PERU: Nadie podrá llamarse Circuncisión ni Neurona

El presidente Alberto Fujimori no podría bautizar en Perú a su hija Keiko con ese nombre si ésta hubiera nacido ahora, pues un nuevo reglamento prohibe el uso de nombres extravagantes, irreverentes, contrarios al orden público o extranjeros.

Fujimori, hijo de inmigrantes japoneses y nacido en Lima, se casó con otra "nisei" como él y cuando nació su primera hija utilizó, al igual que muchos peruanos de ascendencia extranjera, un nombre vinculado a sus ancestros, para mantener la raíz cultural de su familia.

Pero la reglamentación promulgada por su propio gobierno le habría impedido llamar Keiko a su hija, Primera Dama de la Nación desde el divorcio de sus padres.

Según el decreto supremo vigente desde el 27 de abril, tampoco se permitirá que se registren apellidos (propios o ajenos) como nombres, ni aquellos que susciten confusiones de sexo.

El reglamento provocó una reacción que no esperaban sus promotores. Han surgido argumentos variados, a favor y en contra, que se basan en criterios estéticos, políticos, ideológicos y referidos a los derechos humanos y civiles.

Queda en manos de los empleados del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) la decisión de vetar el nombre propuesto por un padre de familia, cuando a juicio del registrador no corresponda al marco social y cultural de Perú.

El parlamentario izquierdista Henry Pease (cuyo nombre no sería aceptado por los registradores, según el nuevo reglamento) anunció que planteará la revisión del decreto "porque contraviene los principios establecidos por la Constitución".

Similares expresiones emitieron los congresistas opositores Manuel Lajo, Lastenio Morales, Antero Flores Araoz y los oficialistas Victor Jow Way y Aurora de Jesús Torrejón.

"El reglamento de nombres es absurdo y tiene como propósito real distraer la atención pública de problemas fundamentales", afirmó el diputado Fernando Olivera, del opositor Frente Independiente Moralizador.

Pero los funcionarios del RENIEC y algunas voces hasta ahora aisladas de legisladores y políticos, defienden la reglamentación.

"Evitará que los padres de familia pongan nombres descabellados, como algunos de los que hemos encontrado en los registros: 'Circuncisión', 'Degollación', 'Neurona H20", explicó Victor Guevara, funcionario del RENIEC y autor del reglamento.

Guevara admitió que los registradores podrán vetar nombres como "Lenin", "Carlos Marx" y "Fidel Castro", "porque tienen connotaciones políticas opuestas al orden social".

"El propósito es proteger a los niños recién nacidos de los caprichos paternos" y lograr "que sean inscriptos en el Registro Civil con nombres acordes al marco social y cultural de nuestro país", dijo.

"Acordes con la cultura peruana" serían los nombres y grafías en castellano, explicó Guevara. Esa definición pondría fuera del derecho de inscripción a ilustres nombres quechuas, como Atahualpa o Pachacutec, de indudable mayor raíz y prosapia peruana que los de origen hispano.

El reglamento "está inspirado en normas similares vigentes en Argentina e Italia", dijo el ex ministro de Justicia Carlos Fernández Sessarego, asesor legal de la Comisión del RENIEC que elaboró el proyecto aprobado por el gobierno.

El ex diputado socialdemócrata Javier Valle Riestra objetó la capacidad de decisión que se otorga a los registradores, quienes podrían imponer sus particulares criterios estéticos, sociales o políticos, pero puntualizó que la norma tendrá "un positivo efecto antiimperialista".

"Al evitar los nombres procedentes del inglés, lengua de la potencia imperialista dominante, protegeremos nuestra identidad cultural y evitaremos el bochorno de los Freddy Quispe o Washington Mamani", comentó.

También se pronunció a favor del reglamento la parlamentaria Martha Hildebrandt, integrante de la Academia Peruana de la Lengua (castellana), quién calificó de ridícula la cada vez más extendida costumbre de registrar a los niños con diminutivos extranjeros.

"Es ridículo que alguien se llame Jimmy, Freddy o Johnny, que significan Jaimito, Federiquito y Juanito…Me parece muy bien que se prohiban", expresó Hildebrandt.

Probalmente, la forma como escribe su nombre la mencionada legisladora oficialista, con la "H" intermedia que corresponde a la grafía inglesa de "Marta" en español, tampoco sería aceptable para los registradores que se basen en la nueva reglamentación que ella defiende.

La Iglesia Católica, algunos de cuyos miembros se rehúsan bautizar a los niños con nombres que no pertenezcan al Santoral Cristiano, no se ha pronunciado aún respecto de esta norma. (FIN/IPS/al/ff/cr ip/98

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