PERU: Sendero Luminoso prepara ofensiva militar

El sector disidente de la organización rebelde Sendero Luminoso prepara en Perú el relanzamiento del llamado "Sexto Gran Plan", consistente en una ofensiva política y militar en la capital, según creen las fuerzas de seguridad.

El llamado Sexto Gran Plan comenzó en agosto de 1992 y fue abandonado poco después, debido a la captura en Lima del máximo líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.

Guzmán dispuso una virtual rendición en septiembre de 1993, desde la cárcel naval en la que todavía sigue recluido. Pero su orden no fue acatada por todos los senderistas.

Oscar "Feliciano" Ramirez desconoció la autoridad de Guzmán y se puso a la tarea de reorganizar el movimiento, asegurar su liderazgo y restablecer bases de refugio en intrincados parajes de los valles del río Huallaga, en la selva central, y del río Apurimac, en la selva sur central.

La información sobre el relanzamiento del Sexto Gran Plan senderista procede de fuentes ligadas a la Dirección Contra el Terrorismo (Dincote) y es atribuida a revelaciones obtenidas por ese organismo policial tras la captura el 17 de abril de Pedro Quinteros.

Quinteros, discípulo de Guzmán y uno de los fundadores de Sendero Luminoso, integró en 1973, junto a 55 hombres y mujeres, la primera promoción de la "escuela militar" senderista .

Luego de su detención fueron capturados por la Dincote otros 13 mandos y militantes senderistas, entre ellos seis profesores de escuelas públicas.

La fuente asegura que en esa oportunidad, la Dincote dudó en capturar de inmediato a Quinteros o retrasar su apresamiento, pues se suponía que estaba en la capital para reunirse con el comité regional metropolitano de Lima de Sendero Luminoso.

Al parecer, Quinteros pensaba entrevistarse en Lima con mandos políticos regionales y con Ostap Morote, a quien se suponía refugiado clandestinamente en Bolivia, y con tres mandos militares del comité regional del Huallaga, en la selva central.

Según el analista Angel Páez, del diario izquierdista La República, Quinteros se ha negado a dar detalles de la Sexta Gran Ofensiva senderista, "pero ha dicho que se trata de trasladar el centro de la guerra popular del campo a Lima".

"Para los servicios de inteligencia, esto significa que Sendero Luminoso desatará una secuencia de atentados en la capital del país y en sus alrededores, pero se duda que esta ofensiva alcance la magnitud que tuvieron los operativos terroristas en Lima entre 1990 y 1992", dijo Páez.

"Según parece, se trata de una estrategia basada en tres ejes geográficos, de distintos objetivos tácticos: el primero, en la selva sur central, como zona de refugio, y el segundo, en la región productora de coca de la selva central, debe aportar recursos financieros y logísticos", según el comentarista Flavio Solorzano.

Solorzano señaló que en el tercer escenario, Lima, los dirigentes del sector disidente denominado "Sendero Rojo" esperan producir "el impacto político fundamental, que les permitirá superar la crisis generada por la captura de Abimael Guzmán y derrotar a su línea de tregua y conciliación temporal con el gobierno".

Desde hace algunos meses, informaciones periodísticas mencionan el retorno de fuerzas senderistas a algunas zonas de la región del Huallaga, en la selva central y también desplazamientos en Apurimac.

Dos senderistas fueron muertos y otros ocho capturados el 5 de abril en las inmediaciones de Tocache, una pequeña ciudad selvática que en algún momento fue la capital de la coca en Perú.

Las mismas informaciones sostuvieron que los muertos y capturados formaban parte de una columna senderista que se dedicaba al reclutamiento forzoso de adolescentes y menores, dato que se interpretaba como indicio de preparación de una ofensiva militar de largo aliento .

Páez supone que el Servicio de Inteligencia reunirá en la base naval de El Callao a Quinteros y tal vez a algunos de los otros mandos capturados, con Guzmán, "para quebrarlos ideológicamente" mediante una confrontación directa con los argumentos de paz y tregua.

El gobierno puso en septiembre de 1993 a Guzmán ante las cámaras de televisión para que éste difundiera un mensaje público en el que dijo que Sendero Luminoso estaba derrotado y que continuar la lucha sería incurrir en un "liquidacionista infantilismo de izquierda".

Guzmán exhortó a los senderistas a una tregua en la guerra militar revolucionaria y a dedicarse a la lucha de masas, hasta que las condiciones maduren de nuevo para tomar las armas.

También aseguró en su mensaje a los militantes senderistas que el modelo neoliberal se agotará en Perú y en el resto del mundo alrededor del 2010 y resurgirán las condiciones para implantar el socialismo mediante la lucha revolucionaria.

"Feliciano" rechaza las tesis de Guzmán, que califica de "línea oportunista de derecha", afirma que no se puede dirigir la revolución desde la cárcel y reitera que lo respeta y acata sus enseñanzas históricas, pero no acepta su plan de tregua.

Una versión de prensa con origen al parecer en el Servicio de Inteligencia Nacional señaló que Guzmán escribe sus memorias, asistido por su compañera Elena Iparraguire, a quien se le permite desde setiembre de 1993 recibir una hora al día en su cela. (FIN/IPS/al/ff/ip/98

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