CHINA: Cuna de movimiento de Tiananmen abraza prédica de gobierno

La Universidad de Beijing (Beida), la más prestigiosa y de mayor tradición liberal de China, se convirtió al cumplir 100 años en un altavoz de la prédica patriótica del gobierno.

En Beida nacieron los movimientos que moldearon la turbulenta historia moderna china, como el que reclamó el 4 de mayo de 1919 democracia y la modernización de un país que dejaba atrás más de 4.000 años de feudalismo, o la rebelión estudiantil aplastada en la plaza de Tiananmen en 1989.

Pero cuando esta universidad celebró su centenario este mes, pocos estudiantes manifestaron rechazo a la sustitución de los valores tradicionales del centro académico, ciencia y democracia, por los de patriotismo y progreso, propios del gobierno.

El presidente de China y jefe del gobernante Partido Comunista, Jiang Zemin, se refirió al patriotismo como responsabilidad hacia el partido y sentimiento unificate de los estudiantes de Beida.

Jiang exhortó a "reanimar la nación a través de la ciencia y la educación" y a "cultivar la creatividad", lo que fue interpretado como un esfuerzo por estar a tono con Beida, otrora considerada "zona de desastre" por los funcionarios a causa de su histórica rebeldía.

Los funcionarios y alumnos de la universidad manifestaron su beneplácito por el reconocimiento del gobierno a la importancia de Beida como mayor institución académica de China. Pero Jiang y sus colaboradores se cuidaron de mencionar la formidable tradición liberal.

Los estudiantes han sido quienes detonaron los movimientos opositores en Beida, pero esta vez fue un profesor el encargado de recordar los frecuentes desafíos que sufrieron los gobernantes desde sus aulas.

Esta universidad es célebre como cuna de la elite intelectual e inconformista del país. La de Qinghua es donde estudian los altos tecnócratas, como el primer ministro Zhu Rongji. Beida, en cambio, educó a grandes filósofos y académicos, así como líderes estudiantiles como Wang Dan.

Pero la historia de Beida también tiene momentos oscuros, como la Revolución Cultural, que nació allí con la divulgación del primer manifiesto contra el "revisionismo" en junio de 1966. Durante la década de caos que se sucedió, más de 60 profesores de Beida fueron muertos.

El espíritu liberal de esta universidad, empero, queda bien ilustrado con el movimiento iniciado el 4 de Mayo de 1919 y más tarde con las manifestaciones prodemocráticas estudiantiles de 1989, recordó Shang Dewen, profesor de economía.

"Los movimientos políticos posteriores a la instauración del comunismo en 1949, desde la sovietización total en los años 50 hasta la lucha antiderechista en 1957 y la Revolución Cultural (1966-1976) fueron blasfemias al espíritu de Beida", sostuvo Shang.

Beida perdió buena parte de su militancia luego del 4 de junio de 1989, observó el académico. Ese día, los tanques avanzaron sobre la plaza de Tiananmen. Una cantidad nunca determinada de estudiantes allí concentrados para reclamar democracia acabaron muertos o desaparecidos.

Los estudiantes de Beida fueron obligados a asistir a prácticas militares. Se prohibieron los debates políticos en el recinto universitario. El gobierno sostuvo desde entonces que los manifestantes no exigían democracia ni el fin de la corrupción, sino la "contrarrevolución".

Shang invocó al fallecido patriarca de la China comunista, Mao Zedong, para quien "nadie que reprima los movimientos estudiantiles tendrá un buen final".

Pero la táctica del gobierno funcionó. Pocos de los alumnos que participaron en las celebraciones por el centenario de Beida estaban interesados en hablar sobre democracia o los ideales del centro académico.

Jane Wu, economista graduada en 1992 que trabaja ahora para una compañía de inversiones extranjera, explica que sus ex compañeros de clase compartían el interés en "cómo hacer dinero a partir de la reforma económica".

"Cuando nos encontramos, no hablamos de democracia o cosas como ésa sino cómo estábamos enriqueciéndonos", dijo.

El vicepresidente de Beida, Chen Zhangliang, dijo que "los estudiantes piensan, pero no de las mismas cuestiones de antes". "Ellos quieren disfrutar la vida y aprovechar las reformas. Piden más libertad económica. Quieren ser libres para hacer negocios", sostuvo.

"Los intelectuales piden mejor paga que las personas sin educación", agregó Chen.

Shang, mientras tanto, manifiesta su preocupación sobre el futuro de Beida. A pesar de su reputación, aún está lejos de las universidades del resto del mundo en materia de financiamiento, equipamiento y métodos pedagógicos.

"Beida tiene muchas ventajas, pero también muchas desventajas", sostuvo. (FIN/IPS/tra-en/ab/cb/ral/mj/ip ed/98

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