Brasil redujo su déficit comercial y aumentó su exportación de manufacturas, pero su intercambio con Asia y Estados Unidos no participa de esa tendencia.
El desempeño más negativo de este país en el frente comercial corresponde a su intercambio con Estados Unidos.
El déficit comercial brasileño ante Estados Unidos se incrementó 44 por ciento del primer trimestre de 1997 a igual periodo de este año, al pasar de 621 a 894 millones de dólares.
La última suma mencionada representa 59,2 por ciento del déficit total acumulado por Brasil de enero a marzo, que fue de 1.510 millones de dólares, según datos de la Secretaría de Comercio Exterior.
El aumento de 10,5 por ciento de las importaciones desde Estados Unidos, ante sólo uno por ciento de las ventas a ese país, es el factor que explica el mayor desequilibrio.
En términos generales, Brasil aumentó 11,7 por ciento sus exportaciones en este año, mientras las importaciones sólo crecieron 2,2 por ciento. América Latina y la Unión Europea fueron las regiones que más contribuyeron a reducir el déficit.
El resultado de su comercio exterior fortalece la renuencia de Brasil frente a las negociaciones de libre comercio continental que impulsa Washington.
Fuertes barreras obstruyen el acceso al mercado estadounidense de los productos brasileños más competitivos, como el jugo de naranja, el alcohol, aceros y tabaco, advierten autoridades y empresarios.
El comercio exterior se volvió un tenso campo de batalla para el gobierno brasileño desde 1995, cuando el país comenzó a registrar resultados deficitarios crecientes que amenazan su estabilidad económica.
Por eso, el presidente Fernando Henrique Cardoso atacó duramente los subsidios con que los países ricos protegen sus agricultura.
Los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico invierten 280.000 millones de dólares al año en subsidios agrícolas, según se informó esta semana en la conferencia de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Se trata "del mayor aparato de proteccionismo erigido para preservar intereses de un sector", afirmó Cardoso el martes en la reunión de la OMC, realizada en Ginebra.
Derechos compensatorios y antidumping tambin son empleados para proteger la industria, añadió Cardoso, quien dejó en claro que el blanco de sus críticas era Estados Unidos.
En la cuestión agrícola, el acusado es la Unión Europea, el mayor obstáculo a la liberalización del comercio sectorial, que será negociada a partir del próximo año.
Las exportaciones agrícolas y mineras de Brasil cayeron 7,6 por ciento en enero-abril de este año, mientras la venta de productos manufacturados creció 16,8 por ciento.
La industria brasileña gana competitividad de forma permanente y diversifica sus mercados, destacó el ministro de Industria y Comercio, José Botafogo Gonzalves.
La meta del gobierno es duplicar las exportaciones, hasta los 100.000 millones de dólares. Para eso confía incorporar a la actividad a numerosas pequeñas y medianas empresas, mediante la ampliación del financiamiento de las ventas externas.
Asia se presenta como otro obstáculo a ese objetivo. La crisis financiera asiática, estallada en 1997, hizo retroceder 9,8 por ciento en el primer trimestre de este año las exportaciones de Brasil a esa región.
La mayor caída, sin embargo, correspondió al comercio con China y Taiwan, dos países ajenos a la crisis, que aumentaron sus compras en su misma región, cuyos productos ganan competitividad debido a la generalizada devaluación monetaria.
La carne de pollo fue uno de los productos brasileños más afectados. La venta de carne de pollo a Asia disminuyó 10 por ciento en volumen y 23 por ciento en valor, debido a la fuerte reducción de su precio, informó la Asociación Brasileña de Exportadores de Pollo.
De esa forma, la reducción del déficit brasileño depende básicamente de Europa y América Latina, mercados que absorbieron 55,6 por ciento del total exportado por Brasil de enero a marzo. Las compras de la Unión Europea crecieron 17 por ciento.
Las exportaciones al área de la Asociación Latinoamericana de Integración, conformada por 11 países, se incrementaron 22,2 por ciento, destacándose las compras de México, que crecieron 64,7 por ciento, y de Venezuela, que tuvieron un aumento de 37,5 por ciento. (FIN/IPS/mo/ff/if/98
