España pondrá en marcha en los próximos cinco años el programa Araucaria, que comprende planes de desarrollo y conservación de la biodiversidad en América Latina, con fondos de unos 70 millones de dólares.
En la Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro en 1992, se planteó la urgencia para desarrollar acciones demostrativas de cambio en las zonas con alto contenido de biodiversidad.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica establece la obligación de los países del Norte de cooperar en la conservación de los recursos naturales de los países en desarrollo.
La ratificación del Convenio por parte de España significó el compromiso de incluir en la Cooperación nuevos valores, prioridades, objetivos y métodos hacia América Latina, dijeron a IPS fuentes de la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Ante el bajo desarrollo del convenio firmado en 1992, el jefe del gobierno español, José María Aznar, propuso en 1997 en la Asamblea Extraordinaria de la Organización de las Naciones, el programa Araucaria, al que se sumaron todos los países de América Latina.
Este programa abarca proyectos que cumplen con tres principios básicos de la biodiversidad: la conservación de los recursos naturales, el desarrollo humano de los pobladores locales y el fortalecimiento institucional y organizativo.
Además, busca generar un impacto real sobre la conservación de la biodiversidad in situ y mejorar el cumplimiento de las obligaciones contraídas por España en los foros internacionales sobre la conservación y desarrollo sustentable de la biodiversidad en Iberoamérica.
Para esto, el secretario de Estado para la Cooperación, Javier Villalonga, encomendó a la Agencia Española de Cooperación Internacional y al director del Instituto de Cooperación Iberoamericana, Jesús Gracia, el diseño de Araucaria, incluyendo Proyectos Integrales, líneas temáticas y actividades horizontales.
Los proyectos integrales constituirán experiencias piloto de desarrollo sustentable, con plena participación local, ubicados en zonas de alta biodiversidad y representativas de los principales ecosistemas de América Latina.
Estos proyectos, que tendrán componentes de conservación, investigación o microcrédito, centrándose las actividades en las zonas habitadas, buscan el consenso entre los principales actores locales y nacionales.
Araucaria identifica también líneas temáticas para la conservación y el desarrollo sostenible en toda América Latina mediante actuaciones como el ecoturismo, ganadería extensiva, energías alternativas, auditoría ambiental o la pesca artesanal.
Estos proyectos y líneas temáticas comprenderán acciones que se integrarán a través de actividades horizontales, donde se facilitará el intercambio de experiencias entre españoles y latinoamericanos mediante cursos de formación, desarrollados con participación de los ministerios de Medio Ambiente y Educación.
Los proyectos en fase de formulación se sitúan en las zonas de Los Roques (Venezuela), Savegre (Costa Rica), Coiba (Panamá), los valles andinos del Colca y del Ulla-Ulla y en La Araucanía (Chile).
El programa, en cuya financiación participarán los ministerios españoles de Asuntos Exteriores, Economía, Medio Ambiente, Educación y Cultura, está abierto a la participación de todas las regiones españolas. Ya lo han hecho las de Andalucía, Valencia, La Rioja y Canarias.
En el proyecto también se requiere la colaboración de organizaciones no gubernamentales (ONG) y de empresas españolas. Hasta el momento se ha incorporado la Asociación de Defensa a la Naturaleza (ADENA) y la Fundación Entorno.
ADENA, que actúa en América Latina desde 1968, considera muy positiva la iniciativa de Araucaria, por lo que ofreció su apoyo y experiencia para que se hiciera realidad, dijo a IPS un representante de la organización ambientalista.
Sin embargo, para que su colaboración sea efectiva y se active la iniciativa de la sociedad española considera necesario que existan mecanismos de participación real de todos los sectores implicados.
"Consideramos necesario que exista una representación equilibrada, tanto en los órganos gestores como de decisión del Programa, en los que se pueda evitar cualquier desviación del espíritu inicial de Araucaria", subrayó.
Cristina García-Orcoyen, de la Fundación Entorno, también considera muy importante el proyecto, por lo que su fundación está interesada en participar desarrollando programas de formación dirigidos a la empresa sobre la incorporación del factor ambiental en la gestión empresarial.
La Televisión Pública Española expresó su deseo de contribuir con el proyecto realizando una serie audiovisual sobre la cooperación internacional para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sustentable.
El programa tomó el nombre del árbol Araucaria, un árbol aparecido hace 200 millones de años. Hoy, su implantación se limita a áreas reducidas en los Andes medios de Chile y Argentina, donde soporta climas extremos y largas nevadas. (FIN/IPS/nu- af/ag/en/98