El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, advirtió hoy que su gobierno impondrá fuertes sanciones económicas contra Pakistán por sus cinco pruebas nucleares, mientras altos funcionarios expresaron alarma por la posibilidad de una guerra en el subcontinente indio.
Así mismo, Clinton exhortó a Pakistán e India, que también realizó sus propios ensayos este mes, a renunciar a los experimentos atómicos, suscribir el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares y tomar "medidas decisivas" para reducir la creciente tensión entre ambos países.
Clinton, quien habló con el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif varias veces en las últimas tres semanas para disuadirlo de responder a India con nuevas pruebas nucleares, dejó claro a los líderes de Pakistán que su gobierno "no tiene otra opción que aplicarles sanciones, según lo establece la ley nacional".
"Al no contenerse y responder a los ensayos de India, Pakistán perdió una oportunidad verdaderamente invalorable de fortalecer su propia seguridad y mejorar su imagen política ante el mundo", lamentó Clinton.
De acuerdo con una ley de 1994 llamada "la enmienda Glenn", el presidente debe tomar una serie de medidas contra aquellos estados nucleares no declarados que hagan explotar un dispositivo atómico.
Las medidas incluyen la interrupción de toda ayuda bilateral no humanitaria, la prohibición de la venta de armas y de financiamiento militar, y la cancelación y denegación de inversiones, créditos para exportación o garantías.
Además, Washington debe prohibir toda exportación que pueda contribuir al programa nuclear del país sancionado, como las supercomputadoras, y oponerse a todos los préstamos que éste solicite ante instituciones financieras multilaterales.
Esta última sanción sería especialmente costosa para Pakistán, que no es un gran receptor de ayuda bilateral de Estados Unidos ni un mercado importante para la inversión y el comercio estadounidenses, pero que tienen una gran dependencia de los créditos multilaterales. (sigue