PARAGUAY: Sólo las inundaciones pueden postergar los comicios

El gobierno de Paraguay cifra en las inundaciones que determinaron la evacuación de 30.000 personas sus últimas esperanzas de postergación de las elecciones fijadas por el próximo domingo.

La Constitución autoriza un aplazamiento no superior a una semana de las elecciones, pues éstas deben realizarse 90 días antes del traspaso del poder, previsto para el 15 de agosto.

El jefe de la misión de 40 observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Luis Chea, señaló que únicamente el Tribunal Superior de Justicia Electoral tiene potestades para cambiar la fecha de los comicios.

A pedido del presidente del gobernante Partido Colorado, Luis María Argaña, el presidente de la Conferencia Episcopal, Oscar Páez, solcitó al tribunal de justicia electoral el retraso por siete días la votación, debido a las inundaciones y para evitar irregularidades.

Argaña pide más tiempo para que su colectividad esté "en igualdad de condiciones" que la oposición.

El Partido Colorado se dividió profundamente tras el triunfo en sus elecciones internas de Lino Oviedo, adversario de Argaña y del presidente Juan Carlos Wasmosy.

Pero el 17 de abril, la Corte Suprema de Justicia convalidó la sentencia de un tribunal militar que en marzo había condenado a Oviedo a 10 años de prisión, y éste quedó inhabilitado entonces como candidato.

El gobierno declaró en estado de desastre al sureño departamento de Ñeembucú, debido al desborde del río Paraguay, y en igual condición ya estaban los populosos departamentos de Alto Paraná e Itapúa, sobre el Paraná.

Siete mil de los 8.000 habitantes de la ciudad de Alberdi, en Ñeembucú, debieron abandonar su hogar. Se maneja la posbilidad de evacuación total de la zona afectada, incluyendo Pilar, la capital departamental, aunque el gobernador se opone a la propuesta.

Las autoridades han debido sustituir locales de votación que están bajo agua, y el hecho dio renovado vigor al plan del gobierno de postergar las elecciones, mediante la declaración de emergencia nacional.

La campaña para las elecciones generales finalizará este martes y las encuestas, que ya no pueden difundirse en Paraguay, debido a la veda de sondeos que rige desde la semana pasada, otorgan ventaja a la opositora Alianza Democrática, aunque dentro del margen técnico de error de tres por ciento.

El Partido Colorado encabezó la intención de voto mientras el ex general Oviedo fue su candidato. Oviedo permanece detenido desde diciembre, y fue condenado a la cárcel por encabezar un conato de rebelión militar en abril de 1996.

El analista Carlos Martini opinó que el resultado dependerá del 20 por ciento de electores que serán llevados por militantes partidarios a los centros de votación, por el 20 de indecisos que registraron las últimas encuestas y por los obstáculos que la lluvia imponga al voto de habitantes de áreas rurales.

El Partido Colorado, llamado oficialmente Asociación Nacional Republicana y que controla el poder desde hace medio siglo, destinará en el día de la votación 900.000 dólares a gastos de transporte y viáticos de su aceitada maquinaria, según cálculos extraoficiales.

Sesenta y cinco por ciento del censo electoral corresponde a habitantes de zonas rurales, que hablan principalmente guaraní y entre quienes el Partido Colorado ha sido tradicionalmente mayoritario.

Pero la Federación Nacional Campesina, que ha realizado cinco grandes movilizaciones en reclamo de reforma agraria durante el gobierno de Wasmosy, instalado en 1993, llamaron al "voto protesta". O sea, en blanco.

La fórmula de la Alianza Democrática, integrada por Domingo Laíno, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), como candidato a la Presidencia, y Carlos Filizzola, del Encuentro Nacional (EN), aspirante a la vicepresidencia, dirigió su propaganda hacia colorados ajenos a las corrientes internas del partido.

Mientras, la dirección colorada intenta desde marzo, cuando Oviedo fue inhabilitado como candidato, reunir las dispersas y enfrentadas fuerzas del partido en torno de Raúl Cubas, el nuevo aspirante.

Cubas, un empresario multimillonario, era originalmente segundo en la fórmula colorada, un puesto que ahora ocupa Argaña, quien integró la Corte Suprema de Justicia en tiempos de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).

El acuerdo interno es frágil, ya que Cubas resistió la participación de Wasmosy en la campaña electoral. Así mismo, el aspirante colorado se enemistó con los mandos militares al anunciar que, en caso de llegar al poder, indultará a Oviedo.

Los jefes militares temen que Oviedo sea llamado por Cubas a formar parte del nuevo gobierno que se formará en agosto y que tome represalias contra quienes lo sancionaron con su baja deshonrosa del ejército.

Cubas encabezó de pie en un vehículo descubierto una caravana de automóviles organizada el sábado por el Partido Colorado, que recorrió Asunción. Argaña lo acompañó dos vehículos más atrás, pero sentado.

Algunos comentaristas aseguran que, de ganar el coloradismo, el gobierno y la dirección del partido apelarían a recursos judciales para impugnar a Cubas y lograr el ascenso de Argaña a la Presidencia.

Mientras, los partidarios de Oviedo atacan a Wasmosy, asegurando que éste desea el triunfo de la oposición, a la que tuvo que recurrir para gobernar por la falta de respaldo de su propia colectividad.

En efecto, la victoria de la oposición evitaría al mandatario tener que buscar nuevamente fórmulas legales para impedir el acceso de un postulante colorado rechazado por el mando militar.

Y la suspensión de las elecciones por causa de una emergencia nacional evitaría a Wasmosy la crítica circunstancia de ver la caída de su partido tras 50 años de ininterrumpido poder.

Raquel Marín, esposa de Oviedo, calificó a Wasmosy "traidor e infiltrado en el Partido Colorado", al cerra este domingo la campaña electoral en el interior, sugestivamente en la ciudad de Coronel Oviedo.

El ex general, en una grabación emitida por los altavoces, invitó a sus partidarios a "aplastar a la Alianza" opositora, y en la concentración se distribuyeron hojas volantes pidiendo la renuncia de Wasmosy.

La postergación de los comicios por una semana, permitida por la Constitución, no resolvería al parecer el problema del voto en las zonas afectadas por las inundaciones, pues hay previsión de más crecidas, incluso en la capital, donde en pocos días las aguas del río Paraguay superarán el nivel crítico de ocho metros.

El pronóstico meteorológico para los próximos dos meses no es alentador, según el Comité Nacional de Emergencia.

Los 20.000 damnificados de Asunción podrían ser 50.000 dentro de dos meses, tras una acumulación de precipitaciones en un semestre que es igual a la de dos años.

Laíno cerró su campaña electoral asegurando que "después de 50 años de corrupción, llegamos a una encrucijada: o seguimos con ellos (los colorados) hacia un desastre peor, o cambiamos con la Alianza".

Según el canciller argentino Guido di Tella, "es interesante que haya incertidumbre respecto del resultado electoral, pues esto es consustancial con las democracias".

Wasmosy aseguró personalmente al presidente argentino Carlos Menem que "el proceso electoral se va a realizar en fecha y forma", dijo di Tella.

Por su parte, la vicecanciller paraguaya Leila Rachid afirmó la semana última en Colombia, donde participo de la celebración del 50 aniversario de la OEA, que "nunca más" habrá juntas militares "salvadoras" en Paraguay, que "tiene un compromiso irrenunciable con la democracia". (FIN/IPS/cm/ff/ip/98

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