El opositor Frente Farabundo Martí (FMLN) podría en 1999 conquistar en las urnas el poder que no le dio la guerra en El Salvador, pero las diferencias ideológicas internas entre marxistas y reformistas nublan su proyecto político ante el electorado cuando faltan 10 meses para ese reto.
En las elecciones de 1997 para renovar la Asamblea Legislativa y los gobiernos municipales, el FMLN logró convertirse en la segunda fuerza política del país, siguiéndole los pasos muy de cerca al gobernante y derechista partido Arena (Alianza Republicana Nacionalista).
Esta posición abrió al FMLN todas las posibilidades de acceder al poder en los comicios presidenciales de marzo de 1999.
El FMLN fue uno de los bandos en pugna en la guerra civil de 12 años que concluyeron en 1992 con un saldo de 75.000 muertos, 8.000 desaparecidos y cerca de un millón de exiliados. Desde entonces, se constituyó en partido político legal.
El diseño de un programa de políticas de Estado promovido por la Arena, en el que un grupo del FMLN pretende participar, y la designación de candidatos a la presidencia han producido nuevos enfrentamientos entre marxistas y reformistas dentro del partido.
Ese conflicto se produjo tras la difusión en medios de comunicación de un documento apócrifo la semana pasada, en el cual se critica la conducción del partido hoy en manos de su coordinador y aspirante a la presidencia de tendencia socialdemócrata, Facundo Guardado.
Nadie se hizo responsable del documento de ocho páginas titulado "Sobre el rumbo actual del FMLN" en el cual se advierte que Guardado y los reformistas "están llevando a la destrucción el proyecto revolucionario".
Sin embargo, Salvador Sánchez, uno de los dirigentes de la llamada "línea dura", aseguró que comparte las preocupaciones expresadas en el documento y suscribe los planteamientos de fondo, que expresan el sentir de la corriente ortodoxa del partido.
Se creía que la definición ideológica del partido había quedado clara en su convención realizada en diciembre, en la cual se adoptó una definición socialista y la fracción marxista quedó en minoría.
"La convención decidió que quiere un ideario socialista con libertad, democracia, igualdad de oportunidades y solidaridad. Quizá hay a quienes no les gusta la palabra libertad, pero si no les gusta, que traten de cambiarlo en la próxima convención", declaró Guardado a medios salvadoreño.
Las divergencias se han agudizado a raiz del apoyo que dan algunos grupos dentro del FMLN al proyecto "Bases para un Plan de Nación", propiciado por el gobierno a través de la Comisión Nacional de Desarrollo.
Las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), una de las tendencias integradas al FMLN, pretenden apoyar el plan, según el documento apócrifo, no así los reformistas ni los comunistas, por considerar que plantea un modelo de desarrollo neoliberal.
Estas fracciones pretenden elaborar un plan de desarrollo alternativo que surja del debate interno dentro del FMLN para ponerlo en práctica si se conquista el poder.
Oscar Ortiz, responsable de comunicaciones del partido, afirmó que lo importante no es quién es progresista, renovador u ortodoxo dentro del FMLN. "Eso es una visión miope. El debate debe enfilarse de cara a los grandes temas nacionales que el partido debe enfrentar", dijo.
Según Guardado, habrá que esperar para ver cómo influirá este debate interno en la elección de la fórmula presidencial que disputará la presidencia en marzo. Esa elección deberá realizarse en la convención interna prevista para el 26 de julio.
Como posibles candidatos se menciona a Abraham Rodríguez, de la Unión Social Cristiana y aliado del FMLN, el economista Salvador Arias, de la Alianza Democrática Campesina (ADC), Victoria de Avilés, ex procuradora de Derechos Humanos propuesta por 14 organizaciones de mujeres.
Los otros dos candidatos que se mencionan son Guardado y Héctor Silva, actual alcalde de San Salvador, cargo polìtico de gran importancia.
De esta pugna, que ni siquiera se sabe si fue originada dentro del FMLN porque ningún sector reconoce haber escrito el documento de críticas, obtiene ganancias el oficialista Arena, porque de nuevo el FMLN ha sido presentado como amenaza a la democracia.
El periódico Diario de Hoy hizo el viernes un análisis del lenguaje utilizado en el documento apócrifo y asegura que "alarmó a sectores empresariales y sociales" pues "muchos estiman que convoca a la revolución social".
El diario aseguró que las ocho páginas del documento "ponen a prueba al FMLN, porque lo que en ellas se escribió obligará a sus dirigentes a demostrar, de cara a las elecciones de 1999, que su pasión como revolucionarios no sólo alcanza para destruir, sino que también son capaces de crear".
Salvador Samayoa, ex integrante del FMLN y hoy analista independiente, consideró que el debate gira ahora en torno a si el Frente será una alternativa de poder que atenderá también las necesidades y preocupaciones del sector empresarial "o si va a ser un partidito pequeño, sectario, de oposición beligerante". (FIN/IPS/mso/mj/ip/98