El presidente de Indonesia, Alí Suharto, tras casi 33 años en el poder, presentó hoy las bases de una transición para su retiro anunciando que sólo entregará el mando a un líder electo constitucionalmente.
Suharto, que pretende retirarse de la escena política bajo sus propios términos, anunció la realización de elecciones generales, aunque no precisó una fecha.
Los comicios se realizarían "tan rápido como puedan instituirse de acuerdo a la constitución" para que el parlamento escoja a su sucesor, dijo, y agregó que permanecerá en su cargo mientras encamina al país a una nueva era política.
El anuncio responde a la creciente presión popular que explotó la semana pasada con disturbios callejeros, saqueos e incendios que dejaron más de 500 muertos.
El presidente del parlamento, Harmoko, dijo el martes que las cinco facciones de la cámara se reunirían para exigir la renuncia de Suharto. Pero el jefe de las fuerzas armadas, Wiranto, sostuvo que los legisladores carecen de base legal para tal medida.
Suharto, de 76 años, quien inició su séptimo mandato de cinco años en marzo tras la designación del parlamento, declaró que no se presentará como candidato para la reelección.
El presidente ordenó un recambio de su gabinete y creó un comité de reforma "para instituir con rapidez normas" contra la corrupción y para la realización de elecciones.
Aunque no hoy fecha para la celebración de las elecciones, se espera que el anuncio calme temporalmente a la capital, que sufrió grandes destrozos con la ola de violencia de la semana pasada.
Suharto, que enfrenta la crisis más dura de sus tres décadas en el gobierno, hizo un llamado a poner fin a la violencia y el desorden civil, y dijo que inicia el camino de las reformas para proteger la unidad y la seguridad nacional.
El analista político Salim Said describió el plan de Suharto como "la mejor forma de salir de la crisis política".
Abdurrahman Wasid, presidente de la mayor organización musulmana de Indonesia, dijo que la respuesta del presidente es "la mejor opción que puede elegir".
Wasid dijo que en la tradición javanesa es tabú que un líder que sirvió durante muchos años caiga en desgracia, por lo cual el plan de Suharto ofrece una salida aceptable.
Suharto, nacido en la isla de Java, tomó el poder en un golpe de Estado de 1966, desplazando al presidente Ahmed Sukarno. Desde enctonces transformó al país de una economía agraria en una de las más vibrantes economías industriales del sudesde de Asia.
Pero el cuarto país más poblado del mundo fue duramente golpeado por la crisis financiera que sacudió partes de Asia, y Suharto optó por implementar medidas económicas impopulares para calificar para un paquete de rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La crisis política está lejos de haberse superado. A lo sumo, el discurso público ofreció sólo un alivio temporal a la inestabilidad y la inseguridad que afectó a Indonesia en los últimos días.
Analistas financieros afirman que les gustaría conocer más detalles del plan de Suharto, agregando que la fecha de las elecciones es crucial. Sin embargo, creen que el anuncio aliviará la tensión en la capital y reducirá la posibilidad de nuevos disturbios.
Los mercados financieros indonesios, sacudidos por la anarquía de la semana pasada, dieron la bienvenida al anuncio. La rupia subió a 12.450 por dólar frente a 17.000 antes del discurso de Suharto, mientras el índice del mercado de valores recuperó cinco por ciento.
Pero aún es demasiado pronto para determinar si la reforma de Suharto favorecerá la confianza de los inversores, sacudida por los alzamientos de la semana pasada.
Aunque el torbellino político se haya asentado, Indonesia aún enfrenta su peor crisis económica, y se desconoce si el gobierno seguirá adelante con las medidas de austeridad requeridas por el FMI.
Además, no todos confían en la palabra de Suharto. Una manifestación de estudiantes ignoró su llamado a elecciones, insistiendo en que debe renunciar de inmediato.
Amien Rais, otro líder musulmán que respaldó el movimiento estudiantil, dijo tener dudas sobre la oferta de retiro de Suharto. "Está engañando a la gente. Está comprando tiempo para consolidar el poder", dijo en una entrevista televisiva.
"Sus declaraciones nos motivaron aún más a resistirlo", agregó, y dijo que su grupo sigue adelante con los planes de una manifestación este miércoles para conmemorar el 90 aniversario de la formación de un movimiento nacionalista contra el dominio colonial holandés.
Este día siempre se celebra en Indonesia, y los líderes opositores dijeron que usarán el evento para movilizar más respaldo a la campaña y forzar a Suharto para que renuncie de inmediato.
Esto contrasta con la posición de Washid, quien sostiene que el pueblo debe detener las protestas porque "el objetivo se logró". (FIN/IPS/tra-en/ky/ral/lp/ip hd/98