La Iglesia Católica de México excomulgó a uno de los más famosos secuestradores del país, un devoto de la Virgen que suele amputar las orejas a sus víctimas y que representa un tipo de delicuente cada vez más común.
Luis Reynoso, obispo de Cuernavaca, ciudad ubicada al sur de la capital, informó este lunes que el secuestrador Daniel Arizmendi, quien según la Procuraduría General (PGR) estaría a punto de ser detenido, fue excolumgado "independientemente de sus creencias religiosas".
Dueño de lujosas casas y protegido de un sector de la policía, Arizmendi, de 40 años, amasó en los últimos cinco años millones de dólares gracias a secuestros de gente adinerada, la mayoría en el estado de Morelos, cuya capital es Cuernavaca.
Una semana después de la renuncia del gobernador de Morelos, Jorge Carrillo, por presiones políticas derivas de acusaciones de corrupción y problemas de inseguridad, la PGR registró varias casas de seguridad de Arizmendi, ubicadas a menos de un kilómetro de la residencia del ahora ex gobernador.
Los agentes detuvieron en los operativos a familiares del secuestrador y algunos de sus colaboradores, que reconocieron algunos de sus delitos. Según las investigaciones, Arizmendi y su banda son responsables de más de 20 secuestros, por los que recibieron más de cinco millones de dólares en rescates.
México es, después de Colombia, líder mundial en secuestros. Kroll Associates, una de las firma de consultoría en seguridad más importante de Estados Unidos, calcula que cada año ocurren más de 1.400 en este país.
Las autoridades informan en los primeros tres meses de este año se reportaron 450 denuncias de secuestro. No sólo se trata de empresarios, por quienes se piden rescates de cientos de miles de dólares, sino también de profesionales, estudiantes o trabajadores de clase media o baja.
Como otros secuestradores, Arizmendi es un tipo de delincuente que mata y tortura a sus víctimas mientras invoca el nombre de Dios o la Virgen, lo que es inaceptable, dijo el obispo Reynoso.
Arizmendi "ha sido un criminal que realmente enardece" y "hacen que surgan sentimientos de odio hacia él", señaló.
El prelado recomienda excomulgar a todos los delincuentes sanguinarios que afirman ser devotos católicos y que cada año realizan incluso peregrinaciones al templo donde está la imagen de la Virgen de Guadalupe, patrona de la Iglesia Católica mexicana.
Según indican las versiones policiales y confirman algunas víctimas, Arizmendi acostumbra a cortar las orejas de los secuestrados para amenazar a los familiares y exigir el rescate. Cuando no logra su objetivo, asesina al secuestrado.
El delincuente considera a los secuestros un negocio normal, por lo que pide a sus víctimas "un poco de comprensión", según testimonios.
Estudios de la PGR indican que entre 1989 y 1996 se registraron en el país más de 2.200 secuestros y que los montos exigidos para rescate sumaron alrededor de 120 millones de dólares.
La revista estadounidense Forbes calculó que México es el país latinoamericano que cuenta con el mayor número de personas y familias dueñas de fortunas de 1.000 millones de dólares o más.
El negocio de la protección privada fue en ascenso los últimos años debido a la creciente inseguridad. México ocupa hoy uno de los primeros cinco lugares del mundo en compra de instrumentos de seguridad e inversiones en blindaje de vehículos, indican las autoridades.
En 1970 había en este país alrededor de 40 empresas especializadas en protección privada. Hoy son más de 1.400.
El lugar donde más protección demandan los empresarios es en la capital. Cada día es secuestrada una persona en esta ciudad.
La asociación local de aseguradoras sostiene que en los últimos dos años se multiplicó la contratación de pólizas para secuestros. Los costos de estas coberturas van de 9.000 a 45.000 dólares anuales, montos solo accesibles a familias adineradas. (FIN/IPS/dc/mj/hd ip/98