La ex canciller de Colombia Noemí Sanín, sin apoyo de las estructuras políticas tradicionales, podría pasar este domingo a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales si persiste la tendencia que marcan las últimas encuestas.
La mayoría de los votos en la historia de Colombia se han dirigido a dos partidos, el Liberal y el Conservador, pero en las últimas elecciones se registró una caída de la popularidad de la vieja clase política.
Es en este escenario es donde Sanín, única mujer aspirante a la presidencia, inserta su candidatura. Las posibilidades de triunfo para su movimiento Opción Vida son crecientes, según las últimas encuestas.
Su exitosa carrera profesional comenzó en la banca privada, de donde pasó al estado convocada por el ex presidente Belisario Betancourt (1982-1986) para ocupar el Ministerio de Comunicaciones.
En el gobierno de César Gaviria (1990-1994), Sanín ocupó la embajada de Colombia en Venezuela. Desempeñó el cargo con eficiencia y haciendo gala de magnetismo personal, que se reflejó en acuerdos bilaterales, el mejoramiento de las relaciones y el "congelamiento" del diferendo fronterizo.
Sanín cosechó el fruto de su labor como embajadora al ser nombrada Ministra de Relaciones Exteriores.
Al frente de la cancillería logró el nombramiento del saliente presidente Gaviria al frente de la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), a pesar de que la imagen internacional de Colombia pasaba por su peor momento a causa del narcotráfico.
El actual presidente, Ernesto Samper, la nombró embajadora en Gran Bretaña, cargo al que renunció en 1996, en medio de la crisis generada al difundirse la existencia de aportes de narcotraficantes a los fondos de la campaña electoral del mandatario.
Su renuncia fue considerada oportunista por algunos. Entonces, Sanín creó el movimiento político Opción Vida, con el cual se lanza a la candidatura presidencial.
Asociada con la llamada "Tercería", representada en su momento los candidatos por fuera del bipartidismo como el ex fiscal nacional Alfonso Valdivieso y Carlos Lleras, Sanín, logró el respaldo de Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá.
Mockus, calificado de "antipolítico" por los medios colombianos, la acompañará como candidato a la vicepresidencia.
A Opción Vida se han ido sumando personalidades de varios partidos y movimientos, así como del ex alcalde Antonio Navarro, que en las pasadas elecciones legislativas obtuvo una de las más altas votaciones.
Pero fue el respaldo del influyente ex presidente liberal Alfonso López Michelsen para la primera vuelta, anunciado la semana pasada, lo que la catapultó en sectores en los que aún no tenía reconocimiento.
Así, la candidatura de Sanín o "el fenómeno de La Niña", como lo denomina esta semana la revista Cambio 16 Colombia en su editorial, ha comenzado a ascender de forma impresionante en las encuestas.
El último sondeo del diario El Espectador la sitúa entre los principales dos candidatos, con 23 por ciento de las intenciones de voto frente a 31 por ciento del conservador Andrés Pastrana y 26 por ciento del liberal Horacio Serpa.
El militar retirado Harold Bedoya concita ocho por ciento, según la misma encuesta.
Si la tendencia a favor de la candidata "sigue creciendo como viene, es probable que ella pase a la segunda vuelta" el 21 de junio, según Patricia Lara, directora de Cambio 16, que esta semana le dio su portada a la imagen de Sanín .
Para otros analistas, si en la segunda vuelta la disputa es entre Pastrana y Sanín es posible que ella recoja la mayoría de los votos del Partido Liberal e independientes, ya que ese candidato es identificado con la vieja clase política.
A Sanín se la identifica con la perseverancia para lograr sus objetivos, el éxito y la diafanidad de su carrera profesional.
Además, se le reconoce como una alternativa de cambio sobre todo en cuestiones que preocupan ahora a los colombianos, entre otras mejorar las relaciones internacionales, elevar el nivel de la educación, generar empleo, y el logro de la paz dentro del país.
El mayor impulso de la candidatura de Sanín radicó en que, según las encuestas, quien "tiene mejores dotes para gobernar no tiene pactos con la vieja clase política", y en que rompió con el gobierno de Samper en el momento oportuno, según el politólogo Hernando Gómez.
El programa económico de Sanín incluye la reducción del gasto fiscal, saneamiento de las finanzas públicas, estabilidad tributaria, congelamiento del gasto militar, caída de la inflación a un solo dígito, impulso a la inversión privada y aumento de las exportaciones.
En cuanto al empleo, una preocupación del colombiano medio, promete crear 300.000 fuentes de trabajo adicionales y otorgar estímulos tributarios a empresas de hasta 30 empleados.
Con relación a la paz, ubicada en estas elecciones como prioridad por encima de la lucha contra el narcotráfico, Sanín propone una política de diálogo entre la guerrilla, los paramilitares, el gobierno y la sociedad civil con una mediación internacional.
El objetivo de la candidata es recuperar para el Estado "el monopolio de las armas" y una educación para la paz en base a la cultura ciudadana.
Noemí Sanín, casada y madre de una hija, puede ser la primera mujer presidente de Colombia. Dice sentirse segura de que podrá derrotar al bipartidismo de liberales y conservadores, el llamado "continuismo de las maquinarias partidistas", porque su campaña "ha sido coherente, independiente y nacional".
Opción Vida cuenta, según las últimas encuestas, con 64 por ciento del voto femenino sin haber hecho una campaña feminista. Incluso han aparecido pintadas en Bogotá con la consigna "Noemí es el hombre". (FIN/IPS/yf/mj/ip/98