La lucha por la candidatura presidencial del oficialismo en Chile quedó delimitada casi un año y medio antes de las elecciones de diciembre de 1999 entre el democristiano Andrés Zaldívar y el socialista Ricardo Lagos.
Ambos tuvieron en 1989 un duelo senatorial en que triunfó Zaldívar, pero Lagos sostuvo este viernes que ese factor no pesará ahora y destacó la mejor opción de liderazgo electoral que le atribuyen las encuestas.
Zaldívar, presidente del Senado desde el 11 de marzo, se convirtió el jueves en el precandidato de su Partido Demócrata Cristiano (PDC) tras el retiro de su único adversario en la colectividad, el alcalde de Santiago, Jaime Ravinet.
A comienzos de esta semana había abandonado la competencia interna en el PDC el senador Gabriel Valdés, que formuló duras críticas al estilo de la contienda que se estaba dando en el partido del presidente Eduardo Frei.
Los democristianos alcanzaron así un singular consenso en torno a Zaldívar, lo cual les permite acelerar la confrontación con Lagos en su afán de encabezar desde marzo del 2000 un tercer gobierno de la Concertación por la Democracia.
El PDC encabezó con Patricio Aylwin entre 1990 y 1994 el primer gobierno democrático instalado en Chile tras la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), y mantiene la jefatura del Estado con Frei.
Lagos, derrotado por el actual mandatario en una consulta interna de la coalición oficialista en 1993, aspira ahora a ganar en las elecciones que la alianza de democristianos, socialistas y socialdemócratas celebraría para elegir su candidato en 1999.
Pero la materialización de esas elecciones requiere de una ley y hasta ahora es incierta la posibilidad de llegar a un acuerdo con la derecha opositora, mayoritaria en el Senado, para asegurar su aprobación.
Y es que el carismático alcalde Joaquín Lavín, el más popular de los políticos de la derecha, es reacio a jugarse la suerte en comicios primarios en los que la fortaleza de los partidos puede predominar sobre la convocatoria en la masa de independientes.
Lavín pertenece a la Unión Demócrata Independiente (UDI), aliada del Partido Renovación Nacional (PRN), más estructurado orgánicamente, que podría imponerse en una elección circunscrita a las listas oficiales de militantes y simpatizantes.
En la coalición oficialista la fuerza mayoritaria es el PDC, pero sus fuerzas son equiparadas por la suma de los partidos Socialista (PS) y Por la Democracia (PPD), que configuran el bloque izquierdista de apoyo a Lagos.
En el centro se sitúa el pequeño Partido Radical Socialdemócrata (PRSD), que si bien ha actuado hasta ahora en alianzas electorales con el PDC se reserva la posibilidad de trasladar su apoyo a Lagos.
El líder socialista ocupó bajo la administración de Aylwin el cargo de ministro de Educación y en el gobierno de Frei ha sido titular de la cartera de Obras Públicas.
Lagos, abogado y economista, ganó popularidad en 1988 durante la campaña para el plebiscito presidencial en que fue derrotado Pinochet, cuando increpó al entonces dictador en la televisión, apuntando su índice hacia las cámaras.
En las elecciones presidenciales de diciembre de 1993, el bloque PS-PPD reconoció el derecho de Aylwin a liderar la Concertación y postuló a Lagos a una senaturía en Santiago, con Zaldívar como su acompañante de lista.
Las perspectivas entonces consistían en que Lagos tenía segura su elección y que incluso él y Zaldívar podrían duplicar los votos de la derecha, consiguiendo así los dos cargos senatoriales en disputa en la circunscripción oeste de la capital.
El sistema binominal impuesto por la dictadura de Pinochet para los comicios legislativos establece la elección de sólo dos cargos en cada circunscripción senatorial o distrito de diputados, lo cual excluye a las fuerzas menores.
Pero al mismo tiempo ese sistema beneficia a la "gran minoría" que es la derecha, a la cual le basta con alcanzar alrededor de 35 por ciento de los votos en una circunscripción o distrito para ganar uno de los dos cargos.
Zaldívar, que en 1989 era presidente del PDC, logró más votos que Lagos, contra todas las previsiones, en los comicios senaturiales y como los sufragios a Concertación no duplicaron los de la derecha, el líder socialista quedó excluido del Congreso.
En esa ocasión Lagos fue derrotado por su desmedida confianza en el triunfo, lo cual lo llevó a desplegar su apoyo en giras por todos el país a los demás candidatos del bloque PS-PPD, descuidando su propia postulación.
El "chico" Zaldívar, apodado así por su baja estatura, hizo en cambio un meticuloso trabajo electoral, "voto a voto y puerta a puerta", hasta reunir la votación que le permitió alcanzar la primera mayoría en Santiago oeste.
Zaldívar dio en marzo otra muestra de su habilidad política al conseguir el apoyo de varios senadores designados, identificados más bien con la derecha, para alcanzar así la presidencia de la cámara alta.
El PDC, amenazado desde el inicio del gobierno de Frei por la popularidad que las encuestas y sondeos de opinión le reconocen a Lagos, decidió este año acelerar la búsqueda de un contrapeso presidencial al ministro socialista.
Se desató así la competencia interna en el partido, con el objetivo de propiciar un consenso a partir de los debates en torno a precandidatos, para cuya inscripción se fijó un plazo que concluiría este viernes.
Los retiros anticipados de Valdés y Ravinet no dejaron espacio para el debate y facilitaron la consagración de Zaldívar, en un episodio que dejó para muchos democristianos la sensación de un consenso forzado por una "maquinaria de poder" interna.
Desde la derecha, dirigentes del PRN advirtieron que al acelerar la contienda presidencial el PDC no sólo desata la competencia interna en la coalición de gobierno, sino que además deja en la soledad al presidente Frei. (FIN/IPS/ggr/mj/ip/98
