El gobierno de Sudán anunció hoy que donará 5.000 toneladas de sorgo a Níger, aunque miles de sudaneses corren riesgo de morir de hambre en el sur.
El presidente Omar Hassan al-Bashir declaró en una conferencia de prensa en la capital que la donación tiene por finalidad ayudar a Níger a superar su crisis alimentaria, causada por la sequía.
La conferencia fue convocada para marcar el fin de una visita de Estado de tres días del presidente de Níger, Ibrahim Bare Mainassara.
"El pueblo de Sudán no permanecerá indiferente mientras sus hermanos de religión padecen hambre. El Islam nos enseña el principio de la interdependencia social, y nosotros adherimos a él", declaró el general Al-Bashir.
"Los alimentos están listos para ser embarcados desde puertos sudaneses hacia Níger. Deseamos que nuestros fieles hermanos se beneficien en estos tiempos difíciles", dijo a los periodistas.
Mientras, organizaciones de ayuda humanitaria luchan por impedir que cientos de miles de sudaneses mueran de hambre en el estado de Bahr al Ghazal y otras partes del sur del país.
Unas 380.000 personas necesitan alimentos en Bahr al Ghazal, tanto en la parte rebelde como en la controlada por el gobierno, mientras cerca de 400.000 personas en otras partes del Sur también corren riesgo de morir de hambre, según grupos humanitarios.
Los alimentos se han convertido en un arma política en la guerra de Jartum contra el movimiento rebelde del sur, el Ejército de Liberación Popular de Sudán, que lucha contra el régimen islámico.
Las conversaciones de paz entre los rebeldes y el gobierno comenzaron el lunes en Nairobi, la capital de Kenia, con los auspicios de la Autoridad Intergubernamental sobre Desarrollo (IGAD), pero ambas partes ya indicaron que no están dispuestas a un cese del fuego.
La IGAD, presidida por Kenia, había procurado mediar en negociaciones para poner fin a la guerra desde septiembre de 1993.
Jartum aprobó nuevos vuelos humanitarios hacia el sur en los próximos cuatro meses bajo la conducción de Operación Salvavidas de las Naciones Unidas para Sudán, en respuesta a las advertencias de los donantes sobre la situación alimentaria.
Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) advirtió que los niños son especialmente vulnerables en esta crisis alimentaria y solicitó a los donantes 4,5 millones de dólares adicionales para satisfacer necesidades no alimentarias en Bahr al Ghazal.
Mientras, el Programa Mundial de Alimentos pidió 20,2 millones de dólares además de los 109,4 millones ya solicitados para atender necesidades alimentarias y no alimentarias en el sur del país, afectado por la guerra y la sequía.
El Fondo para Salvar a los Niños advirtió, según la Red Integrada de Información Regional de las Naciones Unidas, que se está gestando una crisis en otras zonas de Sudán debido al debilitamiento de la economía alimentaria y al desplazamiento de la población.
El Fondo mencionó en especial al estado del Nilo Superior Occidental, donde "unas 200.000 personas han sido desplazadas". (FIN/IPS/tra-en/nb/pm/ml/dv/98