El desempleo que afecta a 10 millones de personas en América Latina no tendrá solución inmediata, porque el crecimiento promedio de cinco por ciento registrado el último año en la región no alcanza para remediarlo.
Ese panorama quedó en evidencia durante un seminario organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Montevideo en el que se apeló a la solidaridad.
"Mercado de Trabajo. Entre la solidaridad y la lealtad" es la consigna con la que el organismo interamericano cree que debe encararse la situación de los desempleados latinoamericanos, de los cuales seis millones son mujeres y 5,5 menores de 25 años.
"No se combate el desempleo sin crecimiento, aunque éste es imprescindible pero no es una condición suficiente", dijo el presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, al inaugurar la reunión.
El mandatario puso como ejemplo a la vecina Argentina, que ha logrado un crecimiento "llamativo y sostenido", a pesar de lo cual no logró abatir el desempleo.
Sanguinetti sostuvo que tendrá más éxito en su combate contra el desempleo aquella nación que "logre una mejor adaptación a las nuevas condiciones del mundo".
El gobierno de Estados Unidos es el absorbió con mayor rapidez la revolución científica, a tal grado "que absorbe mano de obra importada", dijo.
La riqueza no está hoy en la tierra, en la propiedad industrial ni en las finanzas, sino en el conocimiento, remarcó.
Mientras el gobierno estadounidense lanza una ofensiva contra el empresario Bill Gates por la condición monopólica de su empresa Microsoft, para Sanguinetti, este hombre es el ejemplo de sus argumentos.
"No es casual que Bill Gates, el hombre más rico del mundo, haya hecho su fortuna en solo 10 años con inventos inmateriales de informática y sin haber producido ningún bien material de lo que antes hubiéramos estimado como factor de riqueza", afirmó.
El "asalto" de la revolución científico-tecnológica ha provocado "mutaciones" en la sociedad y en la economía que obliga a manejar el problema "sin esquematismos ni tabúes", sostuvo el presidente uruguayo.
El problema más grave del desempleo es el de la reconversión de los adultos de mediana edad que pierden sus trabajos en sectores como el industrial, dijo.
El desempleo en Uruguay es de 10 por ciento y afecta más a los adultos con baja calificación que a los jóvenes.
Un estudio del economista Julio de Brun y el sociólogo Gastón Labadie presentado este miércoles en el seminario indica que la incidencia del desempleo juvenil cayó en 1995 y 1995 y aumentó en las personas de edad media y baja calificación cultural.
Estos últimos corren el riesgo de mantener su condición de desempleados por largo tiempo debido a las "dificultades de reinserción en el mercado", según el informe.
El presidente del BID, Enrique Iglesias, coincidió con Sanguinetti en que el crecimiento genera empleo, pero no en tal medida hoy como sucedió en el pasado.
Iglesias atribuyó el problema que motivó la convocatoria al seminario a la "globalización y la transformación tecnológica".
"En última instancia, el problema radica en la formación de la gente y en la educación en un sentido amplio", dijo.
Para respaldar esa posición, el BID está impulsando programas de capacitación para 20 por ciento de los maestros de América Latina.
Además, asignó 500 millones de dólares a la edición de textos escolares y financió, a través de los gobiernos de la región, la construcción de 30.000 aulas.
Para Iglesias, la acción de los sindicatos también incide en el problema que se debate en el seminario porque en algunos casos no acompasaron la evolución generada por la globalización económica.
El presidente del BID dijo que la acción sindical es "legítima", pero exhortó a que ésta se acompase con los cambios y se busquen caminos de concertación social. (FIN/IPS/rr/mj/lb/98