Ministros de Comercio de Africa reunidos en esta ciudad suiza se oponen a la ampliación del cometido de la Organización Mundial del Comercio (OMC) hasta que se tomen medidas para aumentar la participación y los beneficios de los países más pobres.
La OMC comenzó su segunda conferencia ministerial el lunes y espera recabar el respaldo suficiente para ampliar su cometido y acelerar la liberalización de la inversión extranjera. Los ministros se reunieron por última vez en diciembre de 1996, en Singapur.
Desde entonces, la OMC concertó acuerdos de servicios de telecomunicaciones y financieros y llevó a la práctica un convenio de tecnología de la información, señaló el director general de la organización, Renato Ruggiero.
El valor combinado de esa labor "equivale a una nueva ronda (de negociaciones comerciales), la ronda de las finanzas y la tecnología para el siglo XXI", aseguró.
En lugar de abarcar nuevos ámbitos de la globalización económica, la OMC se debe concentrar en resolver cuestiones que apremian a los países más pobres, declararon los ministros africanos el lunes.
Entre esas cuestiones se halla la del aumento del acceso de las exportaciones africanas a los mercados internacionales y el refuerzo de su capacidad para adaptar las leyes nacionales a los acuerdos existentes de la OMC.
"Las exigencias de implementar nuestras obligaciones y ejercer nuestros derechos en el sistema multilateral de comercio presionaron a las instituciones y los recursos humanos existentes para la administración del comercio", declararon los ministros.
El sistema multilateral de comercio contribuyó con el crecimiento económico de Africa en los últimos 50 años, añadieron.
Pero "el notable crecimiento y la integración económica mundial de los últimos años sigue dejando de lado a Africa", sostiene la declaración.
El rendimiento del sistema debe revalorarse debido a la experiencia africana y no se debe aprobar la expansión del mandato de la OMC hasta que se hayan contemplado los problemas existentes, advirtieron los ministros.
Disposiciones fundamentales de los acuerdos que favorecen a los países más pobres, como las incorporadas en el acta final de las negociaciones de la Ronda Uruguay, fueron relegadas en la lista de prioridades de la OMC, se quejaron los ministros.
Entre ellas se encuentra la decisión de mitigar posibles riesgos para los países de menor desarrollo y las naciones importadoras de alimentos del Sur.
Los ministros también se lamentaron del "abuso" que suponen las "barreras técnicas" impuestas por las naciones industriales a las exportaciones de los países en desarrollo, entre ellas el "dumping" (competencia desleal) y las regulaciones sanitarias y ambientales.
"Todos los miembros de la OMC deben implementar los acuerdos tanto en su espíritu como en su letra sin crear barreras innecesarias que parezcan discriminar la fuente geográfica de los productos", declaró el ministro de Comercio de Kenia, J.J. Kamotho.
Las exportaciones kenianas de pescado, flores, frutas y verduras sufren dichos obstáculos, añadió.
"En esta reunión no se descartará ni se decidirá nada", aseguró el portavoz de la OMC, Keith Rockwell. La conferencia ministerial habrá de adoptar una declaración que será "un texto político y no tratará la inclusión de cuestiones nuevas ni pondrá fin a problemas existentes".
"Debemos ser firmes en nuestros esfuerzos para ayudar a los países de menor desarrollo a aumentar su participación, tanto en la OMC como en todo el sistema comercial", dijo Ruggiero a los ministros, consciente del descontento imperante con respecto a la ampliación del mandato de la organización.
El comercio exterior representa una pequeña parte de la actividad económica en la mayoría de los países de menor desarrollo.
En promedio, las exportaciones e importaciones representan sólo nueve y 16 por ciento del producto interno bruto (PIB) de estos países, frente a 24 y 26 por ciento en los países industrializados.
Las exportaciones de los países de menor desarrollo crecieron a menor ritmo que el resto del comercio mundial en los últimos 20 años y, por lo tanto, su participación colectiva en las exportaciones se redujo.
Unos 132 países enviaron delegaciones a la conferencia de tres días en Ginebra. Los cientos de participantes celebraron el cincuentenario del sistema multilateral de comercio este martes.
Aunque los funcionarios de la OMC son optimistas con respecto a los festejos, activistas contra el libre comercio perturbaron la paz de Ginebra durante el fin de semana quemando automóviles, atacando locales de comida rápida, entre ellos un McDonald's, y arrojando piedras a los bancos.
Los activistas protestaban contra el sistema comercial que, aseguran, beneficia a los ricos a costa de los pobres.
A pesar de los ataques, Ruggiero elogió los éxitos pasados del sistema y declaró que "más que nunca, el sistema multilateral de comercio ofrece una fuerza de estabilidad y cooperación".
No obstante, "vivimos en tiempos difíciles en que aún existe un nivel inaceptable de pobreza y desigualdad. El mensaje más importante que podemos enviar en esta reunión es el de unidad, de responsabilidad compartida", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/lm/aa/aq-ml/if/98