El gobierno derechista de India podrá perder amigos en el extranjero si continúa en la carrera nuclear, pero, en cambio, toda la oposición aplaudió el ingreso del país al exclusivo club de naciones capaces de fabricar armas de esta naturaleza.
Cuando el ministro de Defensa, George Fernandes, declaró sin previo aviso la semana pasada que China, y no Pakistán, es la mayor amenaza contra la seguridad de India, estaba preparando a la opinión pública del país para las pruebas nucleares subterráneas que se desarrollaron la tarde del lunes.
Los opositores Partido del Congreso y Frente Unido acusaron entonces a Fernandes y al gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP) de "belicismo" y de arriesgar los vínculos diplomáticos construidos con mucho esfuerzo con los vecinos.
La oposición atribuyó estos agresivos discursos a la intención del BJP de desviar la atención del público de los incesantes conflictos internos de la coalición de gobierno, pero pronto moderó el tono.
A. B. Bardhan, líder del Partido Comunista de India (PCI), que integra la coalición izquierdista opositora Frente Unido a cargo del gobierno anterior, había dicho antes de las exitosas pruebas nucleares que el BJP solo tuvo éxito en dañar las relaciones internacionales.
El BJP no comenzó aún, dos meses después de asumir la administración, a gobernar dentro de India, sostuvo Bardhan entonces.
El primer ministro Atal Behari Vajpayee, uno de los políticos más populares de India, se mantuvo fuera de la escena pública hasta el lunes, cuando surgió para anunciar que tres pruebas de bombas nucleares en el estado de Rajasthan habían sido un éxito.
Brijesh Mishra, mano derecha de Vajpayee, afirmó en una triunfal conferencia de prensa que había un consenso nacional para "ejercer la opción nuclear".
Misrha tenía razón. Partidos políticos de todo el espectro ideológico se alinearon detrás del gobierno encabezado por el BJP en la inesperada decisión que acabó con décadas de incertidumbre de declarar a India estado poseedor de armas nucleares.
El ex primer ministro del Frente Unido, Inder Kumar Gujral, quien ha acusado al gobierno de Vajpayee de desmantelar la denominada "doctrina Gujral" de relaciones amistosas con los países vecinos, apareció de repente entonando una melodía muy diferente.
El líder centroizquierdista recordó que las potencias nucleares se habían negado a aceptar la demanda india de destrucción gradual de armas nucleares. "La respuesta ha sido evasiva. Ahora, la nación se une para reiterar su política de paz para librar al mundo de armas nucleares", dijo.
El líder del Partido del Congreso, Madhav Rao Scindia, dijo que todo país tiene derecho a proteger sus propios intereses y responder por su seguridad.
Las pruebas nucleares del lunes fueron la culminación lógica del programa iniciado por la fallecida primera ministra Indira Gandhi cuando ordenó una prueba en 1974, el primer golpe del país en la puerta del club nuclear.
India debió sufrir entonces sanciones económicas dispuestas por Estados Unidos, que llegó a prohibir la venta de computadoras de alta velocidad al país.
Pero las sanciones tuvieron como efecto el desarrollo del sector informático indio y, como las pruebas del lunes demuestran, de la tecnología nuclear, tanto para usos pacíficos como bélicos.
"Al realizar una prueba de bomba termonuclear, otra de fisión y una tercera de baja potencia, India informa que es capaz de fabricar misiles de kilotones y aun megatones de potencia", dijo K. Subrahmanyan, el principal experto en materia de defensa de India.
Subrahmanyan explicó que India podría decidir ahora la firma del Tratado de Prohibición Total de Armas Nucleares, al que se opuso con tanta fuerza por su sesgo favorable a las cinco actuales potencias nucleares (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia).
Las leyes de Estados Unidos prevén la posibilidad de nuevas y más duras sanciones contra India, que no fueron descartadas este martes por el presidente Bill Clinton, pero el gobierno de Vajpayee parece preparado para esa eventualidad.
"Hemos tomado las repercusiones económicas en cuenta. No tendremos problemas", dijo Mishra en la conferencia de prensa.
El funcionario se negó a contestar si India fabricaría armas nucleares, aunque reiteró que el gobierno del BJP está comprometido en "ejercer la opción de las armas nucleares", según las promesas preelectorales.
Con un difícil debate parlamentario en torno al presupuesto previsto para fines de este mes, el BJP necesitará el respaldo de amigos y enemigos. Las pruebas nucleares parecen de ayuda en tal sentido. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/mj/ip en/98