La organización no gubernamental Los Verdes de Andalucía y el partido Izquierda Andaluza informaron hoy que presentaron denuncia contra la ministra de Medio Ambiente de España, Isabel Tocino, por delito ecológico, estragos y prevaricación.
La acusación, presentada este jueves, se refiere al mayor desastre ambiental de España y uno de los mayores de Europa, producido al derramarse accidentalmente el 25 de abril ocho millones de toneladas de lodos contaminados al río Guadiamar, en Andalucía.
El Guadiamar integra la cuenca en la que está ubicado el Parque Nacional de Doñana, calificado de reserva de biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Los Verdes e Izquierda de Andalucía responsabilizan a Tocino del desastre, por no haber atendido denuncias que advertían sobre el peligro que constituían los lodos acumulados en la mina explotada por la empresa sueca Boliden.
"Ahora nos dice la ministra que el corazón del Parque se ha salvado, pero, ¿para qué queremos el corazón del Parque si las manos, la cabeza y los oídos están afectados?", preguntó José Larios, portavoz de Los Verdes de Andalucía.
En un coloquio celebrado en la noche del viernes, Enrique McPherson, alto funcionario del oficial Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), advirtió que el peligro de que se extienda la contaminación está lejos de haber sido controlado.
Hasta ahora, solo se han eliminado 1.000 toneladas diarias del lodo tóxico "y sería necesario multiplicar esa cifra por 1.000", explicó McPherson, coordinador científico del CSIC.
Asistentes al coloquio, como el premiado ambientalista Joaquín Araujo, señalaron que una opción a la que el gobierno no ha recurrido y que podría ser una solución es involucrar a las Fuerzas Armadas en esa tarea.
"Tienen entrenamiento, capacidad de organización y medios humanos y técnicos para hacerlo", señaló Elena Fusté, de la organización no gubernamental Greenpeace.
La Fundación Española para la Investigación del Cáncer (Fundcáncer) emitió un informe en el que destaca que los lodos y las aguas de la zona afectada contienen compuestos y sustancias de muy alto riesgo cancerígeno para las personas.
La Consejería (ministerio) de Salud del gobierno autónomo de Andalucía, controlado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), opositor a nivel nacional, desmintió "categóricamente" el informe de Fundcáncer, y calificó a sus portavoces de irresponsables, ineptos e ignorantes".
En la misma línea, el portavoz del gobierno central Miguel Angel Rodríguez afirmó ayer que el acuífero del Doñana carece de problemas y que las asociaciones, fundaciones y organizaciones no tienen informes científicos y médicos en los que basar sus "mensajes alarmistas".
Casi al mismo tiempo que Rodríguez descalificaba a esas instituciones, el oficial Instituto Tecnológico Geominero admitió que entraron aguas tóxicas en el acuífero 27, la gran cantimplora subterránea del Doñaña.
El biólogo y físico médico Pedro Alvarez Marín declaró al diario El Mundo que los lodos vertidos en Doñana tienen concentraciones "en niveles peligrosos de hasta 500 veces mayores que los normalmente aceptados para la vida humana, animal y vegetal".
El CSIC individualizó cinco agentes tóxicos en los lodos vertidos: arsénico y compuestos, cadmio, plomo, mercurio y zinc.
Además del riesgo en sí mismo, en la actualidad, para las personas y el entorno natural, esos lodos añaden un "riesgo de transmisión a largo plazo, por vía de la cadena alimenticia", agregó el informe del CSIC.
Mientras, el gobierno andaluz sumó otra prohibición a la clausura de pozos de agua, destrucción de cosechas contaminadas, envío de agua a granjas aisladas, control de la venta ambulante e impedimento de acceso a las zonas contaminadas.
Ese gobierno local prohibió este viernes que los "rocieros", devotos de la Virgen del Rocío, crucen el río Quema, en el que también se vertieron lodos contaminados. El peligro es que los lodos de las orillas se sequen y su polvillo contamine a los peregrinos que inhalen el aire, explicaron los funcionarios.
Las organizaciones ambientalistas parecen tener razón en sus protestas, según el experto Pedro Arrojo Agudo, del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza, quien visitó la zona.
Asombrado y alarmado, Arrojo Agudoaseguró haber visto con sus propios ojos, a escasos 50 metros de la zona cubierta por fangos tóxicos, en plena zona de recarga del acuífero del Doñana, cómo los aspersores siguen regando los cultivos de papas.
"Así se conseguirá transformar las 6.000 hectáreas contaminadas en 20.000", aseveró.
El desastre demuestra la imprevisión de la empresa minera, la desatención oficial a las advertencias de los ambientalistas y que el daño causado y el que todavía se puede causar tiene consecuencias de largo plazo, pero ha dejado aspectos positivos.
Uno, lo señaló Joaquín Araujo, es la lección ejemplarizante de lo que ocurre y puede ocurrir cuando no se atienden las advertencias y no se investigan las denuncias.
Otro, que el ambiente es algo más que una noticia y que debe preocupar a todos. Así parecieron entenderlo el jueves el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, que bloquearán las ayudas a Boliden, para aplicarlas a indemnizar a los afectados y a recuperar el entorno natural dañado. (FIN/IPS/af/mj/en/98