La mayoría de sectores económicos de México se mantuvieron firmes en su curva de crecimiento en el primer trimestre del año, pero el agrícola, donde los más pobres del país cultivan para más de 90 millones de personas, sigue en crisis.
La Secretaría (ministerio) de Hacienda informó este miércoles que entre enero y marzo la economía creció un promedio de 6,6 por ciento. El único sector que registró un descenso fue el agrícola, donde la caída fue de seis por ciento.
La economía mexicana avanza en forma positiva desde los primeros meses de 1996, tras superar la crisis financiera estallada a fines de 1994, comportamiento que, según el gobierno, pronto arrastrará al sector rural, donde se concentra 75 por ciento de la pobreza extrema del país.
El crecimiento del producto interno bruto (PIB) repuntó el año pasado siete por ciento y se espera que este lo haga más de cinco. El único sector sobre el que no se proyectan buenas perspectivas en los próximos meses es el agrícola, coinciden los observadores.
Al rezago tecnológico y de infrastructura se añadieron este año problemas climáticos generados por el fenómeno de El Niño, que ahora se expresa en sequías e incendios y que a partir de junio traerá torrenciales lluvias y huracanes, advierten los meteorólogos.
El sector agrícola registró en los últimos 30 años los peores comportamientos en relación con otros, como la industria manufacturera, la energía, el transporte, la construcción y la minería.
En los 21 millones de hectáreas de las tierras agrícolas mexicanas, donde se produce cada año más de 30.000 toneladas de granos como maíz, frijol, trigo y arroz, viven más de 12 millones campesinos pobres y semianalfabetos, la mayoría indígenas.
Más de 80 por ciento de la población desnutrida de México se ubica en el campo, mientras los más graves problemas de obesidad se concentran en las ciudades y particularmente en los sectores urbanos favorecidos por el Estado.
Un estudio del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado indica que 86 por ciento del millón de personas que trabaja para el gobierno federal padece obesidad y vive una vida sedentaria y poco estresante.
En contraste, en el campo las personas enfrentan problemas de tensión ante la falta de oportunidades de trabajo, la mayoría es delgado y los niños son cada vez más pequeños, según otros estudios.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura, más de 80 por ciento de los campesinos mexicanos están mal alimentados, pues no ingieren las 2.500 calorías ni los 50 gramos de proteínas diarias necesarias.
Cuando México ingresó en enero de 1994 al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), integrado además por Canadá y Estados Unidos, el gobierno prometió que la inversión extranjera sacaría al campo de su postración.
Cuatro años después, los análisis oficiales reconocen que no hubo inversiones importantes y que las exportaciones de productos agrícolas crecieron apenas cuatro por ciento anual, en tanto que las importaciones lo hicieron más de 40 por ciento.
El TLC hizo mucho daño al campo, coinciden partidos opositores y organizaciones campesinas afiliadas al gobernante Partido Revolucionario Institucional.
El gobierno del presidente Ernesto Zedillo presentó el 1 de noviembre de 1995 la Alianza para el Campo, programa que comprometía apoyo a los campesinos con tecnología, sistema de comercialización, créditos y descentralizaba el respaldo del Estado hacia los agricultores.
En 1996, cuando el PIB creció 5,2 por ciento, el sector agrícola creció 3,6, mientras que en 1997, cuando el crecimiento general fue de siete por ciento, cifra sin precedentes en 16 años, el sector repuntó en apenas uno.
En los dos últimos años, el agrícola fue uno de los pocos sectores que registró en los cuadros estadísticos trimestrales comportamientos negativos, con caídas de 0,3 a seis por ciento.
El Estado tiene una gran deuda con el campo, pues el sector no recibe el apoyo que necesita a pesar de entregar miles de toneladas de alimentos y dar mano de obra abundante y barata a la ciudades, señala la Confederación Nacional de Propietarios Rurales. (FIN/IPS/dc/mj/if/98