La capital de México vivió hoy el quinto día consecutivo de una emergencia ambiental provocada por la alta concentración de contaminantes en la atmósfera, lo que igualó un nivel previo que las autoridades aseguraron que no se repetiría.
La acumulación de gases y partículas suspendidas se mantiene en niveles que los médicos consideran peligroso para la salud a pesar de la restricciones de la circulación de automóviles, la actividad industrial y las obras de asfaltado y jardinería.
Esta es la segunda vez en la década que los aparatos de medición registran durante cinco días seguidos índices de contaminación que superan las normas de "contingencia" ambiental, aprobadas en 1990.
Cuando en 1996 se presentó una situación similar a la actual, las autoridades de la capital, encabezadas por el gobernador Oscar Espinoza, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguraron que no se repetiría, pues las medidas drásticas aplicadas surtirían efecto en muy poco tiempo.
Pero esas medidas, que incluían modernización del parque automotor, reordenamiento del tránsito y controles en las zonas fabriles, sólo se cumplieron a medias, dicen portavoces de la alcaldía, que desde diciembre preside el ocupa el centroizquierdista Cuauhtémoc Cárdenas.
Para enfrentar la nueva contingencia, las autoridades aprobaron este viernes medidas que incluyen mayores restricciones a la circulación de vehiculos, ka prohibición de labores de carga y descarga de mercancía durante el día y la creación de brigadas para detectar focos de contaminación.
Además, se anunció un programa para acelerar la instalación de equipos anticontaminantes en las fábricas y el progresivo retiro de circulación de vehículos viejos. De los alrededor de 3,5 millones de automóviles registrados en la capital mexicana, 70 por ciento son anteriores a 1991.
Si en el futuro se presenta una situación similar a la actual, lo que no descartan las autoridades, al tercer día de la emergencia se suspenderán en forma automática todas las actividades escolares, bancarias y en las oficinas públicas.
Hospitales, servicios de emergencia y médicos particulares reportaron los últimos cinco días un aumento de consultas por enfermedades respiratorias, ardor en los ojos y dolores de cabeza.
Las autoridades explicaron que la actual emergencia ambiental es consecuencia de la falta de vientos, el intenso calor y el humo de los incendios forestales.
Según el Inventario de Emisiones de Contaminantes del Valle de México, anualmente se emiten a la atmósfera en la ciudad 3,7 millones de toneladas de contaminantes. (FIN/IPS/dc/ag/en/98