En Chile hay diversos tipos de familia, pero las leyes y las ideas predominantes reconocen como tal sólo al tradicional modelo fundado en el matrimonio y dejan en la desprotección a otros núcleos.
Chile es tal vez el único país de América Latina en que se discrimina aún a los hijos como legítimos e ilegítimos y que carece de una ley vinculante de divorcio que regule la ruptura matrimonial, señaló la diputada socialista Isabel Allende.
La ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Josefina Bilbao, y la ex diputada democristiana Mariana Aylwin, coincidieron en que no existe aún en el país reconocimiento de la diversidad de los grupos y situaciones familiares.
El tema fue puesto en debate por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Fundación de la Familia, un organismo gubernamental que encabeza Marta Larraechea, esposa del presidente Eduardo Frei.
Ambas instituciones convocaron al seminario "Chile: una familia diversa", con motivo del Día Internacional de la Familia, instituido por Naciones Unidas desde el 15 de mayo de 1994, cuando se celebró el Año Internacional de la Familia.
"Distintas familias, infinitos sueños, un solo Chile" es el lema de una campaña lanzada por la Fundación de la Familia, que busca precisamente hacer conciencia sobre los cambios ocurridos en la clásica o convencional estructura familiar.
Carlos del Castillo, representante residente del PNUD en Chile, destacó que la Oganización de las Naciones Unidas (ONU) propuso a su vez para este año el lema de "la familia como educadora y promotora de los derechos de las personas".
La frase se relaciona con la conmemoración en 1998 del 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero recoge también la importancia de la familia como base para fortalecer la democracia y la justicia social, dijo Del Castillo.
"Las formas en las cuales las familias se estructuran, funcionan y se desarrollan, así como la percepción de la familia en la sociedad varían significativamente de un país a otro", apuntó el diplomático uruguayo.
"Sin embargo —agregó— en cualquier cultura la familia provee el marco natural en el cual se reciben apoyo material, solidez emocional y formación en valores, todo lo cual es indispensable para el desarrollo del individuo".
"Si la tolerancia, el respeto y la equidad logran permear la vida familiar, éstos se convierten en valores que influyen en la sociedad, y desde ésta en las naciones y en el mundo", según el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Los desafíos para la tradicional institución familiar fueron reflejada en el último informe del PNUD sobre Desarrollo Humano en Chile, denominado "Las paradojas de la modernización", que profundiza en las conductas sociales de la población.
Del Castillo señaló que 26 familias escogidas al azar, entrevistadas en ese estudio, tuvieron crisis que se tradujeron en situaciones de inseguridad, y aún aquellas que las superaron dijeron que no poseían elementos suficientes para enfrentar nuevas amenazas que surgen del entorno social.
"La debilidad de las familias se evidenciaba en la dificultad para gestionar, sin desintegrarse, desafíos como la incorporación de la mujer al trabajo, la creciente individualización de las preferencias y estilos comunicativos de los hijos, las exigencias económicas y otras formas que en la vida moderna inciden particularmente en la vida familiar", indicó el experto.
La ministra Bilbao recalcó que los fenómenos culturales y económicos modernos, unidos a rezagos sociales, están haciendo que las familias sean cada vez más diversas desde el punto de vista de su composición y su jefatura.
La familia nuclear ya no responde sólo al ideal de la cultura judeo-cristiana de un grupo fundado en el matrimonio, con una jefatura biparental, o sea con la presencia permanente de la pareja a cargo de uno o más hijos nacidos de esa unión.
Las familias monoparentales son cada vez más numerosas y en especial se destaca en los estratos de extrema pobreza la creciente presencia de hogares con jefatura femenina.
En el ámbito biparental existen igualmente las familias reconstituidas, formadas generalmente por parejas que integran hijos de uniones conyugales anteriores, de uno o ambos miembros que han tenido rupturas de su primer matrimonio.
Están igualmente las familias extensas, en las cuales a la pareja y sus hijos se suman otros parientes y donde también se dan jafaturas monoparentales, como asimismo situaciones en que los padres son reemplazados por los abuelos.
La maternidad precoz, las adopciones, son igualmente elementos que generan relaciones familiares no previstas en los actuales códigos legales en Chile.
Los códigos no consideran tampoco las concepciones sobre la familia de los pueblos indígenas mapuches, aymaras, rapanuí y kawashkar, que en conjunto constituyen 10 por ciento de la población chilena de casi 15 millones de habitantes.
Bilbao destacó que actualmente, 42 por ciento de los hijos nacen en Chile fuera del matrimonio, pero que 70 por ciento de ellos son reconocidos por ambos padres, lo cual indica que se trata de parejas estables, impedidas por las actuales leyes de regularizar su unión.
La violencia intrafamiliar es otro factor a abordar, ya que de acuerdo con estadísticas, 85 por ciento de los menores que delinquen han sido víctima de maltrato en sus hogares, advirtió la diputada Allende.
Para Bilbao, la familia debe ser el espacio en que todos puedan participar en igualdad de condiciones y desarrollar sus diferencias y, por lo tanto, deben reconocerse sus potencialidades y dificultades de cara a la sociedad.
"Y la sociedad del futuro no va a poder ser definida en forma rígida ni calificada con extremos dogmáticos", subrayó la ministra del Servicio Nacional de la Mujer.
La ex diputada Aylwin reivindicó la definición de la familia como de un grupo social unido por lazos de consanguinidad, afectos y alianzas hogareñas, y no sólo por la institución matrimonial. (FIN/IPS/ggr/ff/hd/98