La fuga en Italia de un jefe de la mafia siciliana, sumada a la de Ligio Gelli, líder de una logia masónica ilegal, debilitó la credibilidad del gobierno y causó la renuncia no aceptada del ministro de Justicia, Giovanni Maria Flick.
Flick asumió este miércoles la responsabilidad por la huida el lunes del jefe mafioso Pascuale Cuntrera, de 63 años, y de Gelli, fundador de la logia masónica Propaganda 2, Licio Gelli, que huyó hace dos semanas.
Pero el jefe del gobierno de centroizquierda, Romano Prodi, rechazó de inmediato la dimisión del ministro.
A esos casos se sumó el martes de noche el robo de dos obras del holandés Vincent van Gogh y una del francés Paul Cézanne, que se hallaban en uno de los más importantes museos de Italia,
Tres desconocidos armados entraron en el Museo de Arte Moderno de Roma y, tras inmovilizar a los vigilantes, se llevaron las dos únicas pinturas de Van Gogh que había en Italia y una de Cézanne. Se trata de obras de valor incalculable, advirtieron los expertos.
Cuntrera y Gelli se encontraban en libertad provisoria, a la espera de que se hiciera efectiva su condena. El jefe mafioso había sido condenado a 21 años de cárcel por tráfico de drogas, y Gelli, a 12 años.
La oposición de centroderecha pidió el alejamiento del gobierno de Flick y del ministro del Interior, Giorgio Napolitano.
Flick es independiente, mientras Napolitano pertenece al Partido Democrático de Izquierda (PDS), la principal fuerza de la coalición de gobierno.
El ministro de Justicia, tras reconover su responsabilidad en los dos casos, declaró "la serena conciencia que nada habría podido hacer para impedir que ello ocurriera".
Prodi, al reiterarle la confianza, lo invitó a continuar los esfuerzos necesarios y urgentes para llevar a cabo una profunda reforma del sistema de justicia.
Fausto Bertinotti, jefe de Refundación Comunista, um movimiento político que apoya al gobierno en el parlamento, señaló este miércoles que el Poder Ejecutivo se encuentra en una situación muy precaria a raiz de la fuga de Gelli y Cuntrera.
Bertinotti declaró a la prensa que el gobierno corre el riesgo de caer, insinuando así la posibilidad de retirar a Prodi su decisivo apoyo parlamentario.
El obispo Alfredo María García, de Caltanissetta, un área de Sicilia donde es particularmente fuerte la mafia, lamentó la fuga de Cuntrera. "Es una clara falla del Estado", advirtió García.
El jefe del grupo parlamentario del PDS, Fabio Mussi, había señalado en una sesión especial que celebró la Cámara de Diputados el martes en la noche que la fuga de Gelli y Cuntrera habían sido "verdaderas bofetadas contra el gobierno".
El vicepresidente del gobierno, Walter Veltroni, reconoció que "algo se debe hacer", aunque no formuló recomendaciones concretas.
Veltroni, que es además ministro de Cultura, excluyó toda relación entre la fuga de Gelli y la de Cuntrera y el robo de las obras de Van Gogh y Cézanne.
Se trata de "historias totalmente diferentes, que no tienen nada que ver una con otra", y "sólo tienen en común que son inaceptables en un país civilizado", dijo Veltroni en conferencia de prensa.
El diario Corriere della Sera destacó este miércoles que las fugas dejaron en evidencia las insuficiencias del sistema judicial italiano.
"En este país, los sospechosos terminan en prisión, aunque a menudo son inocentes. Pero los culpables de crímenes quedan en libertad", señaló el diario. (FIN/IPS/jp/np/98)