Unos 150.000 habitantes del este de Sierra Leona huyeron a la vecina Guinea para escapar de los combates entre ECOMOG, las fuerzas de paz de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental, e insurgentes de la derrocada junta militar.
Los habitantes del oriental distrito de Kono, rico en diamantes, cruzaron la frontera mientras ECOMOG, mientras los insurgentes se disputan el control de la zona.
Los exiliados caminaron cientos de kilómetros para ingresar a los pueblos orientales de Guekedou, Kissidougou y Macenta, en la región boscosa de Guinea.
Las agencias de ayuda humanitaria aseguran que las condiciones de vida de los refugiados son miserables y las autoridades de Guinea tienen dificultad para hacer frente al masivo ingreso de personas.
"Cada día recibimos más de 100 refugiados de todas las edades con heridas de bala y piernas hinchadas por la larga travesía, que parecen enfermos y hambrientos", informó el voluntario Ibrahim Kamara.
"Una mujer en trabajo de parto no tenía dinero para ir al hospital, así que nosotros, los jóvenes, recaudamos los fondos necesarios para ella. La situación es así de desesperante", dijo el joven.
El jefe tribal Abu Kongonba, legislador y líder tradicional de Kobo, visitó durante el fin de semana los pueblos de Guinea donde se encuentran las personas refugiadas.
"Las embarazadas y madres con lactantes duermen al aire libre, sin mantas y expuestas a todo tipo de enfermedades. Es una barbaridad", dijo Kongonba.
Los niños, sobre todo, se encuentran desnutridos y necesitan de urgente atención médica, alimentos suplementarios y vivienda adecuada, añadió.
"Exhorté al gobierno que comience la repatriación de los refugiados antes de la temporada de lluvias, cuando la hambruna y las epidemias podrían matar a muchos", advirtió Kongonba.
El ministro del Interior de Guinea y otros funcionarios también visitaron la frontera la semana pasada para ver el sitio donde se están quedando los refugiados de Sierra Leona. La situación es "desesperada y requiere de urgente atención", comentaron.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) intervino para proporcionar provisiones de emergencia a los refugiados. La agencia transportó 3000 toneladas de alimentos a la zona de Guekedou, señaló el administrador regional Paul Harris.
Harris sostuvo que muchas de las personas que llegan a Guinea de Kono sufren de disentería, enfermedades respiratorias y desnutrición grave. "La mayoría sobrevive a base de raíces y tubérculos del monte y parecen hambrientos y enfermos".
"Tenemos gran cantidad de alimentos esperando en Monrovia y Abidjan para llevar a los refugiados. Esperamos hacerlo antes de que comience la temporada de lluvias, que sería un período bastante difícil para los exiliados", dijo Harris.
El PMA está trabajando con otras agencias para trasladar a los refugiados a campamentos donde estén mejor alojados, aseguró.
Otros residentes de Kono se trasladaron a Freetown luego de una seguidilla de asesinatos, robos, violaciones y otras atrocidades cometidas por miembros de la junta militar expulsada en febrero.
Los miembros de la junta luego se retiraron al interior, pero sus actividades se concentraron en el distrito de Kono donde las fuerzas de ECOMOG, con el respaldo de la Fuerza de Defensa Civil de Sierra Leona, lanzaron una ofensiva para eliminar a los insurgentes.
Los hospitales de Freetown y Makeni, la capital regional del norte, están llenos de personas que perdieron extremidades en los ataques.
Legisladores, ministros y líderes tradicionales de Kono formaron un Grupo de Trabajo Especial para aliviar el sufrimiento de los civiles que huyen del distrito.
El Grupo apeló al pueblo y el sector empresarial para que aporten alimentos, vestimentas y fármacos para los refugiados que se encuentran en Guinea. (FIN/IPS/tra-en/lf/pm/aq-lp/98