PANAMA: Reforma por reelección de Pérez Balladares gana terreno

El debate sobre una reforma constitucional que permita la reelección del presidente de Panamá, Ernesto Pérez Balladares, adelantó casi un año la campaña hacia las elecciones de mayo de 1999 y dividió el espectro político de este país.

El proyecto entrará la semana próxima al segundo y definitivo debate parlamentario, tras lo cual debe ser sometida a referéndum para su eventual aprobación, según lo establece la actual Constitución.

La reelección de Pérez Balladares, que el mes pasado aceptó postularse a un nuevo mandato si logra la reforma de la Constitución, ha ganado terreno entre la población, según las encuestas.

La última, realizada en marzo por la compañia Ditcher y Neira, reveló que 53,7 por ciento de los consultados están de acuerdo con la reelección. Hasta septiembre de 1997, 61 por ciento de los electores se oponían a la reelección, según otra encuesta de Ditcher y Neira.

De lograr sus objetivos, Pérez Balladares se convertiría en el cuarto mandatario de América Latina que en los últimos años logra reformar una constitución antireeleccionista para competir por un nuevo mandato.

El presidente de Perú, Alberto Fujimori, en 1993, y Carlos Menem, de Argentina, en 1994, promulgaron sendas reformas constitucionales para luego postularse y ser reelegidos a un segundo mandato consecutivo.

El tercer caso se produjo en Brasil, en 1997. El primer mandato del presidente Fernando Henrique Cardoso aún no concluyó.

A pesar que los intentos han sido hasta ahora favorables a sus promotores, Menem y Fujimori, Pérez Balladares dijo esta semana que no se siente "seguro cien por ciento" de que podrá ganar las elecciones si se concretara la reforma constitucional.

Sus adversarios, que a fines de 1997 crearon el Frente Nacional contra la Reelección, consideran que esa eventualidad es un gran riesgo para el futuro en una democracia tan débil como la de Panamá.

El ex presidente Guillermo Endara, que en 1994 le entregó la banda presidencial a Pérez Balladares tras los primeros comicios limpios en toda la historia republicana de Panamá, cree que "la reelección es una canallada para la incipiente democracia".

Mientras, la presidenta del opositor Partido Arnulfista, Mireya Moscoso, segunda candidata más votada en las elecciones de 1994, subrayó que quien controla el poder político "manda en las campañas electorales".

"¿Que empresario le va a negar dinero para su campaña al Presidente de la República?", indicó Moscoso. Por otro lado, "el presidente-candidato dispondría de todo el aparato estatal que controla el partido gobernante", agregó.

Los defensores del proyecto, como la diputada Balbina Herrera, del gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), aducen que "solo el pueblo tiene derecho a decidir si un presidente que tuvo un buen desempeño debe continuar o no en el poder otros cinco años".

El músico Rubén Blades, lider del centroizquierdista Movimiento Papa Egoró, tercer candidato más votado en 1994, consideró que el proceso de reformas a la constitución puede ser "un elemento perturbador", pero no cuestionó los deseos de Pérez Balladares de aspirar a un segundo mandato.

A favor de la reelección estan el PRD y los prooficialistas partidos Liberal Nacional, Solidaridad y Laborista y una fracción del opositor Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (Molirena), liderado por el diputado Rodrigo Arosemena.

Además de que cada vez son más las personas que, según las encuestas, apoyan la reelección, las recientes disputas por la candidatura presidencial para 1999 en la alianza de oposición han hecho aumentar las posibilidades del actual presidente, según observadores.

El analista independiente Danilo Toro considera que la falta de divulgación de un programa electoral coherente por parte de la oposición y las agrias disputas por la candidatura presidencial entre Moscoso y su copartidario Alberto Vallarino han dañado la imagen de ambos ante el electorado.

Durante la campaña por las elecciones internas del Partido Arnulfista, Moscoso y su fracción acusaron a Vallarino de traición y de haberse vendido a Pérez Balladares con el fin de dividir a la oposición.

Vallarino, que perdió la votación frente a Moscoso, la acusó a su vez de hacer una falsa oposición y de haberse beneficiado en los tres años de gobierno de Pérez Balladares de contratos y prebendas del gobierno.

Otros analistas, como el socialcristiano Edwin Cabrera, creen que el lanzamiento de la campaña electoral cuando aún resta un año para los comicios de 1999 favorecerá al candidato del partido que se encuentra en el poder.

Una posición similar sostuvo el presidente del opositor Partido Liberal Autentico, Joaquín Franco, que se pronunció por unir primero todas las fuerzas de oposición contra la reelección y luego decidir quiénes serán los candidatos.

Al margen de la polémica, los panameños se enfrentan por primera vez en 94 años de vida independiente a la posibilidad de que su presidente pueda ser reelegido por voto popular y directo para un segundo mandato consecutivo, como ocurre en otros tres países de América Latina. (FIN/IPS/sh/mj/ip/98

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