Tras el triunfo, la ruptura, predicen dos expertos, al analizar la situación interna del Partido Colorado de Paraguay, que en las elecciones del domingo logró sumar un nuevo mandato de cinco años a su medio siglo en el poder.
El encarcelado ex general Lino Oviedo será puesto en libertad, por indulto o amnistía, y su "hegemonía excluyente" en el coloradismo, asegurada con la victoria en las elecciones de su aliado Raúl Cubas, anuncia "una ruptura inminente" en la cúpula del partido, afirmó José Morínigo, de la Universidad Católica.
También la politóloga Line Bareiro, del Centro de Documentación y Estudios, cree que "la ruptura" es "el escenario más inmediato en la colectividad oficialista", cuyas disputas internas pusieron en duda la realización de los comicios.
Las "fricciones" no demorarán en manifestarse entre los dirigentes colorados, especialmente si se confirma un supuesto acuerdo interno para ofrecer a Oviedo la presidencia del partido, señaló Morínigo.
Los jefes de las Fuerzas Armadas se oponen a la presencia de Oviedo en el gobierno que Cubas instalará el 15 de agosto, y la solución de compromiso hallada por los sectores internos colorados sería ofrecer al ex general la presidencia del partido, en sustitución de Luis María Argaña, elegido vicepresidente del país.
Los mandos castrenses temen represalias de Oviedo, ex jefe del ejército, que fue condenado en marzo a 10 años de prisión por un tribunal militar extraordinario a causa de una tentativa de rebelión en abril de 1996 contra el presidente Juan Carlos Wasmosy.
"No creo que ningún oficial tenga que preocuparse, pues no venimos a vengarnos de nadie", declaró el lunes Cubas, a quien el incompleto cómputo oficial de votos adjudica 54 por ciento del total escrutado, frente a 42 por ciento de la opositora Alianza Democrática.
La victoria de Cubas fue reconocida el lunes por la Alianza Democrática, que también cambió su denuncia de fraude por la advertencia de que "controlará estrictamente el resultado de las actas electorales".
Miembros del equipo político de Cubas y el senador colorado Arnaldo Rojas confirmaron que el 1 de julio, al inaugurarse la legislatura elegida el domingo, promoverán una ley de amnistía para poner en libertad a Oviedo y permitir al regreso a Paraguay del ex dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), exiliado en la capital de Brasil.
El resultado de las elecciones determinó el levantamiento este martes de las restricciones de comunicación impuestas a Oviedo en la primera División de Infantería, donde está recluido.
La medida fue solicitada por Cubas a Wasmosy, en una reunión mantenida por ambos en la casa de gobierno. Oviedo, enemistado con Wasmosy, encabezó la fórmula presidencial colorada y las encuestas preelectorales hasta abril, cuando la Corte Suprema de Justicia convalidó la sentencia del tribunal militar extraordinario.
El fallo de la Corte Suprema de Justicia inhabilitó a Oviedo como candidato y confirmó su baja deshonrosa del ejército.
Ahora, los nuevos vientos políticos, favorables al ex general, afectan también a la Corte Suprema. El presidente de ese cuerpo, Raúl Sapena, cuyo voto fue decisivo para la confirmación de la sentencia del tribunal militar, anunció el lunes su separación de la causa penal civil que aún se sigue a Oviedo.
Cubas, un poderoso empresario de 54 años, que se desempeñó como ministro de Hacienda, agradeció a la Alianza Democrática el reconocimiento de su victoria proponiendo el diálogo con la oposición.
"Debemos sentarnos a hablar, porque este país es de todos", dijo el candidato triunfante que, de ese modo, modificó su declaración de la noche del domingo, cuando afirmó que "la democracia en Paraguay comienza y pasa por el Partido Colorado".
Cubas invitó a Domingo Laíno, aspirante a la Presidencia por la Alianza, mantener una reunión "para ver cómo podemos entre todos hacer mejor este país".
Según surge del escrutinio de votos, el Partido Colorado tendrá mayoría absoluta en el parlamento, algo que no lograba desde los comicios de 1989.
Pero Cubas señaló que no hay "unidad granítica" entre los colorados. El disenso en el propio bloque parlamentario oficialista "ayudará a que el gobierno sea más democrático", agregó, para justificar las divisiones.
También admitió la precariedad del acuerdo entre las fracciones coloradas al decir que "vamos a necesitar un importante número de senadores para gobernar".
Cubas sabe que los nueve senadores que responden al futuro vicepresidente Argaña condicionarán el apoyo a sus iniciativas, principalmente tratándose de privatizaciones que afecten el poder del "argañismo" en la administración del Estado.
El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), de Laíno, dio su voto a los principales proyectos de ley presentados por la administración colorada de Wasmosy, instalada en 1993 y que no tuvo suficiente respaldo de su partido, conducido por Argaña.
El denominado pacto de gobernabilidad, de 1995, permitió a la oposición ubicar hombres de su confianza en la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de la Magistratura, la Contraloría General de la República y el Tribunal Superior de Justicia Electoral.
Pero las condiciones políticas en los partidos de oposición han cambiado. Las críticas por la derrota en los comicios del domingo se refieren especialmente al escaso rédito electoral obtenido por colaborar con el gobierno de Wasmosy.
Analistas locales aseguran que los votantes vieron a la fracción colorada de Oviedo como una alternativa de cambio más definida que la Alianza Democrática.
"Laíno pensaba que su sola figura alcanzaba para ganar" ironizó Felino Amarilla, dirigente del PLRA y frecuente columnista radial.
El jefe de campaña de la Alianza Democrática, el senador Luis Guanes, asumió su cuota parte de responsabilidad en el resultado negativo. "La derrota casi nunca tiene padres, así que yo me quedo con la criatura", dijo.
Su confesión no impidió decir a Guanes que "este país perdió mucho y perdimos todos, pues hicimos una campaña positiva, programática y con propuestas, cuando toda la atencion de la prensa era el problema interno colorado, si habría golpe o liberaban a Oviedo".
Desde el domingo, "Paraguay comenzó a avanzar hacia atrás en el tiempo", dijo Guanes, quien advirtió que "el Partido Colorado tendrá que aprender a gobernar solo".
El PLRA y el Partido Encuentro Nacional, los dos pilares de la Alianza Democrática, aseguraron que la coalición persistirá en el próximo quinquenio.
La decisión fue confirmada por Laíno y por Carlos Filizzola, del Encuentro Nacional y candidato a la vicepresidencia por la Alianza. La coalición tiene mayoría absoluta en el Senado saliente, pero sólo contará con 21 representantes a partir del 1 de julio, frente a 24 del Partido Colorado.
El Tribunal Superior de Justicia Electoral informó que, escrutados 7.069 de los 10.257 circuitos de votación, el Partido Colorado obtiene 54 por ciento de los sufragios y la Alianza Democrática, 42 por ciento.
"Este triunfo (colorado) es como un manto que preanuncia las erupciones que van a venir", advirtió el consultor Morínigo, de la Universidad Católica, que en la semana previa a las elecciones observó el vuelco en la opinón pública que daría la victoria al oficialismo. (FIN/IPS/cm/ff/ip/98
