Las bolsas se recuperaron hoy del susto sufrido el lunes, que esta vez no obtuvo consenso en las explicaciones. La caída se atribuyó a Rusia, un "efecto vodka", en Brasil y a un "síndrome Suharto" en Argentina.
En Chile, un país de fuertes relaciones comerciales con Asia, la persistencia de la crisis en esta región siguió como causa principal de la caída de 0,98 por ciento en la Bolsa de Comercio de Santiago.
"Fue sólo una ola de nerviosismo, iniciado en Asia y que se aceleró con la expectativa de devaluación en Rusia", evaluó Hugo Morales, director de Análisis de Balores Bursátiles, de México, donde la baja del lunes fue de 2,94 por ciento. Pero este martes la caída fue de sólo 0,47 por ciento.
En Brasil, donde más se habló de la crisis en Rusia como causa de la caída de 6,43 por ciento el lunes, el índice de la Bolsa de Valores de Sao Paulo registró un alza de 1,35 por ciento este martes. En Río de Janeiro subió 2,87 por ciento.
Brasil suele registrar siempre las mayores oscilaciones en América Latina, pero esta vez hubo caídas generalizadas en la región y en el mundo. Buenos Aires, con baja de 4,78 por ciento, fue la que más se acercó a la situación de Brasil.
Este martes hubo recuperación, como las alzas en Brasil, o bajas menores en otras partes. La decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos, de mantener el nivel actual de las tasas de interés, confirmó las expectativas y contribuyó a tranquilizar a los mercados latinoamericanos.
En Sao Paulo, algunos operadores dijeron que compras efectuadas por empresas estatales, para evitar devaluación de sus acciones, influyeron en el resultado positivo de este martes.
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el mayor banco de fomento latinoamericano, adquirió muchas acciones de la Telebrás, el "holding" del sistema telefónico público, que será privatizada el 15 de julio, según fuentes del mercado.
El gran temor de las autoridades brasileñas consiste en que nuevos accidentes más prolongados, repitiendo la crisis asiática de octubre por ejemplo, afecten la venta del sistema Telebrás, cuyas acciones son las más negociadas en el mercado accionario.
La expectativa del ministro de Comunicaciones, Luiz Carlos Mendonza de Barros, es obtener unos 18.000 millones de dólares con esa privatización.
Ante rumores sobre posible aplazamiento de la subasta, tras el susto de lunes, aseguró que la privatización se hará el 15 de julio. Serán vendidas tres empresas de telefonía fija y ocho de celular, formato que resultó de la reestructuración de 26 empresas estaduales que operaban los dos tipos de teléfonos.
Las razones de nerviosismo se diversificaron, según se puede concluir de la ola de bajas ocurrida el lunes. En Brasil se especuló sobre el temor de un ajuste en la Bolsa de Nueva York, donde los activos estarían sobrevaluados, y un agravamiento de la crisis asiática, ante la turbulencia política en Indonesia.
Ahora se considera que hubo precipitación en atribuir el mayor impacto al alza de intereses en Rusia, a 50 por ciento, y la consecuente caída de 11,8 por ciento en la Bolsa.
La Bolsa de Moscú negocia sólo unos 80 millones de dólares al día, un décimo de lo que suele negociarse en Sao Paulo, por lo que sería improbable un efecto tan importante en el mercado brasileño.
Pero se repiten análisis que apuntan riesgos en Brasil, ante el gran aumento del déficit público y las dificultades del gobierno en controlarlo. En febrero alcanzó 6,53 por ciento del producto interno bruto y hay previsiones de que podría llegar a 7,5 por ciento en los próximos meses.
Pero con reservas de 74.656 millones de dólares y la perspectiva de abultados ingresos por privatizaciones, Brasil puede enfrentar ataques especulativos "sin desestabilizar su programa económico, aunque con costos, como altos intereses", evaluó Sergio Besserman, director de planificacin del BNDES. (FIN/IPS/mo/ag/if/98