeldes del sur, organizados en una facción del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA), y el gobierno, que incluye un referéndum en torno a la secesión de esa zona.
"El referéndum alentará a los secularistas a violar las leyes islámicas. Las leyes de Alá no son desafiables", según el grupo musulmán.
El proyecto constitucional no contiene ninguna disposición sobre los musulmanes que se convierten a otras religiones, quienes, según a shariah, deben ser condenados a muerte.
Hermanos Musulmanes se originó en una secesión de la Hermandad Musulmana, hoy rebautizado Frente Nacional Islámico (NIF) grupo liderado por el actual presidente del parlamento sudanés, Hassan Abdalla al Turabi, considerado el principal líder político de Sudán.
El NIF brindó a Al Bashir un apoyo clave en el golpe de estado de junio de 1989, que derrocó al gobierno elegido de forma democrática que encabezaba el primer ministro Sadiq al Mahdi.
Una pequeña facción liderada por Magid a la que Jartum considera "desestabilizadora" se niega a brindar respaldo al partido de Turabi y prefiere postular la aplicación a rajatabla de los antiguos códigos islámicos.
El principal objetivo de Hermanos Musulmanes es difundir el Islam y "arabizar" Sudán, para lo cual ejerce una actitud paternalista hacia las comunidades "infieles".
"Pedimos a ustedes (los no musulmanes) que se porten bien, y tendrán a cambio nuestro respeto y protección. Nuestro deber es reformarlos a ustedes y tratarlos de acuerdo con la sharia", afirma Hermanos Musulmanes.
"No demos a los infieles la esperanza de que nos pondremos de acuerdo con ellos a expensas de nuestra religión", agrega el grupo.
La declaración llamó a los académicos musulmanes dentro y fuera de Sudán a analizar el proyecto de constitución de modo que no entre en contradicción con el Islam.
"Nuestro país no puede ser gobernado por leyes contrarias a la doctrina islámica. Ningún musulmán en un estado musulmán como Sudán tiene derecho a cuestionar cosas ya juzgadas por Alá y el profeta Mahoma", según Hermanos Musulmanes. (FIN/IPS/nb/mn/mj/ip cr/98