INDONESIA: Suharto amenazado tras saqueos y más de 200 muertos

El gobierno de Indonesia procedió hoy a restaurar el orden en esta capital tras un día de violencia y saqueos que dejaron al menos 200 muertos, mientras el presidente Alí Suharto enfrenta el mayor desafío en su régimen de 32 años.

La primera medida tomada por Suharto, quien ordenó a sus ministros imponer el orden, fue la revocación del aumento de los precios del combustible y la electricidad, que desataron demostraciones de protesta y la ola de violencia de esta semana.

La embajada de Estados Unidos decidió este viernes evacuar sus ciudadanos de esta capital para protegerlos de los alzamientos callejeros y organizó vuelos de emergencia.

Yakarta estaba más calma este viernes, pero la situación continuaba tensa y miles de personas, expatriados y comerciantes de origen chino se preparaban para dejar la ciudad devastada por los saqueos, los incendios, la destrucción y el caos.

El movimiento comercial se detuvo mientras las oficinas permanecían desiertas y empresarios extranjeros y sus familias se trasladaron a sitios más seguros como hoteles en el centro de la ciudad.

Más de 230 de manifestantes murieron calcinados en un centro comercial incendiado por otros manifestantes el jueves. Multitudes enardecidas prendieron fuego vehículos, saquearon comercios e incluso propiedades privadas pertenecientes a grupos identificados con la familia Suharto y sus allegados.

Otro centro comercial ardía en llamas este viernes en el sur de Yakarta, y unas 30 personas habrían perecido dentro, informó la policía.

El número de víctimas de los incendios se suma a 24 muertos durante enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad esta semana.

Los militares, inoperantes durante el caos del jueves, aumentaron este viernes su presencia en las calles, desplegando tanques, camiones y vehículos blindados de transporte de efectivos para impedir nuevas acciones masivas.

El ministro de Defensa Wiranto advirtió a los saqueadores que detengan la conducta destructiva diciendo que "los militares no dudarán en actuar duramente".

El mayor general Prabowo Subianto, comandante de la reserva estratégica del ejército y yerno de Suharto dijo que "los militares favorecen la reforma pero están contra cualquier forma de destrucción".

Prabowo Subianto hizo un llamado a "todos los grupos de la sociedad a crear estabilidad y paz porque la reforma sólo puede realizarse en una situación pacífica".

Suharto, quien estaba en El Cairo para participar en una cumbre del Grupo de los 15 cuando se desató el caos esta semana, anunció estar dispuesto a renunciar. El diario Jakarta Post lo citó diciendo "Si ya no confían en mí, me encomendaré a acercarme a Dios (…) guiaré a la comunidad y le daré consejos".

Las demandas populares de la renuncia de Suharto se acrecentaron con la grave crisis económica que desde fines del año pasado afecta al sudeste de Asia.

El descontento resultó en manifestaciones cuando Suharto aumentó los precios del combustible y la electricidad como parte de reformas propuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las medidas de austeridad son condición de un paquete de emergencia de 43.000 millones de dólares.

La matanza el martes de seis estudiantes universitarios desató la ola de violencia que el jueves transformó a Yakarta en una zona de guerra, aterrorizando a empresarios locales y extranjeros.

Desde que se desató la crisis financiera y la tensión racial, hombres de negocios chinos e indonesios dejaron el país, llevándose 1.000 millones de dólares.

La muerte de los estudiantes fortaleció la oposición política contra Suharto, presionando más al gobierno para que actúe rápidamente para calmar los ánimos.

Un grupo de intelectuales, activistas y partidarios de la reforma, liderados por el reconocido abogado Adnan Buyung Nasution, marcharon al edificio del parlamento para solicitar una reunión de legisladores para considerar la situación política.

El grupo fue recibido por el presidente del parlamento, Harmoko, aliado cercano de Suharto, quien dijo que el cuerpo considerará la oferta de renuncia de Suharto.

"El señor presidente dijo estar dispuesto a renunciar. Lo discutiremos de inmediato. Pero necesitamos tiempo para prepararlo. Hay reglas que seguir", dijo Harmoko al grupo.

Otra figura de la oposición, Amin Rais, renovó su llamado para que los militares decidan de inmediato si se unirán a la mayoría o continuarán con su actual posición de proteger los intereses de la elite.

El jueves, en los momentos más intensos de los saqueos y la violencia, fuerzas de seguridad que muchas veces chocaron con estudiantes manifestantes se mantuvieron sin actuar, y algunos soldados estrecharon las manos de los manifestantes.

El analista político Deliar Noer dijo que, a juzgar por la conducta de los soldados el martes y el jueves, está claro que las tropas recibían diferentes órdenes de diferentes comandantes. "Resulta obvio que los militares no están unidos".

El ejército es un factor clave, dijo, y agregó que si los militares se unen al pueblo y los estudiantes, la caída de Suharto es cuestión de días o semanas. (FIN/IPS/tra-en/ky/ral/lp/ip/98

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