El ex presidente de Nicaragua Daniel Ortega (1984-1990), reelegido secretario general del opositor Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), deberá enfrentar esta semana las demandas civil y penal de su hijastra Zoilamérica Narváez Murillo, que lo acusa de violación.
El detallado testimonio de Narváez, entregado a organismos de derechos humanos y publicado por la revista Confidencial este domingo, establece que Ortega comenzó a molestar a su hijastra en 1978 en San José de Costa Rica, cuando ella aún no había cumplido 11 años de edad.
Narváez vivía a la sazón junto a su madre, Rosario Murillo, y con su hermano, Rafael, en una casa de seguridad perteneciente al entonces guerrillero Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Allí conoció a Ortega, cuyo seudónimo de combate era "Enrique".
Desde entonces y hasta 1982, según el testimonio, Ortega acorraló y manoseó a Narváez, se masturbó frente a ella, la observó mientras se bañaba y, finalmente, la violó.
Las 40 páginas que constituyen el testimonio serán proporcionadas a tres organizaciones de derechos humanos y a la Red de Mujeres contra la Violencia Sexual con la intención de iniciar al mismo tiempo demandas civiles y penales contra Ortega, según allegados a la joven.
Esta denuncia amenaza con dañar aun más la ya negativa imagen pública de Ortega. La firma encuestadora CID-Gallup reveló en abril que 36 por ciento de los nicaragüenses tienen de Ortega una opinión favorable y 41 por ciento, desfavorable.
Los expertos de CID-Gallup atribuyen este balance negativo al costo político que el líder sandinista paga por la acusación Narváez.
Ortega fue reelegido este sábado secretario general del FSLN para los próximos cuatro años por 420 votos, 95 por ciento del total de integrantes del Congreso Extraordinario de ese partido.
"Estoy satisfecho con los resultados. Ha salido una fórmula unitaria. Se ha dado una señal clara de apertura del FSLN, al incorporarse a empresarios y representantes de sectores sociales", comentó el líder sandinista.
Ortega se incorporó a una célula armada del FSLN a los 14 años. Desde ese momento fue detenido por fuerzas de la dictadura de la familia Somoza y torturado en reiteradas oportunidades.
El ex presidente de Nicaragua pasó siete años preso, y cuando fue liberado por un comando sandinista, en diciembre de 1974, se puso al frente de una de las corrientes internas del FSLN.
Tras el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza, en julio de 1979, asumió la función de coordinador de la Junta de Reconstrucción Nacional, y en las elecciones de 1984 resultó elegido presidente de Nicaragua.
Ortega perdió las elecciones de 1990 ante Violeta Barrios de Chamorro, viuda del asesinado director del diario La Prensa, Pedro Joaquín Chamorro.
El líder sandinista intentó en 1996 reconquistar la presidencia, pero perdió en la primera vuelta ante el derechista Arnoldo Alemán, su principal adversario político.
"Se eligió un directorio a la medida del caudillo. Todos los que están allí fueron elegidos gracias a su padrinazgo. Ninguno se opondrá a la línea y el ritmo que le imprimirá al FSLN en los próximo cuatro años", comentó Henry Petrie, ex dirigente de ese partido.
A juicio de Petrie, la crisis interna del sandinismo se agudizará debido a que no hay espacio para la disidencia interna, ni para la oposición al culto de la personalidad.
Los congresistas declararon el carácter "socialista" del FSLN, a pesar de que varios grupos internos, sobre todo los empresarios sandinistas, lo consideraron "incorrecto" y "contraproducente" con miras a las próximas elecciones municipales.
Una encuesta efectuada en diciembre reveló que apenas tres de cada diez nicaragüenses se considera de "izquierda", igual cantidad que quienes se ubican en la "derecha". Cuarenta por ciento, por su parte, se identifica con el centro.
Los congresistas también reinvindicaron el carácter antiimperialista en el FSLN y sostuvieron que el sector privado es el motor de la economía nacional.
Ortega aseguró que la prioridad del FSLN será luchar por la estabilidad del país. (FIN/IPS/rf/mj/ip/98