Las operaciones de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) deben incorporar el resguardo de los derechos humanos como uno de sus objetivos prioritarios, plantearon expertos de todo el mundo reunidos esta semana en Alemania.
Los 60 delegados presentes en el encuentro realizado en Petesberg, en las cercanías de Bonn, destacaron la necesidad de reforzar la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, encabezada por la irlandesa Mary Robinson.
"Desde el momento en que se propone una misión de paz ante el Consejo de Seguridad de la ONU, ésta debe incorporar la dimensión de los derechos humanos, incluyendo una perspectiva de género", planteó Robinson ante el simposio.
La reunión fue convocada por los gobiernos de Alemania, Polonia y Sudáfrica para "intercambiar experiencias" sobre fórmulas para apoyar el trabajo de la Comisión, que realiza operaciones de derechos humanos en terreno.
Actualmente, la oficina del Alto Comisionado de la ONU realiza misiones en Ruanda, Burundi, República Democrática de Congo, Colombia y Bosnia-Herzegovina.
"Tenemos planificadas nuevas misiones en la República Federal de Yugoslavia, con el fin de desarrollar más actividades en Kosovo. Además consideramos operaciones en Afganistán, y posiblemente en Sudán e Indonesia si es que esos gobiernos las aceptan", informó Robinson.
En un discurso ante los delegados, la comisionada insistió en que "los derechos humanos deben formar parte integral de la respuesta a las crisis".
Este es un planteamiento que ha sido objeto de algunos debates en el entorno de la ONU. Algunos especialistas sostienen que en algunos casos la preocupación por los derechos humanos debe ser separada del objetivo principal de las misiones de pacificación.
Pero quienes apoyan la incorporación de los derechos humanos como elemento integral de estas misiones argumentan que podrían cooperar en forma valiosa informando y aconsejando a los jefes de la operación, incluso ayudando a reducir el riesgo de que fracase el objetivo de lograr la paz.
En la última etapa de las operaciones de paz, las actividades relacionadas con los derechos humanos pueden convertirse en la clave para consolidar la paz, mediante la generación de mecanismos que permitan garantizarla hacia el futuro.
Robinson destacó que al integrar los derechos humanos a las operaciones de paz será esencial reconocer la autoridad del jefe de la misión, y todas las actividades deben ser resultado de una estrecha coordinación entre las entidades participantes.
En el transcurso de las operaciones, la información recopilada por el equipo encargado de derechos humanos podría ser utilizada de diversa manera, atendiendo a las prioridades de la misión. Pero siempre deberán salvaguardarse los procesos de vigilancia y de elaboración de informes sobre violaciones a estos derechos.
La comisionada dijo que las unidades de derechos humanos deberán recibir el mismo apoyo administrativo que se otorga a otras actividades no militares enmarcadas en las operaciones.
Además, se planteó que todos los participantes en misiones de paz de la ONU deberían ser capacitados en el tema de derechos humanos, especialmente aquellos que pertenecen al contingente de la policía civil (CIVPOL).
En la práctica, los representantes de CIVPOL cumplen misiones de vigilancia de los derechos humanos. En El Salvador, una de sus responsabilidades fue supervisar el respeto a estos derechos por parte de la policía, y se le asignaron tareas similares en Camboya, Mozambique, Croacia y especialmente en Bosnia.
Muchas de estas operaciones de paz ya incorporaron oficinas de derechos humanos. Entre tanto, la oficina dirigida por Robinson ha realizado un intenso programa de capacitación para oficiales militares y representantes civiles en algunas de estas misiones.
La oficina del Alto Comisionado también elabora un manual de derechos humanos para ayudar a capacitar a las fuerzas que participan en misiones de paz. El manual será enviado a los gobiernos y a las agencias involucradas en las operaciones.
Robinson también planteó en Petesberg que será necesario considerar un financiamiento estable para las operaciones de derechos humanos en terreno.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Klaus Kinkel, anunció un aporte de 570.000 dólares para contribuir con ese financiamiento, y pidió que la ONU destine mayores recursos para este campo.
"En este momento los derechos humanos reciben sólo uno por ciento del presupuesto de la ONU. Eso es muy poco; la protección de los derechos humanos debería valer más", dijo Kinkel. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/lc/hd/98