Chile quiere, con humildad y audacia, mover fronteras y ser parte del mundo en el siglo XXI, dijo hoy el físico Claudio Teitelboim, organizador del encuentro de ciencia y tecnología que congregará la próxima semana en Santiago a 12 connotados científicos.
La reunión, convocada por iniciativa del presidente Eduardo Frei con el apoyo del Banco Mundial, tiene el objetivo de recibir ideas para crear centros de desarrollo científico y tecnológico en Chile y otros países en desarrollo.
Los 12 hombres de ciencia configuran una suerte de comité asesor e intercambiarán ideas en el encuentro con ministros, asesores gubernamentales en ciencia y tecnología y miembros de las comunidades académicas y científicas de Chile, Argentina y Brasil.
Teitelboim, asesor de Frei en materia científica, dijo a los corresponsales de prensa extranjera que los 12 invitados tienen perfiles muy diferentes, pero la característica común de "haber hecho cosas que han cambiado al mundo".
"Ellos no tienen tiempo que perder en retórica. Son gente con poder, en el sentido más noble, es decir, con capacidad de llevar a la realidad sus ideas", agregó Teitelboim.
El matemático Phillip Griffiths, director del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, Estados Unidos, es uno de los expertos que contarán sus experiencias y transmitirán ideas para crear centros de excelencia científica en América Latina.
La lista incluye al bioquímico Bruce Alberts, presidente de la Academia Nacional de Ciencias de Washington, y a Kun Mo Chung, físico experimental y presidente del Instituto de Ingeniería Avanzada de la Universidad de Ajou, de Corea del Sur.
Vendrán también Edward David, director ejecutivo de laboratorios de Bell Telephone y asesor científico del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y Tomas Hexner, especialista en actividades empresariales de orientación científica en áreas de ingeniería genética e inteligencia artificial.
La nómina incluye al economista británico Ian Johnson, vicepresidente de la División de Desarrollo Ambiental y Social Sustentables del Banco Mundial, y al brasileño Jacob Palis, director del Instituto de Matemáticas Puras y Aplicadas de Río de Janeiro.
El físico experimental Hans Joachim Queisser, del Instituto Max Planck para la Investigación de Estados Sólidos de Stuttgart, Alemania, y David Robinson, ex director ejecutivo de la Comisión Carnegie sobre Ciencia, Tecnología y Gobierno de Estados Unidos, figuran también entre los 12 científicos invitados.
El argentino David Sabatini, profesor y presidente del Departamento de Biología Celular de la Universidad de Nueva York, Charles Simonyi, de origen húngaro, arquitecto jefe de Microsoft Corporation, y William Stewart, ex jefe-asesor científico del primer ministro y del gobierno de Inglaterra, completan la lista.
Teitelboim, un físico teórico especializado en investigaciones sobre el origen del universo y los agujeros negros, señaló que es posible crear en el mundo en desarrollo prototipos de centros científicos "que llamamos de excelencia, a falta de una palabra mejor".
Apuntó que la mayoría de esos centros deberían estar dentro de las universidades, aunque criticó la actual investigación científica en la educación superior chilena, motivada a menudo por "trucos" para conseguir recursos financieros externos.
Abogó por universidades estatales libres, pluralistas y críticas, que hagan investigación científica financiada por los impuestos de los contribuyentes, "pero es un delito financiar la mediocridad con los impuestos en un país pobre", advirtió.
El físico, hijo del escritor y ex senador comunista Volodia Teitelboim, señaló que en América Latina, a diferencia de los países anglosajones, se da una jerarquización que coloca en la cima a los científicos y abajo a los que buscan dinero.
El encuentro de la próxima semana apunta a remover esa imagen, con el ejemplo de los 12 invitados especiales, quienes no temieron "ensuciarse las manos" y ser empresarios en el buen sentido de la palabra para salir adelante con sus ideas, dijo.
Cuando niño, Teitelboim escuchaba en casa de su padre al poeta Pablo Neruda, quien decía que "Chile no está al fin del mundo porque la tierra es redonda", frase que se relaciona con el encuentro científico de la próxima semana.
"Esta convocatoria nace de la convicción del presidente Frei de que para ser parte real del mundo, parte de la cultura y de la actividad científica de nuestro tiempo, hay que estar en esa enorme legión que mueve las fronteras", indicó.
Para ello, agregó, "no se necesitan planes multimillonarios ni inversiones gigantescas, sino inventar prototipos que para esta parte del mundo sean lo que fue el avión de los hermanos Wright, que solo voló algunos metros pero abrió una tercera dimensión en la capacidad de movimiento del hombre".
El desarrollo científico y tecnológico requiere de humildad y audacia, tal como lo hizo Hernando de Magallanes, que fue audaz al proponerse dar la vuelta al mundo y emprendió ese desafío humildemente, con cuatro pequeñas carabelas, concluyó Teitelboim. (FIN/IPS/ggr/mj/dv sc/98) = 05291926 NYC135